El cierre de los cines y la falta, por tanto, de estrenos por el coronavirus hace que plataformas como Netflix adelante el estreno de algunas de sus producciones cinematográficas. Estaba previsto que Hogar se estrenara en el Festival de Cine en Español de Málaga y tuviera una exhibición corta en cines, como es habitual en las películas de Netflix. Pero el aplazamiento del certamen por culpa de la pandemia ha hecho que directamente sólo se pueda ver a través de la plataforma.
Hogar es un thriller psicológico que a veces está cercano al terror, donde fundamentalmente lo que sobresale es la soberbia interpretación de Javier Gutiérrez, auténtico protagonista de la película. Aunque es verdad que tiene alguna laguna en el guión, esto no impide que el espectador esté atento a todo lo que sucede a lo largo del metraje.
La historia es la de un triunfador, un publicista que vive con su familia en un hogar de lujo y que verá cómo todo desaparece en el momento en el que se queda sin trabajo. Lleva un año en el paro y no encuentra trabajo mientras las deudas acechan, lo que le obliga a desprenderse de su hogar. Poco a poco se empieza a obsesionarse con la vida que llevaba antes y sobre todo con la de los nuevos inquilinos que han ocupado su casa.
Ese nuevo inquilino, al que da vida Mario Casas en un personaje secundario pero magnífico, será el objetivo del personaje central que intentará tomar las riendas de la vida de éste y de su familia llevándolo hasta límites insospechados y que no podemos desvelar.
Lo mejor sin duda es la interpretación de todos los integrantes de Hogar, pero también la habilidad para atrapar al espectador en una trama angustiosa que no adivinas y que quieres que concluya para ver hasta dónde es capaz de llegar un hombre con su locura.
Creo que es una película que gustará a todos los que les gusta el género y fundamentalmente a aquellos que quieran pasar un buen, o mal según se mire, rato.