Turismo
Somiedo: una escapada a la Asturias más rural, entre vacas, brañas y rutas glaciares
El Parque Natural de Somiedo, situado en Asturias, es uno de los últimos reductos de España donde experimentar la naturaleza en estado puro a través de sus rutas de montaña, pueblos perdidos entre escarpadas montañas y una fauna singular, entre vacas, brañas y osos pardos.
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Somiedo es uno de esos reductos de la naturaleza y la paz, con montañas que se elevan desde los 400 metros a los casi 2.200, con impresionantes lagos glaciares como los de Saliencia y del Valle, casa típicas para los vaqueiros o ganaderos.
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Visitar Somiedo es sumergirse en un territorio donde la naturaleza y la cultura han convivido durante siglos. Es un destino que invita al silencio, la reflexión y la conexión con lo esencial con pueblos anclados en el pasado y que en invierno son casi inaccesibles.
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El clima de Somiedo, de tipo atlántico de montaña, condiciona la vida rural y favorece una naturaleza exuberante, con abundancia de agua y pastos verdes. Además es ideal para huir de las olas de calor tan comunes en la época estival en España.
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Un verdadero paraíso natural de montaña en el norte de España. En los pueblos de Somiedo aún se celebra la transhumancia, con ganaderos que suben el ganado a las brañas en verano y lo bajan al valle en invierno.
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Cualquier estación es perfecta para visitar el parque, aunque enotoño, Somiedo se transforma en un festival de colores. Es la estación ideal para los aficionados a la fotografía y al senderismo tranquilo entre hayas y robles.
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Las montañas de Somiedo albergan una rica biodiversidad, destacando especies emblemáticas como el oso pardo cantábrico, el urogallo, el lobo y el rebeco.
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La ruta a los lagos desde la Farrapona es una de las más transitadas y aptas para todo tipo de senderistas.
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Las rutas de senderismo en Somiedo están bien señalizadas y ofrecen distintos niveles de dificultad, desde paseos suaves hasta ascensiones exigentes como al Cornón o Peña Orniz.
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En invierno, aunque algunas rutas se complican por la nieve, es posible practicar raquetas de nieve y disfrutar del silencio y la belleza de los paisajes nevados.
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El parque alberga también elementos geológicos únicos, como formaciones kársticas, dolinas y cuevas, algunas de las cuales se pueden visitar con guías especializados.
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Los Lagos de Saliencia, conformados por el Lago Cerveriz, el Lago de la Cueva, el Lago Calabazosa y el Lago del Valle (que está algo separado), forman un conjunto lacustre de origen glaciar de gran belleza. Su acceso se realiza generalmente desde el Alto de la Farrapona.
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Saliencia es otra de esas zonas de Somiedo que tiene una hermosa ruta, porque los lagos de Saliencia tienen merecida fama de ser uno de los lugares más bellos Asturias. Se dejarán ver tras una caminata circular de 15 kilómetros, sencilla, con dificultad media.
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Saliendo desde el pueblo de Saliencia, último núcleo rural del valle del mismo nombre, una carretera conduce al alto de la Farrapona. Durante el camino encontraremos la Mina de Santa Rita, actualmente abandonada. En la cumbre en verano se suele colocar un puesto de hamburguesas materializado en un pequeño camión al más puro estilo street food. Tras unos kilómetros subiendo y bajando sus cumbres y recorriendo sus rutas, el hambre no tardará en llegar.
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Somiedo es un paraíso natural en el sur asturiano, declarado Parque Natural en 1988 y Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000. Su abrupta orografía, biodiversidad y fuerte identidad cultural lo convierten en uno de los espacios protegidos más valiosos del norte de España.
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El oso pardo, símbolo del parque, encuentra en Somiedo uno de sus principales refugios en la cordillera Cantábrica. Es raro verlo, pero su presencia es constante y vigilada por la Fundación Oso Pardo.
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Somiedo conserva una identidad cultural única, con costumbres ganaderas, fiestas tradicionales y una arquitectura rural adaptada al entorno, como las pallozas y los hórreos.
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El Lago del Valle es el más grande de Asturias y uno de los rincones más visitados del parque. Rodeado por montañas y con una isla en su interior, se accede a él desde el pueblo de Valle de Lago a través de una cómoda ruta a pie.
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Los ríos del parque, como el Somiedo o el Pigüeña, albergan truchas y nutrias, y son ideales para la observación de aves acuáticas y para paseos junto al agua.
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El sistema de brañas en Somiedo, con construcciones tradicionales como los corros y cabanas, refleja la adaptación del ser humano al medio natural de forma sostenible.
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En primavera, los valles de Somiedo se llenan de orquídeas silvestres, prímulas y otras especies florales endémicas. Una estampa perfecta para pasar unas vacaciones al fresco.
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La braña de Sousas, cercana a Valle de Lago, es un ejemplo perfecto de la arquitectura pastoril de la zona. Sus cabañas de teito (cubiertas vegetales) son testimonio de una cultura ganadera aún viva.
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Como curiosidad histórica, en Somiedo se puede encontrar el Camín Real de la Mesa es una antigua vía romana que atravesaba la cordillera. Parte de este camino se conserva y es una ruta senderista histórica muy apreciada.
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La ruta De Castro comienza la ruta en el área recreativa de la Malva, situada junto a la carretera AS-227, a medio camino entre Castro y Pola de Somiedo, y desde donde se disfruta de una hermosa panorámica de la entrada del Valle de Somiedo. Esta ruta es ideal para contratar un paseo a caballo que a los más pequeños les fascinará.
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Los paisajes de montaña de este reducto de la naturaleza merecen ya una visita. El amanecer o el atardecer son momentos mágicos.
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La Vaqueirada es una fiesta tradicional ligada a los vaqueiros de alzada, antiguos ganaderos trashumantes. Se celebra en varios puntos del parque con música, baile y trajes típicos.
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Peña Orniz, ubicada al suroeste del parque, es otra cima destacada que roza los 2.200 metros. Se puede ascender desde el Alto de la Farrapona.
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La ruta del Valle del Lago. A unos 30 minutos en coche desde Pola de Somiedo. En esta ruta, apta para todas las edades, encontraremos los restos de algunos lagos glaciares, que aún mantienen el recuerdo de otra era, mucho más fría.
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Pola de Somiedo, la capital del concejo, es un núcleo tranquilo que ofrece servicios al visitante, como alojamiento, restaurantes y el Centro de Interpretación del Parque Natural.
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En cuanto a sus pueblos y la gastronomía, Asturias se vende sola en este sentido, aunque es recomendable recordar sus manjares: la sidra, imprescindible. Su fabada asturiana y el cachopo, dos platos obligatorios en una escapada o un viaje algo más largo y sobre todo, es una estupenda forma de recuperar fuerzas después de alguna ruta.
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El hayedo de Saliencia, uno de los bosques más bonitos del parque, es una joya escondida entre montañas.
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