Andrés Arconada habla de Los pequeños amores, película que se ha presentado en el Festival de Cine en Español de Málaga y que este viernes 8 de marzo llega a los cines de toda España. Los pequeños amores, interpretada por Adriana Ozores y María Vázquez, es una historia de una madre y una hija. La madre (Adriana Ozores) tiene un accidente doméstico en la casa en la que vive, en un pueblo prácticamente aislada. Su hija (María Vázquez) vive en Madrid y se trasladará a la casa familiar para cuidarla.
"En este encuentro se producen distintos acontecimientos que van a ir adentrando al espectador en una historia bastante compleja pero muy sencilla de ver, y del que cada uno va a sacar sus propias conclusiones", explica Arconada. El crítico de Libertad Digital y esRadio añade que "las películas que nacen como pequeñas: por una producción que no es excesiva, con apenas actores y más o menos los mismos decorados, pueden parecer inverosímiles o que no interesan demasiado".

Sin embargo, en Los pequeños amores "interesa porque nos cuenta la historia de dos mujeres solas, dos mujeres que no se han dicho muchas cosas, que no se las van a decir, y cuando se las dicen tampoco quieren enterarse". Por un lado asistimos a "la soledad más profunda de la hija, que ve pasar los años y cómo se ha perdido en ese camino sin haber encontrado muchas cosas, ni siquiera el amor". Y por otro a una madre que "decidió enterrarse prácticamente en vida después de la muerte de su marido y seguir una vida totalmente anodina". Una vida cuya mayor distracción es su perro. Pero Los pequeños amores, de Celia Rico, está contada de tal forma que hace que "el espectador siga interesado por estas dos mujeres".
Andrés Arconada avisa que "Los pequeños amores no tiene un final cerrado, sino un final que te hace pensar en que la esperanza a veces tampoco es buena ya que no existe cuando hablan de perdedores" y "esto es una historia de perdedoras pero sin drama", de hecho "no hay emoción para que el espectador pueda llorar en alguna escena" sino que "entra casi como en un docudrama, como si fuese parte de un documental y se adentra en una historia compleja y sencilla".
"Es cierto que mis compañeras que vieron conmigo esta película salían bastante entusiasmadas, veían muy reconocibles esos personajes o reconocían a alguien que había pasado por esos mismos trances". Aunque Arconada reconoce que "no entré tanto" en la historia apunta que "no puedo obviar que puede ser una película que dé hablar incluso para los próximos Goyas, y fijaros si falta".


