Un palacio rústico en las montañas de Brasil
Nueva casa de ensueño de la mano de Idealista. Esta vez es el turno para este palacio tan moderno como a la vez rústico, ubicado nada menos que en plenas montañas de Brasil.
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Madera y piedra se mezclan en este palacio obra de la brasileña Eduarda Correa, que ha conseguido aunar lo rústico y tradicional con lo mas contemporáneo.
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Ubicado en las alturas, este palacio sólo apto para los bolsillos más grandes aprovecha el paraje natural privilegiado en el que está ubicado, y lo combina con los lujos más espectaculares.
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Tal y como publica Idealista, tanto en su interior como en el exterior destaca el uso de madera, cristal (para una mejor iluminación) y la búsqueda de espacios amplios.
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Una concepción del espacio diáfano que se puede apreciar en casi cualquier vista de su interior.
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Atención a la sobria pero adecuada decoración, y a la luz que traspasa sus grandes ventanales.
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Bambú y piedra se combinan con una estupenda colección de obras de arte, obras de Miró, de Di Cabalcanti o de Picasso.
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Otra imagen de su interior, con las escaleras al piso superior e incluso un piano.
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Otra de las estancias, esta vez más acogedora y recogida. Eduarda Correa ha cuidado hasta el último rincón del palacio.
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El piso superior, construído en madera y con amplia presencia de vidrio.
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De nuevo, podemos observar como la piedra, la vegetación natural, y la decoración propia de una vivienda de lujo, se alternan y complementan a la perfección.
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Idealista publica las imágenes de esta excelente mansión perdida en las montañas brasileñas.
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La bodega dispone de todo tipo de vinos y espacio para tomar lo que queramos con los amigos o la familia.
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Otra de las estancias interiores.
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No falta ni una sala de cine, perfectamente acondicionada para varias personas.
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Un pasillo que comunica una zona con otra, con un diseño de lo más vanguardista y sobrio.
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Una imagen de la entrada a la mansión, en un precioso anochecer.
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Una vista de cómo la villa se inserta a la perfección en el paisaje natural y el entorno.
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Uno de los dormitorios, en un estilo más tradicional y con amplia presencia de madera.
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Esta vez, una habitación con vistas al jardín.
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Naturalmente, no falta el spa ni la piscina, con capacidad para toda una familia de invitados.
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Un palacio en las montañas apto para la relajación.
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