"Haunt, el cómic que mezcla a lo bestia a Spiderman, Spawn, Venom o Lobezno". Así titulé hace unos meses la reseña del primer tomo que Planeta publicaba sobre este personaje, muy macarra, que había salido de las mentes y pinceles de autores de sobra conocidos en el mundo de los cómics. Hablamos de Todd McFarlane, Robert Kirkman, Greg Capullo y Ryan Ottley, autores que, entre otras cosas han dado lugar a las aventuras de Spawn, The Walking Dead o incluso de Batman.
Ahora llega a España una nueva cabecera del personaje, su segundo ciclo, que no tiene a los mismo autores, tampoco dibujantes, y que supone un antes y un después para nuestro país ya que nunca antes había llegado este material a nuestras librerías. Estamos, por lo tanto, ante un material inédito que tiene el duro objetivo de igualar o superar a lo visto anteriormente en el primer tomo de la colección.
Antes de seguir con la reseña, vamos con el apartado técnico del cómic: guion de Joe Casey, dibujo de Nathan Fox, contiene Haunt #19-28 (material inédito), cartoné tapa dura, 232 páginas y un precio de 40 euros.
Vamos con la reseña
Nuevo rumbo, alejado del primer ciclo
Cuando te dan una cabecera, tanto a nivel de guion como de dibujo, y tienes como predecesores a Todd McFarlane, Robert Kirkman, Greg Capullo y Ryan Ottley, lo más normal es que no superes el listón que te han dejado. Es lo normal. Y creo que es la gran primera pregunta que hay que hacerse con este segundo tomo de Haunt para resolver las dudas y controlar las expectativas de aquellos que, teniendo el primero, se quieran acercar al segundo.
¿Iguala o mejora este Haunt lo hecho anteriormente? No. Eso vaya por delante. Pero ojo, eso no quiere decir que estemos ante un mal cómic o ante una obra que no merezca la pena tener tras haber leído los primeros 18 números del personaje. Digo todo esto porque las expectativas en este tipo de cosas deben de ser controladas, porque cometes un error en ese sentido y un buen cómic como este puede caer en el ostracismo por el hecho de intentar compararlo con el primero. Todo el mundo ya sabía que no iba a superar al primero. Era lo más normal. Los nombres de los autores lo dejaban claro desde el principio, sin embargo, eso no quiere decir que este segundo ciclo no valga la pena. Eso sí, hay que acercarse a él con la información necesaria como para no llevarse un ‘chasco’ por el simple hecho de abordarlo de una manera equivocada.
Este Haunt tiene un enfoque muy diferente a lo visto en el primer arco. Aquí el factor sorpresa desaparece y tampoco veremos tanto aspecto de agente secreto como lo que vimos en las primeras 18 grapas. Joe Casey se centra mucho más en el duelo entre bien y el mal que hay dentro del personaje y lo junta con una especia de iglesia oscura que domina la ciudad y que, en principio, forma parte de una conspiración religiosa en la sombra. Además, la relación entre los hermanos Kilgore será caótica e insostenible. Todo ello con sangre, sexo, violencia y destrucción, es decir, los mismos ingredientes que tuvo la primera parte, aunque no tan contundente.
Eso sí, aquí ganamos un personaje que a mí me ha fascinado. Entra en acción una especie de Constantine llamado Still Harvey Tubman , que deja los mejores momentos de esta segunda etapa. Conoceremos parte de su pasado, su modo de operar y también su afilado sentido del humor. Es sin duda el gran descubrimiento de este cómic y con él llegarán los mejores momentos del mismo.
A nivel de dibujo tengo una lucha interna con este segundo arco. Por un lado he tenido momentos de no saber muy bien qué estoy viendo y eso, para mí gusto, no debería ser así. Aunque haya sangre y violencia, me gusta ver con facilidad lo que me plantea el guion y en este caso, a veces, se pierde bastante tiempo en entender lo que estás viendo. Aún así, eso no pasa siempre ni mucho menos y cuando llevas un tiempo leyendo este Haunt de Nathan Fox, la verdad es que te acaba convenciendo su carácter sucio y salvaje. No es para todos los gustos, pero entre el odio y el amor, al final me decanto por lo segundo. Ojo, no esperéis el nivel del primer arco, que es mucho mejor por parte de Greg Capullo y Ryan Ottley. Son dos estilos totalmente diferentes.
Os dejo varios ejemplos del dibujo de este segundo ciclo:
Conclusión: no vayas con la idea de compararlo con el primer tomo. Es mi gran recomendación. Esto es muy diferente en guion y dibujo. Si vas con la idea de encontrar lo mismo que en las 18 primeras grapas puedes llevarte un chasco importante. Ojo, este no es un mal cómic ni de lejos. Es entretenido, se lee del tirón, tiene grandes escenas de acción y ganamos un personaje espectacular, pero no es el primer arco. Tengan eso en cuenta. El final, por cierto, muy mejorable. Si gustan, disfruten de la lectura.