Menú

Libertad Digital y su aportación a España (y a la Hispanidad)

Muchos se han extrañado de que LD critique con dureza tanto a la izquierda como a la derecha, aunque su posicionamiento ideológico esté más cerca del liberalismo, conservador, social o libertario.

Muchos se han extrañado de que LD critique con dureza tanto a la izquierda como a la derecha, aunque su posicionamiento ideológico esté más cerca del liberalismo, conservador, social o libertario.
Una enorme bandera de España en la manifestación contra el separatismo en Barcelona. | LD/Agencias

No hace mucho tiempo Javier Rubio, uno de los fundadores de Libertad Digital y quien, con Javier Somalo, decidió mi incorporación a este proyecto como colaborador sistemático y luego accionista, en respuesta a un saludo previo mío (siempre tengo presente a estos Javieres), me escribió: "A pesar de lo lejos que me van quedando aquellos años, la relación contigo está entre mis mejores recuerdos de los de LD, me reconforta tu agradecimiento". Quede constancia. Sólo los malos son desagradecidos, se lee en El Quijote.

Como diversas circunstancias me han hecho imposible asistir a la celebración del XXV aniversario de la fundación de esta aventura española, filosófica, política y empresarial, me he dicho que no podía dejar pasar la fecha sin exponer pensamientos y sentimientos que han arraigado vivamente en mí tras aquel enero de 2008, momento en el que comenzaron mis contribuciones a su acontecer diario.

El poeta zamorano, León Felipe, libertario, exiliado y traductor afamado del liberalísimo Walt Whitman, fue reencontrado en la España de la década de los 60 bajo un título patético, Antología rota, que los adolescentes buscábamos como posesos en librerías sospechosas. Entre sus versos había unos dedicados expresamente al soldado victorioso y dictador, Francisco Franco. Decían así:

"Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo…
Mas yo te dejo mudo… ¡mudo!
Y ¿cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?"

Al margen de otras consideraciones posibles, permítanme que me centre en la canción, la protagonista esencial del poema. Hubo una España, la España abierta y conviviente, que fue sepultada por los Hunos y los Hotros. Sin número ordinal. No nata, o apenas nacida, fue abortada por el desorden y la voluntad de exterminio del adversario. Fue esa España la que entre todos dejaron muda. Inesperada y casi milagrosamente, revivió en la Transición, aunque desde el origen fue asaetada por traiciones diversas hasta el punto que hoy yace de nuevo moribunda ante nuestros ojos.

¿Cómo pudo ocurrir? Para mí, pasados los años de estupidez juvenil e ignorancia supina, la España de la esperanza resultó malherida porque fue incapaz de encontrar su canción, de componer una canción que aunara razones y emociones y desanimara y derrotara a los que, armados de gritos, pistolas, consignas, robos y bastardeos desafinados con la convivencia y la verdad histórica, terminaron por apoderarse del futuro siendo como eran pasado, el peor de los pasados.

Cuando me preguntaba por la aportación de Libertad Digital a España, y a la Hispanidad, porque su presencia en todos los rincones de habla española ha sido y es muy relevante e influyente, concluí que lo esencial de su contribución a la nación fue la recuperación de la canción que quedó oculta entre la dictadura que ganó la guerra y la dictadura que la perdió.

Este proyecto ha sido y es la letra y la música de una canción que ha puesto la verdad, la libertad y el ser nacional por encima de todo y que, gracia a ese empeño titánico, ha dotado a la España del porvenir de una melodía que puede ser común, compartida y cantada por una gran mayoría.

Cuando me invitaron a escribir en sus páginas y a participar, a veces, en sus emisiones de radio y TV, este proyecto era considerado de "extrema derecha", una calumnia a sabiendas porque desde su nacimiento se mostró, y continúa haciéndolo, como una propuesta esencialmente liberal y coral, con voces altas, medias y bajas, pero todas ellas democráticas.

Pero, claro, en la España posfelipista, lo que no era de izquierdas era un dóberman. Y en las derechas, lo que no estaba controlado era peligroso y sospechoso de criterio propio y libertad, precisamente su denominación pública. Más aún cuando se estaba componiendo una canción que podía vertebrar una España libre y compartida sin abdicación de las propias convicciones.

Tan es así que una persona, en su día muy cercana, dijo de mí, cuando me incorporé a sus actividades, que "jamás me perdonaría haber decidido colaborar con esta empresa", yo, que había estado en la cárcel franquista y que había sacrificado no pocas horas, bienes y oportunidades en apoyar una España más cooperativa y justa con sus trabajadores y marginados. Es lo que tiene la anestesia narcisista de quien sólo siente lo que le hace feliz y superior sin atender a la verdad de lo que ocurrió y ocurre.

