
Cogerse unas vacaciones es necesario para todo trabajador, despejarse y alejarse de la oficina permite recargar las pilas, pero todo se termina. Cambiar el sonido de las olas por el de los cláxones, el bañador por la camisa, el relax por las prisas, pero, sobre todo, volver a poner la alarma del despertador. Está claro que hablamos de la vuelta al trabajo. Pero hay maneras de hacerla más llevadera.
La vuelta al trabajo afecta, en mayor o menor medida, a nuestro estado de ánimo. Por ello, una adecuada gestión del cambio es fundamental para hacerla lo menos traumática posible. Lo que puede ser diferente cuando nos encontramos teletrabajando, ya que el shock será menor.
Sin embargo, lo que es evidente es que es necesaria una correcta higiene mental para mantener nuestro bienestar psicológico. Si pese a todo notas que algo falla, quizá estés sufriendo el conocido como síndrome posvacacional.
¿Qué es el síndrome posvacacional?
El portal PSYCOM define el síndrome posvacacional como "la depresión que golpea con fuerza a una persona tras un periodo vacacional y que, a diferencia de la clínica, es de corta duración, además, comparte muchos de los síntomas característicos de un trastorno de ansiedad: estrés, insomnio, falta de energía, irritabilidad, dificultad para concentrarse, etc...".
Pero ¿por qué nos cuesta tanto regresar a la rutina? Una de las causas principales es la caída de la adrenalina que suponen las vacaciones, el descanso y la diversión. Pero esta es solo una parte de la ecuación, la otra, está en la forma en que el cerebro trata de restablecer el orden mientras se ajusta a experiencias marcadamente diferentes, es decir, el cerebro exagera las realidades de la vida cotidiana haciendo que el regreso parezca desproporcionadamente más deprimente de lo que realmente es.
Por qué cuesta volver
Una obviedad es que no a todo el mundo le cuesta lo mismo volver a la rutina después de las vacaciones. Si bien la mayoría afronta la vuelta con pesimismo y nostalgia, hay una menor parte que regresa con optimismo y positivismo a una vida ordenada y de hábitos sanos.
Esto sucede porque durante las vacaciones disponemos de mayor tiempo libre para disfrutar haciendo lo que nos apetece y nos hace sentir bien. Durante el curso del año, esta circunstancia no se da con frecuencia, ya que la mayoría de horas del día las dedicamos a las obligaciones laborales, académicas o familiares.
Consejos para afrontar la vuelta al trabajo
La vuelta al trabajo, por muy divertidas y relajantes que hayan sido las vacaciones, puede ser más llevadera de lo que crees. Al menos si sigues algunos de los consejos que exponemos a continuación, por supuesto, no es sinónimo de éxito pero seguro que será más sencillo recuperar la rutina de esta manera.
- Organizar los primeros días
Tan importante es no pensar en trabajo los días previos a la vuelta como establecer un plan nada más sentarse en la silla. Para preparar el plan hay varias opciones, dejarlo preparado y a la vista antes de irse de vacaciones o prepararlo un par de días antes de volver a la oficina, cuando ya se haya vuelto a casa.
- Pensar en positivo y motivarse
Centrar los pensamientos en todas las cosas buenas que puede traer el nuevo curso y afrontar lo que venga como un reto. Ponerse pequeños retos a corto y medio plazo también es una manera de motivarse.
- No descuidar el tiempo libre
Para que la vuelta a la rutina sea menos brusca, hay que intentar aprovechar al máximo el tiempo de ocio al finalizar la jornada laboral. Ya sea dando un paseo, viendo a los amigos, yendo al gimnasio o realizando cualquier actividad que sirva para despejar la mente.
- Llevar una vida saludable
Aunque se tenga menos tiempo para uno mismo por el horario laboral, no hay que descuidar la alimentación y hacer deporte para reducir los niveles de estrés.
- Mejorar la productividad
Durante los primeros días de vuelta a la rutina el rendimiento puede verse mermado, pero hay una serie de técnicas para mejorar la productividad que pueden ayudar a mejorarlo.
- Vuelta al teletrabajo. Si vas a realizar tu labor desde casa, los consejos van por otro lado: sé disciplinado e imponte unos horarios y unos hábitos estrictos, crea un espacio ordenado, cómodo y que sientas propio, desconecta y separa las obligaciones laborales del ocio, levántate cada cierto tiempo y estira los músculos, haz que las personas con las que convives respeten tu espacio laboral, contacta con tus compañeros para evitar el aislamiento, etc.
- Busca nuevos enfoques. Enfoca las obligaciones laborales como el camino para llegar, no solo a las vacaciones, sino a poder pagar una casa, un coche, ciertos caprichos... Los estudiantes deben enfocar la vuelta como un trampolín hacia la autonomía económica y a los más pequeños se les debe recordar que volverán a ver a sus amigos, a retomar actividades que les gustan...
- Repartición de tareas domésticas. Será conveniente hacer una pequeña planificación que haga partícipes a todos los miembros de la familia. Se dan muchos casos en los que la mujer es quien desarrolla más ansiedad al volver porque se responsabiliza de más temas de la logística de casa, los colegios y su propio trabajo. La repartición de tareas aliviará ese estado de ansiedad.