
La lana es uno de los tejidos naturales que mejor aíslan del frío y que son más sostenibles y reutilizables. Por ello es uno de los tejidos más utilizado en los jersey, vestidos y abrigos de invierno. No obstante, se trata de un producto muchas veces caro, limitado al invierno y que tiene un gran inconveniente para muchas personas: genera picor sobre la piel desnuda.
No todos los productos de lana pican y no todas las personas sufren lo mismo. Pero, ante la perspectiva de tener que pasar el día rascándose, muchas personas renuncian a las prendas de lana y prefieren apostar por fibras sintéticas, derivadas. Y lo hacen sin saber, o ignorando, los pequeños trucos que existen para evitar que las prendas de lana piquen. Sin embargo, antes de conocer cuales son hay que saber cuál es el motivo de que la lana pique en la piel desnuda.
¿Por qué pica la lana?
La lana es una de las fibras naturales más populares y usadas alrededor del mundo. Se obtiene de los ovinos y otros animales de pelaje largo, como las llamas, las alpacas y los conejos. Es un material sumamente versátil y se emplea en la industria textil para la elaboración de gorros, guantes, bufandas, abrigos, suéteres y muchas más prendas.
Una gran cantidad de personas no se compran ropa de lana porque en algún momento se probaron alguna prenda y no aguantaron la picazón. Y aunque es cierto que algunas variedades generan comezón, no hay que generalizar o privarse de los beneficios de esta fibra natural. La reacción puede presentarse por el grosor de la fibra que se utilizó para su elaboración, ya que su estructura se basa en escamas que se sobreponen para formar el producto final.
La lana se trata de un pelo proteico de diversas capas y protegido exteriormente por un sistema de escamas enceradas con lanolina, un lípido especial de la lana, que se conoce como cutícula.
Estas escamas exteriores pueden estar más rígidas y abiertas o menos en función de la humedad, el calor, si las fibras de lana se encuentran más pegados o menos, etc. Así, cuando las fibras están muy apelmazadas las unas con las otras, la humedad es baja y hace calor, las escamas son mayores, más abiertas y más rígidas.
¿Por qué sucede esto? El motivo es que las fibras tienen diferentes cargas iónicas a lo largo de la fibra, y estas hacen que las fibras se abriguen entre ellas, rompan su estructura lineal y se apelmacen, generando "pelotas" o fibras mayores apretadas. Estas "pelotas" de pelo con las escamas más rígidas y las fibras en todas direcciones son las que provocan que la lana roce contra la piel, la descame y entre en contacto con los nervios dérmicos generando picores.
Trucos para que la lana deje de picar
El objetivo debe ser reorganizar las cargas eléctricas a lo largo de la fibra de lana para que entre todas ellas se repelan, al tener la misma carga, y se separen así las unas de las otras, generando alineamiento y una mayor suavidad. Esto puede conseguirse de manera sencilla en el hogar:
- Usando el congelador
Basta con coger la prenda de lana, colocarla en una bolsa de congelación, o cualquier bolsa hermética, para evitar que coja malos olores, y meterla un par de horas en el congelador. Mejor si son de tres a cuatro horas.
¿Por qué funciona este truco? Porque el frío actúa como reorganizador de las cargas térmicas, dejando todas las fibras cargadas negativamente, de modo que se repelan las unas a las otras.
- Usando glicerina
Basta con agregar una cucharada de glicerina, de la que se puede encontrar en farmacias o droguerías, al jabón que se utilice para lavar la lana, siempre en agua fría y a mano. La glicerina le dará una capa de carga positiva que hará que las fibras se repelan entre ellas.
Siempre es una mejor alternativa que utilizar suavizante, que termina afectando a las propiedades de la lana, pero también se puede utilizar este último.
- Usando vinagre blanco
El vinagre blanco puede ser muy útil para suavizar este tipo de tejidos. Tan solo hay que mezclar en un recipiente una copa de vinagre blanco con un litro de agua. Meter la prenda durante 15 minutos para que la solución termine de actuar. Es importante que después se lave la prenda con un jabón aromático para desprender el olor que puede dejar el vinagre.
Es obvio que para que una prenda de lana dure, debe cuidarse. Si uno quiere disfrutar de ella como si fuera el primer día es necesario que se dediquen los cuidados que requiere.
- Usando acondicionador de pelo
Una opción de urgencia es, si se tiene a mano un acondicionador del pelo, aplicar este producto sobre la prenda en suaves masajes para uniformizarlo. Esto debe hacerse una vez lavada esta en agua fría y tras media hora después de la aplicación aclararemos con abundante agua.

