David Bustamante: una montaña rusa de cambios físicos
El cantante ha experimentado multitud de cambios a lo largo de su carrera y aunque reconoce que es un gran aficionado al ejercicio, también ha pasado por etapas más relajadas.
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Una imagen reciente de David Bustamante durante un concierto el pasado 30 de noviembre en Ponferrada ha dado mucho que hablar por el nuevo cambio físico que ha experimentado el cantante. Lo cierto es que ha bajado y subido de peso en varias ocasiones durante toda su carrera.
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David Bustamante comenzó su carrera en Operación Triunfo con un físico con un aspecto juvenil y trabajado.
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Con el paso del tiempo y tras conocer a Paula Echevarría, cogió algunos kilos que sin embargo terminaría perdiendo años después.
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Ambos experimentaron una notable pérdida de peso, convirtiéndose en una de las parejas más famosas y más deseadas de nuestro país.
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Bustamante comenzó un proceso de transformación que le convirtió en toda una escultura.
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El artista llegó a presumir de abdominales y bíceps en la portada de la revista FHM, donde protagonizó un reportaje de infarto en el que reconoció además que el deporte le cambió la vida. "Pasados los 20, llevé una vida más sedentaria. Dejé de hacer deporte, no encontraba el momento de retomarlo, comía de todo, no me cuidaba", explicó entonces.
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En 2015 sufrió una lesión que le obligó a aparcar el ejercicio físico de forma temporal. En lo últimos meses de matrimonio con Paula Echevarría, vimos a un Bustamante más fofisano, con tendencia a engordar y, sobre todo, muy harto de que le llamaran "gordo".
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Durante su paso por Bailando con las estrellas en 2018 se volvió a poner en forma y aprovechó que el ejercicio le puso en forma para presumir de su nuevo cambio en las redes sociales.
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A pesar de que el gimnasio es uno de sus sitios favoritos, lo cierto es que en los últimos meses ha vuelto a subir de peso.
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Consciente de que cada vez que sube o baja de peso es tema de conversación, lanzó un mensaje en el que animaba a los demás a sentirse bien consigo mismos: "Hay etapas en las que uno tiene una vida más sedentaria porque estás más apático o más triste y simplemente no te apetece entrenar. Hay que respetar los momentos y el tiempo. Todos tenemos un espejo en casa y no debemos comentar el aspecto físico de la otra persona, ni decirle si ha adelgazado o engordado".
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