
El español está lleno de expresiones, frases hechas y refranes para referirse a casi todo tipo de situaciones, aunque muchos no conocen la historia u origen de estas. Un ejemplo es "no hay moros en la costa". ¿Qué significa y cuándo se utiliza?
Significado y origen histórico
El Diccionario de la lengua española recoge la locución verbal "haber moros en la costa", que significa: "Para recomendar precaución y cautela". Por lo que "no hay moros en la costa" advierte que no hay peligro ni amenaza, todo está en orden.
Esta expresión tiene su origen en la ocupación musulmana de la Península durante ocho siglos —antes se les conocía como "moros", aunque en el lenguaje actual se considera una forma despectiva de referirse a esta cultura—, y en los ataques de los piratas berberiscos —procedentes del norte de África— a los pueblos del Mediterráneo durante más de dos siglos. La expresión también se utiliza actualmente cuando alguien quiere salir de un sitio sin que nadie se percate.
Cabe destacar que, una vez finalizada la Reconquista en 1492 y la expulsión musulmana, el peligro no cesó, pues algunas localidades del sur y el este de la Península seguían temiendo el posible regreso de estos pueblos. Por lo que se tomaron algunas medidas, como instalar una serie de torres ("atalayas") para vigilar la costa y alertar de posibles extraños al grito de "hay moros en la costa". Por el contrario, si no se veía nadie, decían "no hay moros en la costa".
Expresiones similares
Otra expresión que toma como referencia un gentilicio es "trabajar como un chino" o "un trabajo de chinos", que indica que algo es difícil y laborioso de realizar. Este dicho toma como referencia al pueblo chino por su capacidad de trabajar y su paciencia, y tiene su origen en la fiebre del oro de EEUU, donde muchos inmigrantes chinos llegaron al país para trabajar en el ferrocarril (principalmente) en unas condiciones laborales muy duras.
Por otro lado, "negro" también forma muchas expresiones como "dinero negro" —aquel que es ilegal y no ha sido declarado a las autoridades fiscales—, "negro literario" —alguien que escribe un libro a una persona sin figurar su nombre en la portada—, "tener la negra" —mala suerte—, etc.
Aunque estas expresiones se siguen utilizando en la actualidad, cada vez son menos frecuentes en el lenguaje por sus connotaciones negativas, por lo que muchos evitan el uso de estos términos que puedan resultar ofensivos o inapropiados en determinados contextos.