El yoga es una práctica milenaria que lleva décadas asentada en el mundo occidental. Se considera un deporte y, gracias a ella, se consiguen beneficios para la salud física y mental. Gracias a esto, en los últimos años el yoga se ha extendido y se ha creado una disciplina centrada únicamente en los músculos de la cara. El yoga facial permite mantener un rostro terso mediante ejercicios muy sencillos. Al igual que el yoga, esta técnica, relaja y libera el estrés acumulado en el rostro. Pero no solo eso sino que también oxigena la piel, activa y tonifica los músculos de la cara, mejorando la circulación sanguínea.
¿Qué es el yoga facial?
El yoga facial es una técnica que consiste en una serie de estiramientos, ejercicios de tonificación y masajes que ayudan a que los músculos del rostro mantengan su fortaleza y elasticidad, recuperando al rostro su estado más juvenil. Estos ejercicios van dirigidos a personas de todas las edades y con todos los tipos de piel, además, solo llevan unos minutos.
Hay que recordar que, según esta disciplina, el rostro tiene muchos puntos de energía que al ejercitarlos mejora el crecimiento personal y por lo tanto físico. Es decir, es una disciplina que está más centrada en mejorar el estado anímico y por consiguiente el físico. Por ello, objetivos como mejorar la salud y bienestar tanto del rostro como del cuello y el escote, son posibles gracias a esta técnica que oxigena la piel de la cara y estimula el riego sanguíneo generando bienestar en el área facial.
Por lo general, si uno es constante y realiza al menos 10 minutos de ejercicios al día, estos ayudarán a reafirmar los rasgos y atenuar al mismo tiempo la aparición de arrugas y líneas de expresión. Además, contribuyen a mejorar la regeneración celular y el flujo sanguíneo, oxigenando los tejidos desde las capas más profundas.
Beneficios para el rostro
- Tonificación muscular y firmeza: El rostro tiene más de 50 músculos que, al igual que los del cuerpo, pueden perder firmeza con el tiempo. Los ejercicios de yoga facial ayudan a fortalecer y tonificar estos músculos, lo que contribuye a reducir la flacidez y a mantener una apariencia más juvenil.
- Combate la flacidez: La falta de hidratación o el poco ejercicio físico puede propiciar la flacidez del rostro. De modo que, incorporando la práctica del yoga facial se conseguirán activar los músculos del rostro así como mejorar la circulación de los vasos sanguíneos, mejorando el aspecto visible de la piel.
- Aporta flexibilidad a la piel: Cuanto más flexible sea la piel del rostro, más tarde sufrirá su envejecimiento. Así, el cutis permanece más terso permitiendo incluso no solo atenuar sino eliminar arrugas. Sin embargo, la flexibilidad de la piel no solo se consigue con la práctica de ejercicios de yoga sino combinándolos con hidratación tanto interna como externa. Oxigenar la piel ayudará a que ésta circule y que los productos hidratantes se absorban con más eficacia. Así, la combinación de ambos hábitos, de forma constante, hará aumentar los beneficios de los ejercicios faciales.
- Reducción de arrugas: Mediante movimientos específicos, el yoga facial estimula la producción de colágeno y elastina, proteínas clave para la elasticidad de la piel. Con una práctica regular, es posible suavizar líneas de expresión y prevenir la formación de nuevas arrugas.
- Mejora de la circulación: Los masajes y ejercicios del yoga facial aumentan el flujo sanguíneo hacia la piel, lo que mejora la oxigenación y la nutrición celular. Esto se traduce en un rostro más luminoso, con un tono uniforme y una apariencia revitalizada.
- Estimulación del drenaje linfático: Los movimientos suaves en el yoga facial favorecen el drenaje de toxinas a través del sistema linfático, lo que reduce la hinchazón, las bolsas bajo los ojos y mejora la definición facial.
¿Cuánto tarda en hacer efecto el yoga facial?
Una de las grandes ventajas de este método es que se pueden conseguir resultados de manera muy rápida sin demasiado esfuerzo. De hecho, se necesitan apenas 10 días para ir notando los avances. Recordemos que hay 70 músculos en la cara, que permiten todas las expresiones faciales y, como los de cualquier otra parte del cuerpo, un buen entrenamiento es una ayuda valiosa para mantenerlos tonificados, vitales, desafiando el tiempo y la gravedad.
Ejercicios más comunes
- Lifting total: Este ejercicio rejuvenece, eleva y tonifica los músculos de la cara y el cuello. Suaviza y revitaliza notablemente la piel de la cara, el cuello y el escote, generando una apariencia radiante. Es tan sencillo como respirar hondo y hacer con la boca una "O" larga y fina. Hay que sostener esta pose por unos segundos, respirar y sentir cómo se estiran los músculos. A continuación se debe poner el labio inferior y superior hacia adentro, sobre los dientes y sostener la pose. Ahora, hay que elevar las mejillas como cuando se sonríe.
- Papada y retención de líquidos: Ejercitar el músculo Platisma es clave para evitar la retención de líquidos, previniendo y revirtiendo la papada. Para realizar estos ejercicios se deben colocar las manos sobre el pecho, elevar el mentón, sin presionar cervicales. Luego hay que mantener esta posición, realizar el gesto de un beso bien pronunciado hacia adelante, alternando contracción y relajación, durante diez repeticiones. Luego, relajar el cuello y repetir el ejercicio completo nuevamente.
- Mejillas: Trabaja el óvalo facial definiendo, tonificando los músculos maseteros, cigomáticos y orbiculares de los labios, entre otros. Para este ejercicio hay que realizar con los labios el gesto de la vocal O, introducir el dedo pulgar en la boca y succionar. Realizar tres series de diez repeticiones.