
El español es uno de los idiomas más ricos en expresiones y refranes, muchos de los cuales se emplean en el habla cotidiana sin que conozcamos su origen. Una de ellas es "no hay tu tía", usada para indicar que algo no tiene remedio, pero que en realidad proviene de una forma muy distinta. ¿Qué dice la Real Academia Española (RAE) sobre esta locución?
¿Correcto o incorrecto?
La RAE ha señalado que "no hay tutía" es la forma original y correcta de esta expresión. Según la institución, se trata de una locución verbal coloquial que significa que "es imposible hacer nada para cambiar las cosas". La variante "no hay tu tía" se ha popularizado con el tiempo por su parecido fonético, aunque se considera una reinterpretación errónea de la frase original. Aun así, la RAE admite su uso debido a su extensión en el habla.
Consultas de la semana | ¿Se escribe «no hay tu tía» o «no hay tutía»?
La forma canónica es «no hay tutía», pero se admite la variante «no hay tu tía». Tienen el sentido figurado de 'no hay remedio', porque la tutía o atutía (óxido de cinc) se usaba en ungüentos medicinales. pic.twitter.com/jJl03Q4Som
— RAE (@RAEinforma) June 27, 2025
La palabra "tutía" hacía referencia a un ungüento medicinal elaborado con óxido de cinc que se empleaba antiguamente para curar diversas dolencias, especialmente las oculares. Cuando este remedio no era eficaz, se decía que "no había tutía", es decir, que no existía solución.
Arabismos y evolución
La RAE ha destacado que "tutía" proviene de "atutía", término que aparece recogido en el Diccionario de la lengua castellana de 1770, donde se definía como "medicina con que se curan algunas enfermedades de los ojos". Su origen es árabe (tutiyā), lo que evidencia la huella que dejaron los arabismos en el español durante los ocho siglos de presencia árabe en la península ibérica. De hecho, expresiones como "fulano" (de fulān, ‘persona cualquiera’) o "mengano" (de man kān, ‘quien sea’) también comparten esta raíz.
¿Por qué se dice "no hay tu tía"?
La forma "no hay tu tía" es el resultado de la pérdida de uso del término original, que llevó a los hablantes a reinterpretar la locución como si hiciera referencia a un familiar cercano. La RAE ha aclarado que "la falta de uso del sustantivo (a)tutía en el español actual ha dado lugar a la interpretación errónea de la expresión en la forma". Este proceso es habitual en la evolución del lenguaje, ya que muchas expresiones se transmiten de manera oral y pierden su grafía correcta con el paso de los años. En conclusión:
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No hay tutía: forma correcta y original, que alude a la inexistencia de un remedio.
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No hay tu tía: variante popular y admitida por la RAE, aunque nacida de una confusión fonética.
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Ambas expresiones significan que algo no tiene solución y que es imposible de lograr.
El uso de este tipo de locuciones demuestra que el idioma está en constante cambio y que, con frecuencia, su evolución termina transformando palabras antiguas en expresiones que ya pocos relacionan con su significado original.

