
Cada cierto tiempo, la palabra "haiga" resurge en redes sociales, debates escolares y hasta en conversaciones cotidianas. Muchos la usan sin saber si es correcta, otros se escandalizan al oírla. Pero, ¿qué dice realmente la Real Academia Española (RAE)?
La respuesta es clara: "haiga" no es una forma válida del verbo "haber". La conjugación correcta en presente de subjuntivo es "haya". Por tanto, frases como "Ojalá que el examen no haiga sido difícil" son incorrectas; lo adecuado es "Ojalá que el examen no haya sido difícil".
¿"Haiga" o "haya"? La RAE lo explica
Sin embargo, la historia no termina ahí. La RAE sí recoge en su Diccionario de la lengua española (DLE) el término "haiga", pero como sustantivo coloquial. Su significado, bastante curioso, hace referencia a "un automóvil muy grande y ostentoso, normalmente de origen norteamericano". De hecho, fue una palabra popular en la España de posguerra, cuando los nuevos ricos presumían de tener "un haiga", en alusión a los enormes coches que podían permitirse. Ejemplo: "Mi abuelo siempre soñaba con comprarse un haiga".
#RAEconsultas La forma correcta de presente de subjuntivo de «haber» es «haya». La forma *«haiga» no se considera correcta (v. el «DPD»: https://t.co/5DKtoXbBRZ). Recuerde incluir en sus consultas, además de la mención @RAEinforma , la etiqueta #dudaRAE.
— RAE (@RAEinforma) May 10, 2024
Lingüistas recuerdan que el origen de "haiga" como forma verbal es antiguo: se usaba en el castellano de los siglos XVI y XVII, y llegó a América con los conquistadores. Con el tiempo, la norma culta fue sustituyéndola por "haya", aunque en algunos entornos rurales o populares aún pervive como arcaísmo.
Aun así, la RAE insiste: en la lengua estándar, solo "haya" es correcta como verbo. "Haiga" puede tener un valor histórico o anecdótico, pero no gramatical.
En resumen: si estás hablando de deseos o posibilidades, di "haya"; si te refieres a un coche enorme de otra época, entonces, y solo entonces, "haiga" está bien dicho. Porque, como dice el refrán moderno... ojalá que no haya quien escriba ‘haiga’ sin saber por qué.

