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Por qué no hay que poner cascabeles a los gatos

Los gatos son seres salvajes y domésticos con un aparato auditivo muy sofisticado. Cualquier elemento con ruido constante puede estresarles.

Los gatos son seres salvajes y domésticos con un aparato auditivo muy sofisticado. Cualquier elemento con ruido constante puede estresarles.
Lost expression | Unsplash/Bastien Hervé

Las imágenes de un gato con cascabel han circulado por la creencia popular durante mucho tiempo y en la vida real de muchos dueños de gatos se llevaba a cabo el poner el collar con el cascabel. Durante muchos años estuvo de moda poner un collar con cascabel al gato doméstico, todavía hay algunas tiendas de animales que los siguen vendiendo. De hecho, no es raro ver fotografías o pinturas de felinos con estos elementos o incluso ilustraciones de cuentos. Sin embargo, el uso del cascabel en el gato está condenado por ser perjudicial para el animal.

Aunque estos animales parezcan adorables a simple vista y los seres humanos tengamos la tendencia de vestirlos como si fuesen peluches, no hay que olvidar que estamos ante seres primariamente instintivos y cuya domesticación no se presta a ciertas actividades. Como en cualquier ser vivo, además, su personalidad dependerá de sus genes y no todos los gatos pueden ser domesticados.

Las orejas como órgano receptor

Las orejas de los gatos se encuentran constituidas por el cartílago, que es el encargado de recolectar las ondas de sonido. Su anatomía es generalmente erguida y flexible, además de tener la facultad de direccionarse, debido a que en su pabellón auditivo posee más de 30 músculos, que además les permiten mover cada oreja con independencia.

Estas características permiten que los gatos puedan recibir los sonidos con bastante claridad y detalle. En ocasiones se puede observar que a pesar de su ubicación en el espacio, al escuchar un mínimo sonido, giran sus orejas como si fueran satélites en dirección a la fuente para percibir mejor el sonido y para mejorar su agudeza auditiva, restringen totalmente su movimiento, con el fin de disminuir la interferencia y reducir los demás sonidos en el ambiente.

Generalmente las orejas son anchas en su base y de forma aguda en su parte superior, lo que hace de estas un excepcional receptor. Por ende la audición de los gatos depende en gran medida de la oreja, ya que estas reaccionan rápidamente frente a los sonidos que la envuelven estimulando el nervio auditivo, que a su vez lo transmiten al cerebro. Por ello, ponerles algo que suena cada vez que se mueven muy cerca de sus orejas es algo realmente molesto y que puede ser perjudicial para el animal.

¿Cuáles son las ventajas del cascabel?

Lo primero es que los dueños lo utilizan como localizador para saber dónde se ha metido su felino, ya sea dentro o fuera del hogar. Esto es especialmente útil dentro del propio domicilio, ya que el rango de emisión de sonido de este artilugio es bastante limitado. Los gatos son animales muy sigilosos, por lo que el cascabel actúa como un localizador o GPS y permite a los dueños saber dónde está.

Otro de los usos más extendidos de ponerle el cascabel al gato es avisar a las posibles presas de que se acerca el felino. De esta manera, las presas pueden escapar y evitar morir a manos de un gato a quien además los dueños están intentando alimentar con pienso para que sea un gato doméstico.

En este último frente, es necesario destacar que los felinos son extremadamente eficaces a la hora de cazar presas y pueden acabar con la vida de más de 20 víctimas al día. Según un estudio publicado en la revista Nature, matan hasta 22.000 millones de mamíferos solo en Estados Unidos cada año, es decir, que son responsables directos de la disminución poblacional de más de 30 especies.

¿Cuáles son las desventajas del cascabel?

El principal motivo para que no sea bueno ponerle este accesorio a los gatos, es el ruido. No solo es un sonido constante y molesto para los humanos, sino que es perjudicial para el felino.

El collar con cascabel está muy próximo a sus orejas y con el paso del tiempo someterle a esos estímulos sonoros tan fuertes de forma continua, puede provocar que el gato pierda agudeza auditiva. No es por nada, pero dañar de esa manera su pabellón auditivo es como negar parte de su instintiva naturaleza. En el peor de los casos, podría acabar completamente sordo si el cascabel es grande y muy ruidoso. Esto no está demostrado científicamente pero, si llevas un aparato pegado a tus oídos durante toda tu vida, lo normal es que produzca un deterioro del sentido auditivo.

Asimismo, el cascabel puede alterar el estado anímico. Los gatos son animales tranquilos y sigilosos y además se asustan fácilmente de los ruidos. El tintineo perpetuo puede poner nervioso al felino y causarle estrés, por no mencionar que el cascabel es incómodo. Muchos félidos intentan quitárselo o morderlo. Además, como es un adorno bastante poco natural, el gato no entiende que es eso que lleva en su cuello que encima suena y no le deja rascarse ni cazar en paz.

¿Qué alternativas existen al cascabel?

Hay muchas alternativas al cascabel del gato, empezando por usar algo que no haga ruido. Si quieres que tu felino lleve collar no hay problema, aunque es posible que le resulte incómodo. Los collares pueden ser identificativos, antiparásitos, estéticos, o llevar un chip electrónico que permita abrir la gatera, pero no tienen por qué llevar un cascabel.

Simplemente, asegúrate de que no le apriete y de que no pueda quedarse enganchado con nada. Además, como hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, existen collares para gatos con localizador que se pueden seguir desde el móvil.

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