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¿Cuándo debe usarse el hilo dental?

El hilo dental es un gran complemento al cepillado. No sirve para todos ni todas las ocasiones. ¿Cuándo es conveniente utilizarlo?

El hilo dental es un gran complemento al cepillado. No sirve para todos ni todas las ocasiones. ¿Cuándo es conveniente utilizarlo?
reflection of woman cleaning teeth | Pexels/CC0/Sora Shimazaki

¿Es suficiente solo con el cepillado para prevenir las enfermedades de la boca? Los expertos afirman que es insuficiente, ya que el cepillo no alcanza los espacios interdentarios. Por tanto, aparecen como complementos o el hilo dental o el colutorio. En este caso, el hilo dental sirve para eliminar los restos alimenticios y la placa depositada entre los dientes.

Por ello, el Consejo General de Dentistas indica que hay que usar la seda o el hilo dental al menos una vez al día. Su uso continuado evita en gran medida la formación de la placa bacteriana y el sarro, sin embargo, solo el 34% de los españoles utiliza a diario hilo dental en su rutina de higiene.

Pero ¿Cuál es su función? Eliminar los restos alimenticios y la placa depositada entre los dientes, que es un lugar donde no llega el cepillo. Una placa que contiene más de 300 especies bacterianas. Por lo que, si no se realiza esta higiene interdental, se deja el 35% de la superficie de los dientes sin limpiar y esas bacterias pasarán al torrente sanguíneo e incrementarán el riesgo cardiovascular.

La higiene bucal es fundamental para mantener una sonrisa saludable y prevenir problemas dentales. Además del cepillado regular, el uso del hilo dental es una parte importante de una rutina completa de cuidado bucal. Pero, ¿Cuándo es el momento adecuado para utilizar el hilo dental?

¿Qué es el hilo dental?

El hilo dental es un filamento de un grosor muy fino destinado a eliminar los restos de comida y las bacterias que se acumulan allí donde el cepillo no puede llegar: es decir, entre los dientes.

Tipos de hilo dental

Al igual que existen diferentes tipos de boca, se pueden encontrar en el mercado distintos tipos de sedas o hilos dentales. Cada tipo tiene uso concreto y que, ante cualquier duda, siempre debe ser el odontólogo quien recomiende cuál utilizar.

  1. Hilo o seda dental. Su forma redondeada es la que permite poder pasar el hilo con una mayor facilidad en los espacios interdentales. Este tipo, es el más adecuado para personas que no tienen mucho espacio entre un diente y otro, o que los tienen muy juntos y apiñados. Se pueden encontrar sin cera o con cera, lo cual hace con que se deslicen mejor y sean más resistentes. Además, también se pueden encontrar con flúor para una mayor protección.
  2. Hilo dental superfloss. El hilo dental Superfloss se realiza con seda. Fundamentalmente, está diseñado e indicado para pacientes con ortodoncia, puentes fijos y/o prótesis dentales, entre otros. Por esta razón, tiene unas secciones más rígidas y otras esponjosas. Aun así, puede ser utilizado por cualquier persona en función de sus necesidades.
  3. Cinta dental. La cinta dental cuenta con una superficie plana y más amplia. Está indicada para aquellas personas con espacios interdentales más anchos o grandes de lo habitual. Su forma aplanada lo hace menos dañino para las encías.

¿Lo deben utilizar también los niños? Se recomienda comenzar a usar el hilo hacia los 4 años de edad, con la ayuda de los padres. A partir de los 8 años, siempre que se haya aprendido la técnica correctamente, podrán empezar a utilizar el hilo dental por sí mismos.

Además, es importante recordar que la seda o hilo dental siempre se ha de introducir suavemente entre los dientes, ejerciendo en todo momento una presión lateral contra el diente. Nunca contra la encía. Si se lleva ortodoncia existen enhebradores de hilo dental que permiten seguir limpiando ese espacio entre los dientes.

¿En qué casos está recomendada la seda dental?

La seda dental es un elemento que suelen usar aquellos pacientes que han sufrido problemas derivados de unas malas pautas de higiene bucodental: enfermedades periodontales tales como la gingivitis o la periodontitis, o caries. Además, suele estar extendida la creencia de que sólo es necesario su uso en aquellos casos en los que los espacios interproximales son grandes. Sin embargo, lo ideal sería que todas las personas completaran su higiene bucal con el uso del hilo dental.

Los restos de comida y las bacterias se acumulan en todos los espacios interdentales, generando placa. Esta acumulación resulta más peligrosa en aquellos casos en los que el paciente no es consciente de ello. Por tanto, el empleo del hilo dental es esencial para completar la higiene de la boca y colabora en la prevención de afecciones bucales.

Consejos para incorporarlo a la rutina

  • Después de las comidas. Si se han consumido alimentos que tienden a quedarse atrapados entre los dientes, como carne, maíz o semillas, es recomendable utilizar el hilo dental para eliminar cualquier residuo. Esto ayuda a prevenir la acumulación de bacterias y la formación de placa.
  • Antes del cepillado. Utilizar el hilo dental antes de cepillarse los dientes puede ser beneficioso. El motivo es que al pasar el hilo entre los dientes, se eliminan los restos de alimentos y la placa, permitiendo que el cepillo de dientes y la pasta dental lleguen mejor a todas las superficies de los dientes.
  • Si se siente incomodidad o irritación. Si experimentas sensibilidad en las encías o notas inflamación, utilizar el hilo dental suavemente puede ayudar a aliviar la incomodidad. Esto ayuda a limpiar las áreas sensibles y a mantener las encías sanas.
  • No pasar la misma seda dental por distintos dientes; si no, se deslizará la placa de uno a otro.

Cómo se usa el hilo dental

  1. Cortar un trozo de hilo de una longitud aproximada de 50 centímetros.
  2. Enrollar cada extremo de en el dedo corazón de cada mano, de forma que los dedos pulgar e índice queden libres. Es importante que se enrosque la mayor parte en uno de los dedos, de manera que se pueda ir deslizando el hilo usado hacia el lado opuesto para emplear siempre hilo limpio para cada espacio interproximal.
  3. Pasar la seda en el primer espacio interdental, haciéndolo con un movimiento de vaivén o de serrucho para limpiar la superficie de los dientes.
  4. Rodear la pieza dental con el hilo y realizar el mismo movimiento alrededor del diente.
  5. Con los dedos pulgar e índice, manipular el hilo dental de tal forma que se emplee seda dental limpia para eliminar la placa.
  6. Pasar el hilo por todas las piezas dentales, realizando los dos movimientos indicados.
  7. Enjuagarse la boca para eliminar los restos de comida y placa bacteriana.

Hay que recordar que el hilo dental no debe causar dolor o sangrado excesivo. Si se experimentan molestias persistentes o sangrado excesivo, es importante consultar al dentista, ya que podría ser un signo de enfermedad de las encías u otros problemas dentales.

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