
Jóvenes y adolescentes de los años 80 hacían cambios de look muy arriesgados cada cierto tiempo, y no solamente cortándose el pelo sino que era habitual verles con el pelo teñido de colores llamativos. El objetivo no era otro que romper las normas y llamar la atención. Hoy en día son los niños los que piden esos cambios de look más radicales, por lo que se suele ver a los más pequeños con cortes de pelo imposibles de peinar e incluso y colores increíbles. Entonces surgen algunas dudas: ¿Existe algún riesgo físico para los niños? ¿Algún riesgo psicológico?
No hay que olvidar que dentro de teñirse el pelo hay muchas variaciones y opciones posibles ya que unas veces se tiñen el cabello completo y otras tan solo las puntas o algunos mechones. Hay que tener claro que los productos que se utilizan en las peluquerías contienen compuestos que cuentan con el visto bueno de las autoridades sanitarias y de consumo. No obstante, no está de más conocer los riesgos dermatológicos y los posibles problemas en los niños.
La idea de usar tintes de pelo en niños plantea una serie de consideraciones importantes relacionadas con la salud capilar y la seguridad de los productos químicos utilizados. En general, muchos expertos y pediatras desaconsejan el uso de tintes de pelo en niños, especialmente en edades tempranas, debido a varios factores. Uno de ellos es que el proceso de teñir el cabello implica la absorción de productos químicos a través del cuero cabelludo, y la exposición excesiva a estos componentes puede tener efectos a largo plazo en la salud capilar. Esto es importante ya que el cabello de los niños es más delicado y susceptible a daños, y el uso frecuente de tintes puede resultar en sequedad, fragilidad y pérdida de brillo.
La madurez emocional y la autoimagen de los niños también deben ser consideradas ya que fomentar la aceptación y la confianza en su apariencia natural es esencial para el desarrollo saludable de la autoestima. Introducir tintes capilares a una edad temprana podría influir en la percepción de la belleza de los niños, promoviendo estándares poco realistas desde una edad temprana.
Problemas del tinte de pelo en niños
- Destruye el color natural: Con el uso de tintes para el cabello se debe aplicar peróxido, el cual elimina el pigmento natural, seca el pelo y lo debilita. Es decir, al utilizar esta sustancia desde pequeño, es muy probable que en algunos años el tono natural del niño se vea afectado.
- Provoca asma: Las sustancias como el amoniaco pueden provocar que los menores desarrollen este padecimiento. La razón es el polvo de los decolorantes de cabello, ya que entra por las vías respiratorias y tras exposiciones prolongadas provoca una breve señal de asfixia, la cual es reversible al dejar de inhalar el producto.
- Alergias: Probablemente en algunos casos la reacción puede ser leve en adultos, pero en los niños puede ser mayor y provocar dermatitis en cuero cabelludo, costras y caspa. Esto sucede porque la piel y el cuero cabelludo de los niños son más sensibles que los de los adultos, lo que los hace más propensos a reacciones alérgicas a los productos químicos presentes en los tintes.
- Pérdida del cabello: El uso de los tintes capilares con altas concentraciones en monoetanolamina y peróxido de hidrógeno, provocan la caída del cabello.
- Aparición de úlceras: Ya que se trata del cabello de los niños, el cual tiende a ser mucho más suave que el de un adulto, el tinte penetra el cuero cabelludo y genera comezón, costras y úlceras. En muchos casos se puede justificar cierta picazón por ser un producto nuevo en el cabello, sin embargo las consecuencias son mucho más serias.
Teñirse el pelo para un niño es como un juego
Parece que si antes pintarse las uñas o los labios ya era todo un logro para las niñas, ahora van más allá... y, por ello, muchas personas se plantean: ¿Por qué quieren ser adultos antes de tiempo? No obstante, en ocasiones el hecho de cambiar de look y teñirse el pelo puede ser como un juego para algunos pequeños. Sin embargo, muchas otras personas piensan que no es sólo un juego, sino un acercamiento peligroso a derechos que antes estaban destinados a la edad adulta.
No obstante, hablando únicamente de salud, hay que tener en cuenta que los dermatólogos recomiendan no utilizar tintes permanentes ni decolorar el pelo de los niños antes de los 16 años. Sin embargo, sí se pueden utilizar sin problemas tintes temporales de origen vegetal. Además, para prevenir problemas alérgicos e irritativos es aconsejable utilizar tintes que no contengan parafenilendiamina. Otro componente que se recomienda evitar es el amoniaco ya que es un catalizador, es decir, una sustancia química que abre la cutícula del cabello y permite que el color penetre dentro de la fibra capilar, cambiando el color de ese tallo piloso. Por eso, los tintes que no llevan amoníaco son más respetuosos con el pH de la fibra del pelo.
¿Qué tipo de tinte es el más aconsejado para niños y adolescentes?
- Los permanentes son tintes agresivos que modifican por completo el color natural del pelo. Para que el color del tinte elegido se fije se necesita la decoloración previa del cabello, así como una serie de cuidados posteriores.
- Los semi-permanentes, en cambio, no requieren de una decoloración previa, aunque el resultado es menos eficaz que los anteriores. Suele ser la opción elegida por las personas que comienzan a teñirse por primera vez, o para aquellas que busquen un cambio de look que no sea permanente, pues el color se va perdiendo de forma paulatina con los lavados.
- Los tintes temporales tienen diversas presentaciones (geles, lacas, gominas, sprays...) y permiten aportar un toque de color y fantasía al cabello que dura tan solo unos días, pues se pierde con el lavado.
Por lo general, los expertos no recomiendan los tintes de pelo en menores de 16 años, pues el cabello de niños y adolescentes es más fino, suave y frágil que el de los adultos, por lo que puede verse afectado por los ingredientes habituales de los tintes. Si aún así, los padres apoyan la idea del tinte, es preferible optar por los semi-permanentes. Estos tintes tienen una amplia variedad de tonalidades que serán más o menos llamativas en función del color natural del cabello.