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Charnela te ofrece una deliciosa variedad del "gran marisco olvidado"

Después de triunfar en Ponzano, Charnela ha abierto su segundo local en el Campo de las Naciones con una terraza que está a la altura de su cocina.

Charnelito, mejillón acevichado. | Juanjo Alonso

Charnela abrió sus puertas hace seis años y desde entonces el matrimonio formado por Victoria Mántaras y Alejandro Yrevedra han conquistado a todo el que ha pasado por el número 8 de la transitada calle de Ponzano con sus distintas elaboraciones de mejillones y con una carta sencilla, en constante evolución y con un producto de primerísima calidad que, en el caso del mejillón, lo suelen trar de la Ría de Arosa, pero procuran ir al origen del producto y traerlo para sus restaurantes.

Alejandro Yrevedra y Victoria Mántaras

Así que Victoria y Alejandro dejaron sus trabajos como financiero y abogada y tras hacer un máster en gestión y dirección de restaurantes y recibir muchos cursos de cocina ya que son unos enamorados de la gastronomía y cocinaban mucho en casa, decidieron cambiar de aires.

Tras este rotundo éxito se lanzaron hace pocos meses a abrir su segundo local en la capital, esta vez en la zona de Campo de las Naciones –Avenida de los Andes, 25– a pocos metros de IFEMA. Un local que mantiene la esencia marinera de su hermano mayor pero le suma una agradable terraza que hará las delicias de todo el que quiera disfrutar de la carta de Charnela al aire libre.

El mejillón es el protagonista de Charnela

Los mismos sabores de su taberna gastronómica original con un toque más fresco y con incorporaciones a la carta que hacen las delicias de los amantes de los mejillones y de los que nos son tan partidarios de este molusco, ya que de su cocina salen otras elaboraciones igual de exquisitas.

Puedes empezar con un picoteo "de un bocado" con su gilda, una tortillita de camarón, el mejillón tigre, ostras o el fantástico charnelito (3,50€ unidad), un mejillón acevichado que te va a enamorar. También tienes bocatines como el Charnelo, con pan artesano, mejillón, queso fundido, rúcula y mayonesa en escabeche, acompañado de patatas fritas, un buen tentempié.

Carta para compartir

Pero la carta de Charnela está pensada para el disfrute y para ser compartida. "Queremos que Charnela siga siendo un lugar donde la gente venga a disfrutar, a relajarse y a compartir momentos especiales. Esta nueva ubicación nos permite llegar a más personas, manteniendo nuestra esencia y explorando nuevas posibilidades gastronómicas", comentan Alejandro y Victoria.

Zamburiñas a la huancaína, gratinadas al horno con parmesano.

Así que no te lo pienses y comparte unas deliciosas zamburiñas a la huancaína, gratinadas al horno con parmesano (22€), para comerse más de una ración. Pero deja hueco para lo que viene porque los gambones al estilo Cha-Thai (18€) están de llorar. Los preparan salteados al wok con el curry que elaboran ellos mismos. El toque peruano a la carta se lo dan los dos chefs que llevan con ellos desde que abrieron y gracias a ello han metido en carta el ceviche.

Gambones al estilo Cha-Thai

También tienes para compartir desde la ensaladilla de la tía Carmen, elaborada con cangrejo, hasta cecina de León, jamón ibérico de bellota, croquetas, "el mejor tomate del mundo", de Barbastro y aliñado con una vinagreta dulce y sal negra, o la tortilla de Vic. Platos con nombres familiares para que te sientas como en casa. Y producto que prueban en origen y se lo traen a Charnela.

El "gran marisco olvidado"

El nombre de Charnela se debe a la bisagra que una las dos conchas y simboliza su compromiso con un concepto que une sabor, calidad y cercanía. Una cercanía que compruebas en el trato que tanto Marta o Alejandro como sus trabajadores dispensan a cada comensal para que te sientas como en casa.

El comedor de Charnela

Y sí o sí te tienes que ir de Charnela después de probar alguna de sus diez cazuelas de moules fritos, nueve son fijas en carta y la del chef cambia cada mes. Elaborados con recetas de lo más deliciosas y de las que te costará decidir. Como cuenta Alejandro a Libertad Digital, "el mejillón es el gran marisco olvidado, es muy versátil y 100% proteina, por lo que es uno de los productos más sanos que hay".

En nuestro caso nos decantamos por los mejillones canarios con mojo picón (19€) elaborado por ellos mismos y que les da un sabor y un toque ligeramente picante que te hará chuparte los dedos y mojar pan en la salsa. Te los puedes y debes pedir con la ración extra de patatas fritas .(3,80€).

Mejillones canarios con mojo picón

Lo que les diferencia del local de Ponzano, además de la terraza y del local que es más amplio, es su ofreta de carnes. En el de Avenida de los Andes siguen manteniendo la pluma y el lomo alto y bajo, pero le añaden carnes superiores al kilogramo de peso como el t-bone o el tomahawk. Termina con uno de sus postres caseros para redondear una exquisita comida, sana y variada.

La decoración de las mesas de Charnela

También tienes cócteles de autor para acompañar los platos; Chula, la cerveza artesanal elaborada en Madrid; y una interesante carta de vinos para todos los gustos y bolsillos. Nosotros maridamos esta riquísima comida con un vino tinto Finca Moncloa (29€), elaborado por el enólogo José Manuel Pinedo Contreras para la bodega homónima de Vinos de la Tierra de Cádiz con varierdad tintilla de Rota. Además, tienes la opción de pedir la comida por la web del restaurante para llevártelo a casa.

Si Charnela lleva seis años triunfando en una de las zonas más gastronómicas de la capital es porque su cocina y su trato merece la pena que lo pruebes, porque si lo haces, repites. Además, el ticket medio de 35-40€ es de lo más competitivo y si le añades que la comida es bastante sana, ¿qué más quieres?

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