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Pedro Corral

Georges Henny, un héroe humanitario en la Guerra Civil (II)

"Había una fosa rellenada con tierra fresca. Pueden imaginar lo que ocultaba". Nuevos datos y testimonios de las llamadas "expediciones negras". El doctor Henny visita los lugares "de la más dramática tragedia".

Georges Henny con su adjunto Andrés de Vizcaya ante la sede de CICR en José Abascal, 55 | Centro de Documentación de Cruz Roja (CDCRE, Archivo CICR)

El doctor Georges Henny, delegado del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) en Madrid, llegó el 7 de noviembre de 1936 a la cárcel Modelo en las horas previas a la conducción de varias expediciones de presos para su asesinato en masa en Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz. Libertad Digital publica por vez primera en español el informe completo que Georges Henny envió a la Cruz Roja en Ginebra sobre estas masacres.

Los papeles del Centro de Documentación de Cruz Roja Española pertenecientes al fondo de la Guerra Civil del archivo del CICR reflejan la actividad incansable de Henny para paliar el sufrimiento de las víctimas de la contienda, pero también la desolación que los terribles acontecimientos del conflicto van produciendo en su ánimo.

Largo Caballero negó a Cruz Roja las listas de presos tres días antes de la masacre

A partir del 23 de octubre, en que se produce el primer gran ataque aéreo franquista que inaugurará los primeros bombardeos sistemáticos de la Historia sobre una gran ciudad, Henny será informado a diario por el Ayuntamiento de Madrid sobre las víctimas de las bombas franquistas, que solo en noviembre causan 305 muertos y 1.197 heridos. (1)

Crece también la preocupación de Henny por los asesinatos diarios, fruto de la actividad de las trescientas checas de partidos y sindicatos frentepopulistas que funcionan en Madrid, y muy especialmente por la situación de los presos de las cárceles madrileñas ante el inminente asalto a la ciudad por los sublevados.

La inquietud del delegado de Cruz Roja se ve agravada por la negativa del jefe del gobierno, el socialista Francisco Largo Caballero, a remitirle las listas de presos que había solicitado reiteradamente desde su llegada a España. También le consterna la insistencia del gobierno frentepopulista al considerar que los detenidos bajo su responsabilidad no pueden ser amparados como prisioneros de guerra de acuerdo con las convenciones internacionales, puesto que son "prisioneros políticos".

La visita a la cárcel Modelo

El mismo día en que comienza el ataque franquista contra Madrid, el sábado 7 de noviembre, el doctor Henny se presenta en la cárcel Modelo, junto a la plaza de Moncloa, con el cónsul noruego Félix Schlayer. La salida del gobierno hacia Valencia en la tarde anterior había hecho aumentar la preocupación del cuerpo diplomático por la suerte de los presos.

Cientos de madrileños en la sede de Cruz Roja intentando saber dónde están sus familiares desaparecidos I CDCRE, Archivo CICR

Al llegar a la Modelo se encuentran con el acceso a la cárcel está cortado por barricadas y que ante la puerta hay numerosos autobuses municipales de dos pisos. El subdirector del presidio les confirma que los presos van a ser trasladados. El joven Henny y el viejo Schlayer deciden entrevistarse con el general Miaja, nombrado al frente de la nueva Junta de Defensa de Madrid, y con su consejero de Orden Público, Santiago Carrillo, para pedirles garantías para la vida de los presos. "A los presos no les tocarían un pelo", según les dice Miaja, relata Schlayer en su libro "Diplomático en el Madrid rojo". (2)

El 10 de noviembre, un día después del nombramiento como inspector general de prisiones de Melchor Rodríguez, el "Ángel Rojo", Henny y Schlayer visitan al dirigente anarquista y constatan su voluntad de garantizar la vida de los presos. No dudarán por ello en reconocerle por su compromiso y el de sus colaboradores de acompañar hasta su destino a las futuras expediciones entre cárceles, y de estar "dispuestos a sacrificar sus vidas en defensa de los presos". (3)