Desde 1982, mi evolución personal, desde la experiencia, evidente hasta para los tuertos, de una corrupción sistémica en los partidos políticos y sindicatos de la peor clase a las conclusiones derivadas de un ejercicio metódico del periodismo de investigación, conducía mi trayectoria hacia unas convicciones esenciales que me llevaron a Libertad Digital, ocho después de su nacimiento.

No hay nada si no hay vida; no hay vida humana digna si no hay libertad, oportunidad de decisión y prosperidad personal; no hay libertad ni convivencia posible sin información veraz y conocimiento suficiente de la verdad de las cosas, respeto por las reglas y buena voluntad y todo ello resulta imposible sin reconocerse heredero de un pasado nacional y una civilización, la occidental, con sus pecados y sus virtudes.

La canción que Libertad Digital aporta a España y la Hispanidad

En su partitura yo detecto algunas combinaciones armoniosas de notas. Como mi conocimiento musical es mejorable, es seguro que otros más sabios que yo encontrarán mixturas más claras y distintas. Pero en este XXV aniversario, yo escucho determinadas melodías con suficiente capacidad de hacer surgir razones y emociones:

1.-Libertad sin complejos ni ataduras

Se ha tratado y se trata de expresar con toda libertad lo que se percibe como verdadero y real sin importar otra cosa que el servicio a los ciudadanos. Muchos se han extrañado de que LD critique con dureza tanto a la izquierda como a la derecha, aunque su posicionamiento ideológico esté más cerca del liberalismo, conservador, social o libertario.

La superación del miedo, del escénico y del otro, sólo es posible cuando no hay dependencia financiera u organizativa de entidades con capacidad de cerrar grifos y cortar cabezas. Poco a poco, gracias al tesón de su grupo fundacional y luego a Federico Jiménez Losantos, la libertad de maniobra ha crecido hasta el punto de que hoy nadie puede, salvo mal usando la ley o contratando el crimen, impedir que hechos, argumentos y reflexiones se ofrezcan en cascada desde las seis de la mañana hasta la madrugada.

2.-La batalla cultural

Se llama así ahora, pero a lo que se refiere la expresión es a la preeminencia de los hechos sobre las consignas ideológicas y al valor de exponer racionalmente las propias conclusiones en una nueva composición de la realidad nacional. Es lo que se lleva haciendo en Libertad Digital desde su fundación. La hegemonía ideológica y conceptual de una izquierda que oculta sistemáticamente su pasado y sus errores hacía necesaria una puesta en cuestión de todos sus postulados afectados por la tergiversación y el silencio.

El prestigio del socialismo – ese "cristianismo laico", decía Nietzsche -, se deriva precisamente de su relación con la deformación de esa visión religiosa, hábilmente manipulada por quienes, en realidad, quieren acabar con toda religión. Oculta bajo esa aparente superioridad moral, latía y late una concepción discutible, para muchos probadamente equivocada, sobre el modo de conseguir una sociedad convivible.

Desde su aparición, LD ha sido implacable en la exposición de los crímenes, escándalos, robos, falsedades y traiciones de todos los que aspiran a organizar la vida pública coaccionando la libertad de los ciudadanos y sus familias, la realidad ontológica esencial de una comunidad nacional e internacional.

Su defensa de los valores democráticos ha sido tal que, cuando la alternancia política estuvo amenazada tanto en el conjunto de España como en regiones, como el caso andaluz, su esfuerzo para desmontar los intentos autoritarios fue descomunal. ¿Qué habría sido del PP e incluso de Vox, de Ciudadanos, de UPyD y todos los intentos de devolver la democracia a los ciudadanos tras el 11-M, por poner un solo ejemplo, de no estar firme y libre este medio ante las patrañas encaminadas a cambiar el rumbo de la democracia española?

En Andalucía, ¿habría sido posible el cambio político y la alternancia en el poder sin la investigación sistemática y minuciosa de la ocupación socialista de casi todas las instituciones que este proyecto aportó, junto con otros medios de comunicación, blogs e intelectuales y escritores, como pieza de convicción esencial para los ciudadanos?

3.-La competencia intelectual

Gracias a sus trabajadores y colaboradores, de alto nivel profesional e intelectual, la canción para una España diferente, por su base liberal, la única base posible para la convivencia, a la conocida ha ido siendo compuesta. Gracias a sus firmas y sus responsables, se ha ido trazando un mapa inequívoco de nuevas perspectivas para el análisis y la comprensión de la realidad nacional española.

Desde La Ilustración Liberal, uno de sus ingenios, a sus páginas de Cultura y el Club de Libertad Digital, los editoriales diarios que coronan la información indiscutible y veraz, las columnas de opinión y los libros escritos por los colaboradores, se puso en marcha una revisión de la idea de España esparcida por la izquierda desde la Transición.

Desde la crítica de la historia del comunismo a la defensa de la tauromaquia, la competencia intelectual, filosófica y política de los autores ha dotado de una "canción" inteligible y fundada que hace posible una partitura inteligible, plural y compatible con variaciones que han nutrido la defensa de una idea de España lejana al totalitarismo, tanto de izquierdas como nacionalista.

