El consumo de cigarrillos, puros y vapers es un problema de salud pública que habitualmente comienza durante la adolescencia, es decir, antes de la mayoría de edad. Algo ilegal, por otra parte. Pero, ¿Por qué son adictivos? Porque su principal ingrediente es la nicotina que es un psicoactivo y debe sus propiedades adictivas al aumento de la liberación de dopamina en los circuitos del cerebro. Realmente la nicotina es un compuesto que produce efectos placenteros en el cerebro, pero suelen ser temporales y por ello las personas fuman uno y otro cigarrillo con la idea de sentirse mejor. Pero en la cantidad está el problema ya que si un individuo consume mucha nicotina puede enfrentarse a una intoxicación.
Hay que recordar que en la sociedad, la nicotina es, junto con el alcohol, una de las sustancias psicoactivas más consumidas. Pero, ¿Qué es la nicotina? Es un alcaloide presente en la planta del tabaco que se suele administrar quemando sus hojas y aspirando el humo resultante, es decir, mediante lo que se conoce como fumar cigarrillos. Lo más destacado de esta sustancia es su gran poder adictivo, que es el que hace que quienes fuman quieran seguir haciéndolo y no puedan dejarlo fácilmente, algo que hace que estén constantemente expuestos a las sustancias cancerígenas y dañinas que están presentes en el tabaco. Además, tampoco hay que olvidar que la nicotina es muy tóxica y, como sucede con todos los tóxicos, hay un umbral de consumo a partir del cual produce toxicidad aguda y, cuando se supera una determinada dosis, resulta letal.
Entonces, ¿Podría darse el caso de una sobredosis de nicotina? Afirmativo, además, es un problema serio que puede ocurrir tanto en fumadores como en usuarios de productos de nicotina alternativos, como cigarrillos electrónicos, parches, chicles y otros productos de tabaco sin combustión.
Síntomas de la intoxicación o sobredosis de nicotina
- Palidez
- Sudoración excesiva
- Dolor abdominal
- Cefalea
- Diarrea
- Mareo
- Audición y visión alteradas
- Temblor
- Confusión mental
- Debilidad
- Postración
- Hipotensión
- Colapso circulatorio
- Fallo respiratorio
- Salivación
- Náuseas
- Vómitos
- Convulsiones terminales
Riesgos de la sobredosis de nicotina
Uno de los principales riesgos de una sobredosis de nicotina es la toxicidad aguda, que puede manifestarse rápidamente tras la exposición a una dosis elevada, para reconocerlo hay que saber que los síntomas iniciales suelen incluir náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos y aumento de la salivación. En casos más severos, pueden presentarse síntomas neurológicos como confusión, agitación, convulsiones y, en situaciones extremas, coma. Pero no solo eso sino que la nicotina también afecta al sistema cardiovascular, lo que puede provocar palpitaciones, hipertensión, taquicardia y, en casos graves, arritmias cardíacas.
Además, una sobredosis de nicotina puede causar problemas respiratorios, tanto que dosis altas pueden llevar a una parálisis respiratoria debido a la acción de la nicotina en los músculos respiratorios y en el centro respiratorio del cerebro. Esto puede resultar en dificultad para respirar o incluso insuficiencia respiratoria en casos muy graves.
Hay que tener en cuenta también que la sobredosis de nicotina no solo afecta a los adultos, sino que representa un riesgo particular para los niños. El motivo es que, en ocasiones, puede producirse una ingestión accidental de productos que contienen nicotina, que puede resultar en una intoxicación severa en niños debido a su menor peso corporal y mayor sensibilidad a la nicotina.
Dependencia de la nicotina
Estas situaciones se presentan porque hay personas que generan adicción a la nicotina, y esta se da porque mientras una persona más fuma, más requiere de nicotina para sentirse bien. Al ser tan adictiva, cuando se trata de poner fin a su consumo, es posible que experimente cambios mentales y físicos, que es a lo que se le conoce como la abstinencia de nicotina. Los signos de dependencia son los siguiente:
- La persona no puede dejar de fumar. Los consumidores realizan uno o más intentos serios, pero infructuosos para lograr este objetivo.
- Se presentan síntomas de abstinencia cuando se trata de dejar de fumar. En este caso es posible que en el objetivo de dejar de fumar se causen síntomas físicos y relacionados con el estado de ánimo, como fuertes antojos, ansiedad, irritabilidad, agitación, dificultad para concentrarse, estado de ánimo deprimido, frustración, ira, aumento del hambre, insomnio, estreñimiento o diarrea.
- Se sigue fumando a pesar de los problemas de salud. Aunque la persona haya desarrollado problemas de salud con sus pulmones o el corazón, no es posible dejar de fumar.
- Abandono de las actividades sociales. Es posible que el adicto a la nicotina deje de ir a restaurantes libres de humo o deje de socializar con la familia o los amigos porque no puede fumar en estas situaciones.