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Por qué la playa produce relax y bienestar

El mar transmite tranquilidad y relaja la mente. Es su olor, su color, su temperatura, la brisa, la inmensidad de la superficie del agua....

El mar transmite tranquilidad y relaja la mente. Es su olor, su color, su temperatura, la brisa, la inmensidad de la superficie del agua....
Gente disfrutando de una playa de agua cristalina. | Pexels/CC0/Jo Kassis

Gracias al mar y su gran extensión el cerebro puede desconectar, ya que tiene pocos elementos visibles. Es también su olor, su color, la brisa marina, la temperatura.... todo ello forma un tándem perfecto para la relajación.

De hecho, según estudios recientes, la playa es uno de los mejores lugares para aliviar el estrés y sanar el cerebro. Cierra los ojos e imagina que estás en la playa, no en pleno agosto con los niños corriendo y gritando cerca de ti.... pero hay algo relajante en el sonido de las olas, el olor del agua salada y la sensación de la arena cálida bajo los pies.

Parece que nos plantamos en la arena de la playa y nuestro cuerpo se relaja, nuestra respiración se vuelve más pausada y nuestro cerebro hace clic. Se nos esfuma, de golpe y porrazo, todo el estrés acumulado, el que provocan los grandes espacios urbanos. Por eso es el lugar ideal de vacaciones de la mayoría de los españoles, y también gracias a nuestras preciosas playas. Pero, ¿por qué ocurre? ¿Por qué nos calma tanto el mar? La ciencia dice que la respuesta está en nuestro cerebro.

El mar nos hace más felices

Ir a la playa tiene un efecto abrumador en nuestro bienestar y salud. Hace que nuestro cerebro cambie. Nos recarga las fuerzas, nos da energía y calma nuestra mente. Antiguamente, los médicos tenían una receta mágica: viajar cerca del mar. Y es que se ha demostrado que la respuesta está en nuestro cerebro, pues la corteza prefrontal que es un área asociada con la emoción y la auto-reflexión, entre otras funciones, se activa cuando se escuchan los sonidos de las olas.

Un sonido que sigue un patrón de ondas predecibles, suave en volumen y en frecuencias armónicas a intervalos regulares, que puede llegar a disminuir la ansiedad y los niveles de cortisol que nos generan las grandes ciudades, el tráfico o nuestra rutina laboral o académica. A ello, hay que sumarle la calma que nos transmite la superficie del mar y su color azulado. El ser humano se siente tranquilo y admirado al observar extensiones infinitas, donde no se producen cambios visuales agresivos y su horizonte es total, aunque también es cierto que muchos sienten una verdadera inquietud y pánico.

El mar además nos ayuda a romper con esos círculos viciosos de preocupaciones y pensamientos nocivos que nos persiguen en nuestro día a día. De hecho, los entornos naturales en general, como el mar o los bosques, han demostrado que nos desenganchan de esas obsesiones, pues nos liberan de nuestra vida cotidiana, ya que nada de lo que veamos, tocamos u oigamos nos recuerda a ello.

