La desconocida Lieja y su vertiginosa escalera, otra joya del centro de Europa
Bajo un cielo a menudo nublado, a orillas del río Mosa, sorprende una ciudad para muchos europeos desconocida: Lieja. La capital económica de Valonia ofrece un rostro crudo y bello al mismo tiempo forjado por su pasado industrial.
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El Parc de la Boverie es un pulmón verde junto al río, ideal para pasear, hacer picnic o disfrutar del paisaje urbano en un ambiente relajado. Sus senderos arbolados y sus estanques lo convierten en un lugar muy querido por los habitantes de Lieja. En la fotografía, el Palacio Provincial de la ciudad.
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La Montaña de Bueren es una de las atracciones más curiosas de Lieja. Se trata de una escalera monumental de 374 escalones que sube en línea recta hasta un mirador desde donde se domina toda la ciudad.
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El inicio del ascenso es un acto deliberado. Los primeros cien escalones se acometen con una energía que pronto se ve desafiada por la gravedad y el cansancio.
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A medida que se gana altura, cada rellano se convierte en un balcón improvisado, una pausa necesaria para girar la vista y contemplar el paisaje que se revela.
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La recompensa en la cumbre es una panorámica majestuosa que abarca desde el centro histórico hasta los modernos puentes y las verdes colinas que rodean la urbe.
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Al explorar los alrededores de la cima un laberinto de senderos y callejones escondidos se ofrece ante los ojos de los visitantes.
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El Palacio de los Príncipes-Obispos es uno de los monumentos más representativos de Lieja. Su arquitectura mezcla el estilo gótico tardío y renacentista, y fue la residencia de los príncipes-obispos que gobernaron la región durante siglos.
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El patio interior, de estilo renacentista, es un lugar perfecto para apreciar la grandeza de este complejo.
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El patio interior del Palacio de los Príncipes Obispos, de estilo renacentista, es un lugar perfecto para apreciar la grandeza de este complejo.
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El río Mosa y sus puentes son parte esencial del paisaje urbano. Caminar por las orillas del río permite descubrir panorámicas únicas de la ciudad, con edificios antiguos y modernos en armonía.
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El Carré es el barrio más animado para la vida nocturna en Lieja. Sus calles estrechas están repletas de bares, restaurantes y locales donde estudiantes y visitantes disfrutan hasta altas horas de la noche.
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La Plaza Saint-Lambert es el corazón histórico de Lieja y uno de los puntos de encuentro más concurridos. Aquí se encontraba la antigua catedral de San Lamberto.
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La Catedral de San Pablo sustituye a la antigua catedral de San Lamberto y hoy es el principal templo de la ciudad. Destaca por su imponente nave gótica y por las vidrieras que llenan de color el interior.
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Para comprender la identidad local, nada mejor que el Museo de la Vida Valona, que recorre las tradiciones, la artesanía y la vida.
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