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La historia detrás de El Alma de Gildo, un vino de Toro con espíritu inglés

Alma de Gildo es un homenaje a su mentor en Toro y la británica Nicola Thornton reivindica con él la zona y su historia a partes iguales.

Alma de Gildo es un homenaje a su mentor en Toro y la británica Nicola Thornton reivindica con él la zona y su historia a partes iguales.
El Alma de Gildo, la historia de un vino de Toro con alma inglés

Hermenegildo ‘Gildo’ García murió con 102 años bien vividos y bien bebidos, pero aguantó lo suficiente para ver este bonito homenaje. Nicola Thornton, inglesa de Sheffield, decidió honrar al que fue su padrino enológico en Toro con un vino en el que cupiera terruño, vocación y ese homenaje a Gildo, que acogió a Nicola cuando llegó a Toro hace 25 años y que comenzó con una sencilla pregunta en boca de Gildo.

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Nicola Thornton da vida a El Alma de Gildo

Fue una beca Erasmus la que cambió todo mientras estudiaba Comercio Internacional, Nicola probó con 21 años su primera copa de vino. Fue en Valladolid y desde ese momento quedó prendada de una zona repleta de historia y de tradición que debía ser contada. Apareció en Toro, la denominación de origen con más viña vieja de España, y con 23 años aceptó un reto: trabajar con una antigua cooperativa con gran necesidad de renovarse ante el peligro de morir.

El idilio persiste, convertida Nicola en uno de los grandes estandartes de Toro, de su vino, de su región y de sus gentes. Una vida marcada también por la aparición de Gildo García, que la acogió desde su llegada a Toro. Con él, veterano bodeguero y vendimiador con más de 70 cosechas a sus espaldas, Nicola comenzó a conocer más sobre Toro, sus viñedos, sus paisajes y toda la historia que rodea a aquellos vinos históricos, los cuales ya formaban parte de las expediciones de Cristóbal Colón a América.

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Viñedos de El Alma de Gildo

"Gildo era la generosidad, era tener siempre una puerta abierta y siento que le debo el coger ese relevo", confiesa Nicola Thornton, que ha madurado largamente la idea de ese vino homenaje con el que no solo honrar a Gildo, sino también a todo el trabajo que hay detrás de los viñedos y bodegas de Toro.

Detrás de ese prisma, Nicola Thornton no se propuso sólo reivindicar a figuras como Gildo, sino también a otros viticultores a los que pagar precios justos por su trabajo. Asi surge Spanish Palate en 2016, el proyecto con el que poner en el mapa a vinos de pequeños productores independientes, reflejo del terruño y del carácter diferencial de cada uno de ellos.

Un vino con tinta de Toro

Durante la pandemia de 2020, Nicola Thornton comenzó a dar forma a una realidad con la que convertir en vino todo el conocimiento que había acumulado en esas dos décadas, incluso como directora de exportación en bodegas de la zona.

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Barricas de El Alma de Gildo

"No soy sólo una enamorada del vino de Toro. También de su gente, de su historia, de su cultura, de su saber vivir…", avala bajo una defensa encendida del terruño y del viñedo, respetando a la uva en El Alma de Gildo.

"Cuando llegué a Toro, muchos viticultores se estaban planteando arrancar sus viñas centenarias para poner variedades más productivas y aquello me entristeció muchísimo, pues era el gran patrimonio de Toro", proclama Thornton, convencida de su misión como embajadora de todo lo que representa el vino en Toro.

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Nicola Thornton, en una de las barricas

"Buscábamos un vino donde brillase la uva y que fuera capaz de competir con los mejores vinos de la zona, pero, sobre todo, que la gente que lo pruebe se pregunte de dónde es este vino y conozca de lo que es capaz la tinta de Toro", refleja la promotora de este vino.

A costa de la variedad de uva tinta de Toro, el gran sello diferencial de la zona, Nicola Thornton se ha puesto en mano de viticultores y enólogos amigos para dar valor al terruño, al viñedo y al vendimiador en un vino total. "Probé los vinos que más me gustan de la DO Toro y de ellos extraje lo más representativo de la región", explica para ese El Alma de Gildo, cuya primera añada de 2020 se cifró en apenas 13.000 botellas.

Pureza de Toro sin tópicos

Son seis parcelas distintas, de entre 40 y 90 años, las que dan origen a las uvas que conforman El Alma de Gildo. Todas vendimiadas manualmente que originan un monovarietal que, sin embargo, refleja la singularidad de cada una de sus parcelas en su formación, de cuya tarea se encarga el equipo técnico de Spanish Palate.

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Cepa de El Alma de Gildo

Con rendimientos que no superan los 2.500 kilos por hectárea (incluyendo Picorroyo, que apenas ofrece 900 kilos), las parcelas que dotan de vida a El Alma de Gildo tienen una altitud media de 800 metros y ejemplifican a la perfección el perfil de suelo de Toro.

Desde el arenoso al franco arenoso, pasando por el arcillo calcáreo, la tipicidad de la tinta de Toro se manifiesta por la versatilidad del suelo, por los propios clones de la variedad en cada viñedo y por el cuidado de la vid. Vendimiado a mediados de septiembre de 2020 en pequeñas cajas de 12 kilos, El Alma de Gildo quiere ser el reflejo de la pureza de Toro, pero sin caer en los tópicos.

Con todas las parcelas fermentadas al mismo tiempo, El Alma de Gildo se gesta en una maloláctica despaciosa antes de pasar a su descanso en barricas. Sin embargo, se huye de la radicalidad. 14 meses distribuidos entre barrica nueva y barrica de segundo uso, pero todas de tostados ligeros que, además, también utilizan formatos dispares desde los 225 litros hasta los 500. Además, para que el vino mantenga esa frescura se cambia de barricas hasta en tres ocasiones para la añada de 2020, siempre buscando la oxigenación y el frescor del vino.

"Hemos seleccionado mucho los viñedos para crear un vino con más elegancia, con más fruta y con mucho equilibrio", describe Nicola sobre El Alma de Gildo, persiguiendo "un vino que provoque sensaciones en el paladar y que lleguen al corazón".

Complejo, intenso y bien ensamblado, El Alma de Gildo se mantiene en nariz con un buen balance entre frutas negras frescas, pero también las notas minerales del terroir en estado puro, ribeteado a la vista con el clásico azulado y rubí de la tinta de Toro, encarnada en el picota intenso.

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La etiqueta de El Alma de Gildo

Una potencia que, sin embargo, se desenvuelve finísamente en boca con taninos amables en un vino con volumen que se expresa con largura. Las frutas negras de ciruela y grosella regresan, pero también los matices de monte bajo con hierbas como el tomillo y el romero, sumados a los tonos especiados, bien perfilados y no agresivos, con vainillas y cacaos muy suaves para un vino que pide un perfil de decantación.

Con un etiquetado totalmente manual, cada botella de El Alma de Gildo lleva impresa una poesía que el propio Gildo compuso y que Nicola Thorton recupera para el vino, enviado además en una caja hecha a mano por los miembros de Intras, una asociación zamorana que trabaja con personas con discapacidad mental.

Casa Nicola

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Nicola Thornton, en la puerta de Casa Nicola

Además, Nicola redondea su amor por Toro con una estancia para quienes se quieran alojar en ella. Casa Nicola es una antigua casa, perfectamente reformada y acondicionada para pasar unos días de descanso en Toro, visitar los viñedos y probar El Alma de Gildo.

En dicha casa, con un amplio salón dormitorio y baño en suite, también podrás comer o disfrutar de algunas catas, además de otras novedades que irán llegando poco a poco.

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