Cómo mejora el organismo con el mar

  • Potenciamos nuestra creatividad, ya que una mente en calma es mucho más productiva que una mente sobre-estimulada. Y es que los psicólogos lo afirman, una vez estamos relajados y activamos el modo relax, las preocupaciones se aparcan, se activa la red neuronal de forma automática y las ideas más brillantes llegan a nosotros de manera clara, creativa y original. Incluso, nuestras opiniones se vuelven menos críticas y más abiertas.
  • Alivia el estrés, tanto el sol como las olas, combinados, trabajan para relajar completamente el cuerpo, liberarlo de sus dolores y apaciguar el estrés diario. No solo se libera serotonina casi de inmediato cuando se llega a la playa, sino que el sonido y las imágenes son relajantes y aportan paz.
  • Se duerme mejor, después de unas pocas horas en la playa, uno de los mayores beneficios que experimentará una persona es una noche de sueño maravilloso. Para quienes padecen insomnio y buscan un remedio natural, la playa es una recomendación definitiva, porque ayuda a aliviar tres factores clave que inhiben el sueño: altos niveles de estrés y ansiedad, falta de fatiga física y desequilibrios hormonales. Además, el sol y la disminución de los niveles de estrés ayudan de inmediato a regular las hormonas de una persona, lo que hace que sea mucho más fácil tener esa noche un sueño tranquilo y profundo. El sonido relajante de las olas cambia los patrones en el cerebro y puede ayudar a una relajación profunda, ayudando a rejuvenecer mente y cuerpo.
  • Se consigue la cantidad diaria de vitamina D, una de las vitaminas más esenciales en nuestras dietas es la D, y sin embargo, muy poco de ella se absorbe a través del consumo de alimentos. Es posible que bebamos leche enriquecida con vitamina D, pero a menudo no es suficiente para que nuestros cuerpos reciban la cantidad adecuada a diario. Afortunadamente, pasar solo diez minutos al aire libre puede permitir que una persona tenga su dosis diaria de vitamina D, recibiéndola directamente a través de su piel.
  • Mejora la capacidad de combatir infecciones, muchas personas han experimentado un cierto dolor cuando una herida abierta se expone al agua salada. Afortunadamente, ese dolor es una señal de que se está limpiando la herida. El agua salada tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas únicas que la hacen excelente para infecciones externas, y también ayuda a las internas. El yodo en el agua de mar es un fantástico refuerzo del sistema inmunológico.
  • Se hace mucho ejercicio, la playa ofrece un sinfín de oportunidades para hacer ejercicio. Ya sea que se esté buscando perder peso, mantenerse en forma o incluso deshacerse de un poco de energía acumulada, el mejor lugar para hacerlo es este, y ofrece abundantes posibilidades. Se puede entrar en el agua y surfear o nadar, jugar con palas, construir castillos de arena con los niños, y desde luego pasear, actividad tan común en las orillas como beneficiosa. Sorprendentemente, caminar sobre la arena es bastante difícil y se utiliza más músculos que al hacerlo sobre el pavimento normal, incluso más que quitándose los zapatos y caminando con los pies descalzos.
  • Un tratamiento de belleza para la piel, la playa tiene un efecto positivo en la apariencia de la piel, y no solo por el bonito bronceado. Cantidades moderadas de sol pueden ayudar con varios problemas de la piel, incluida la psoriasis crónica. El agua de mar, además, puede ayudar a algunas afecciones como la dermatitis. También es un gran exfoliante, ¿por qué? La arena hace un trabajo maravilloso exfoliando nuestros pies, manos y cuerpo. Nada elimina las células muertas de la piel como lo hacen los arenales. Sirve para desintoxicar el cuerpo, por dentro y por fuera, una vez que el cálido sol abre nuestros poros, el agua salada puede entrar y extraer las toxinas, eliminando las manchas, la piel desigual o el exceso de grasa.
  • Se pueden reducir la inflamación y el dolor, los ejercicios acuáticos son, con mucho, la actividad aeróbica más fácil para los ancianos, las personas con dolor en las articulaciones como artritis o las que han sufrido cirugía recientemente. Esto se debe a que el agua ofrece una gran resistencia sin ningún impacto, y en realidad reduce el peso de una persona sumergida en alrededor del 90%.
  • Se respira mejor, la inclinación natural a inhalar profundamente cuando se llega a la playa es en realidad una respuesta automática a la calidad del aire. Las personas con asma o dificultades respiratorias encontrarán que es mucho más fácil respirar cuando están en la playa que en cualquier otro lugar. Esto se debe a que los músculos del pecho que rodean los pulmones no solo se relajan en la playa, sino que el aire en sí está cargado de iones negativos que aumentan la absorción de oxígeno por parte de los pulmones. Los iones negativos también pueden ayudar a equilibrar los niveles de serotonina, impactando positivamente el estado de ánimo y los niveles de estrés.
  • Aumenta los niveles de yodo, el yodo es en realidad un suplemento que las personas toman debido a sus múltiples beneficios para la salud del cuerpo. Tener niveles adecuados de yodo en el organismo asegura que los niveles de energía y las tasas metabólicas sean óptimos, que el crecimiento del cabello y las uñas esté en su punto máximo y que los niveles hormonales estén regulados. Sorprendentemente, el yodo también se toma por sus propiedades anticancerígenas y por el hecho de que puede ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad fibroquística. El yodo está naturalmente presente en el agua debido a los organismos vivos que contiene.
  • Induce un estado meditativo, el sonido de las olas del mar estimula un estado meditativo y potencia una actitud mindfulness. De hecho, no es casualidad que este sonido se utilice a menudo en las sesiones de relajación pues se ha demostrado que genera cambios en las ondas cerebrales. Específicamente, promueve las ondas alfa, las cuales se han vinculado con un estado de atención sin esfuerzo.

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