30 años del accidente de Chernóbil
Este 26 de abril se cumplen 30 años de la tragedia de Chernóbil, un accidente que aún estremece y que sigue muy presente en la zona próxima a la central, donde se construye contrarreloj un nuevo sarcófago para cubrir los residuos.
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El 26 de abril se cumplen 30 años de la catástrofe nuclear de Chernóbil. Aunque poco a poco vuelve a la vida la zona cercana a la central, la ciudad de Pripyat, en la que vivían los trabajadores y la más próxima a las instalaciones, sigue abandonada.
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Entre los edificios que tuvieron que abandonar a toda prisa sus habitantes quedan imágenes y propaganda de la extinta URSS, responsable de la tardanza en que la noticia se conociera y de una evacuación tardía que en muchos casos incrementó los efectos de la radiación.
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El primer día tras la explosión, se registraron niveles anormales de radiación en Polonia, Austria, Alemania y Rumanía. Horas más tarde, la contaminación alcanzó a Francia y Grecia, entre otros. Algunos días después, se detectó en lugares tan alejados como Kuwait e Israel.
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Máscaras de gas olvidadas en una escuela abandonada en la ciudad desierta de Orevichi. En las primeras horas, los habitantes sólo fueron avisados de un incidente en la central. Algunos niños trataron incluso de acudir a la escuela. Después, llegarían las máscaras y la orden de evacuación.
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Víctimas de saqueos y del abandono, aún es posible encontrar juguetes y utensilios abandonados en las viviendas que ciudadanos bielorrusos y ucranianos próximos a la central tuvieron que dejar, rumbo a Kiev y a otras ciudades.
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Pese a las órdenes y amenazas de los militares encargados de vaciar la zona, muchos ancianos de las zonas rurales que rodeaban la central se negaron a abandonar sus casas y continuaron consumiendo los productos de la tierra que cultivaban ellos mismos. Fotografía tomada en 2006.
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La vida se abre camino, poco a poco, en la zona de exclusión. Cámaras de National Geographic han detectado una inusual presencia de animales salvajes, como lobos, ciervos y jabalíes, cerca de la central. El bosque, mientras, conquista las ciudades.
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Una vieja lancha abandonada en el canal del río Pripyat, que da nombre a la ciudad que se construyó en las cercanías de la central.
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Un trabajador alimenta caballos en la Reserva Radioecológica Estatal dentro de la zona de exclusión a 30 kilómetros del reactor nuclear. Regularmente se hacen controles para vigilar los radioisótopos.
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La catástrofe fue mayor porque el reactor carecía de los sistemas de protección que ya eran obligatorios en otras partes del mundo. Los denominados "liquidadores" construyeron en pocos meses un gigantesco sarcófago para detener las fugas. Regularmente, brigadas de trabajadores acuden a reforzarlo, aunque en estos años se han detectado zonas defectuosas y grietas.
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Vista del reactor número 4 de Chernóbil, el que estalló el 23 de abril. Ante la fragilidad del sarcófago y la posibilidad de que su desplome desembocara en una catástrofe aún mayor, un consorcio de países acordó la construcción de un nuevo refugio, el "Arca".
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En colaboración con 28 países y con una inversión millonaria, Ucrania cosntruye un nuevo sarcófago que deberá durar un siglo. En su estructura se utilizarán 18.000 toneladas de metal, como acereo de alta calidad capaz de soportar las radiaciones.
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