Libertad Digital ha suministrado a los ciudadanos españoles un arsenal de datos y argumentos que permiten competir con solvencia, racionalidad y potencia a los habituales estribillos demagógicos de quienes están utilizando la democracia y sus fundamentos de libertad para destruir la Transición democrática y la nación española, algo que ya no discuten siquiera muchos de los componentes de la izquierda.

Con ellos, puede disponerse de una nueva mirada sobre la historia de España, sobre el papel de España en Europa y América (véase la presencia de autores hispanoamericanos en su columnata), sobre la realidad de la Guerra Civil Española e incluso del franquismo. La leyenda negra, la leyenda roja o la leyenda azul han sido desmontadas nota a nota por la nueva canción que permite interiorizar de otro modo lo que somos y hemos sido para que podamos ser, de una vez, lo que nunca hemos dejado de ser, una de las naciones más decisivas de la historia universal. Pero, por fin, desde la libertad.

A pesar de la modestia de sus medios, la labor de investigación periodística se ha desarrollado con pulcritud, dando a conocer numerosos escándalos políticos. En toda su existencia, son contadas las querellas interpuestas contra los autores de las informaciones y muchas menos las condenas.

Esto es, se ha ceñido a la veracidad de la información de fuentes y documentos fiables que han ensanchado la libertad de opinión de los ciudadanos. Son difícilmente numerables los casos que han salido de su factoría, siendo especialmente relevantes los que actualmente manan de su información de tribunales.

4.-Un estilo espectacular con sentido del humor

Quizá una de las contribuciones más curiosas e ingeniosas del proyecto ha sido su sentido del espectáculo, conscientes de que había que llegar al corazón y a la cabeza de grandes conjuntos de ciudadanos, acompañado de un desenfadado, e incluso descarado, sentido del humor con el que se ha pretendido desenmascarar la falsa solemnidad de los salmos habituales de la propaganda izquierdista y /o nacionalista.

Con su estilo peculiar, cada cual y sin perder nunca el rigor y la fidelidad a los hechos, lo ha consumado. Pasa muchas veces desapercibida que la tensión ambiental quedaba descargada por un ramillete de comicidades o deformaciones caricaturescas de las realidades expuestas. Se decía antes que la letra con sangre entra. Mejor, la letra y la música con risa o con sonrisa entran. En mi opinión, imitando sabiamente a la madre de todo espectáculo ceremonial, la Iglesia, Libertad Digital ha consumado un estilo que ha combinado la crítica con el humor.

Desde los versos satíricos imponentes a los espacios expresamente cómicos y a los apodos intencionadamente precisos ("Oscargután", "el Leninin de la Complu", "Z-Eta-P", "Pillarejo", "Kemala Harris", "López Cobrador", "Greta Zombie", "el estafermo", "Baby Macbeth", entre otros muchos, la mayoría originales de Federico Jiménez Losantos), ha sido posible combinar la precisión con la distensión.

Igualmente, la seriedad de la historia, el derecho, las leyes, la política, el pensamiento y la ética se ha mezclado inteligentemente con las realidades de otros mundos paralelos como el universo del "corazón", el deporte o los toros, atrayendo a miles de oyentes y simpatizantes de los mismos mensajes de fondo envueltos en continentes menos solemnes y más propicios para la ironía y el gusto.

En otras palabras, se ha puesto en circulación un modo moral de ejercer la profesión de informar sin aburrir y de criticar sin crispar. Pecados habrá, tal vez algún exceso o alguna demasía, pero, en 25 años, lo que han primado son el rigor y el humor, como siempre han enseñado los grandes de la España de la comunicación.

A modo de conclusión

No es todo. No es suficiente. Hay ausencias, imperfecciones, olvidos. Cierto, todo cierto. Pero no se olvide lo principal. Este grupo empresarial, profesional e intelectual ha contribuido destacadamente a rescatar la canción que la España abandonada necesitaba para despertar y emerger en la historia nacional, ocupada tradicionalmente por oligarquías y luego por burocracias partidistas.

A pesar de todo - siempre hay diferencias y matices, vacíos y entuertos, errores y pecados -, me siento muy agradecido por haber sido invitado a participar en esta aventura moral y nacional y me siento muy orgulloso de haber contribuido a ello desde la limitación de mi estatura y de mis medios. Por si fuera poco, he conocido a personas muy inteligentes y valiosas, a pensadores muy profundos y certeros y he encontrado amigos que no tienen ni el dinero, ni la fama ni el poder entre sus prioridades, lo cual es un don del cielo.

La canción que se ha compuesto en estos años ya no podrá llevársela nadie ni podrá separarse del trigo y del fuego nacionales. Espero que poco a poco se vaya convirtiendo en un canto común a la verdad, sin la cual la libertad es imposible. Desde mi descreimiento, Deo gratias.

Temas

0
comentarios