Henny visitará las cárceles los días 11 y 12 para comprobar que es efectiva la paralización de las "expediciones negras", como se llamaron entonces a las que acabaron en fosas comunes. Lo hace pese a que cobren más sentido que nunca las advertencias sobre el riesgo que suponen estas visitas. El día 12, de hecho, la delegación del CICR ve reforzada su seguridad al ser sustituida la vigilancia de milicianos por guardias de asalto. (4)

Las indagaciones de Schlayer y Henny sobre la suerte de los detenidos sacados de la Modelo les conducen al atroz hallazgo, el 13 de noviembre, del lugar donde han sido asesinados varios centenares de ellos en las cercanías de Torrejón de Ardoz. Todo ello quedará recogido en el informe que Henny envía el 24 de noviembre a la sede de Cruz Roja en Ginebra a través de la valija diplomática de la Embajada suiza.

A su informe, que hoy publicamos por vez primera íntegramente, Henny adjuntó el elaborado en español por Schlayer, con fecha de 17 de noviembre, para las autoridades noruegas y el cuerpo diplomático. Schlayer referirá en su nota el descubrimiento por su parte, el 15 de noviembre, de las fosas recién tapadas en Paracuellos del Jarama.

"He visto yo mismo anteayer -escribe Schlayer- caballones de tierra recién levantada, que llegan desde la carretera hasta el río en varias hileras, que cubren los cadáveres de lo menos 700 presos que fueron asesinados a tiros allí mismo donde al parecer había ya zanjas abiertas a propósito". (5)

El informe de Schlayer contiene también su primer testimonio sobre la orden de entrega de los presos de la Modelo, firmada por el subdirector general de Seguridad, Vicente Girauta. "La he visto yo. Sin embargo, la orden la dio el Director General Manuel Muñoz en la noche del 6 al 7, antes de su huida a Valencia", afirma el cónsul noruego.

Los testimonios de Henny y Schlayer tienen el valor histórico de ser las primeras notificaciones oficiales de aquella barbarie, junto con el informe que Pérez Quesada redactó para sus superiores argentinos también el 17 de noviembre. (6)

La visita de Henny, Schlayer y Pérez Quesada al lugar de la masacre en Torrejón de Ardoz, cuya fecha siempre ha sido dudosa, podemos datarla con seguridad el 13 de noviembre. Así se deduce de una comunicación de su adjunto Andrés de Vizcaya, quien informa que Henny está visitando ese día prisiones con Schlayer. (7)

De hecho, habían ido a Alcalá de Henares para comprobar qué expediciones de presos habían llegado a la ciudad cervantina. Más tarde se acercaron a Torrejón, donde por confidencias localizaron en Soto de la Aldovea el lugar del fusilamiento en masa de cerca de 400 presos de Porlier y la Modelo.

"En una extensión de unos 200 m había una fosa de 2,5 m a 3 m de profundidad rellenada con tierra fresca. Pueden imaginar lo que ocultaba esa tierra", escribe Henny a Ginebra. (8)

El mismo día 13, Henny y Schlayer visitan a Jesús Galíndez, delegado del PNV en Madrid, a quien relatan –"con voz entrecortada por la emoción", escribirá su anfitrión– su descubrimiento de las masacres. (9) Estas informaciones llegarán al ministro Manuel Irujo, quien preguntará al general Miaja y al ministro de Gobernación, Ángel Galarza, por los presos. Ambos aseguran que están todos sanos y salvos.

La mentira del traslado de presos

Después de su atroz descubrimiento en Torrejón, Henny se dedica a confirmar con las prisiones de Chinchilla (Albacete), Valencia, Alicante o Figueras (Gerona), supuestos destinos de los presos, si ha llegado a ellas alguna de las expediciones. Ninguna ha recibido un solo detenido de Madrid, según Henny, que no dejará nunca de reconocer la humanidad de los funcionarios del cuerpo de prisiones que colaboran en sus investigaciones.

Lista de Presos cárcel Modelo I CDCRE, Archivo CICR

El día 16, cuando se va a evacuar la Modelo ante la cercanía de las fuerzas franquistas, que ya están en la Ciudad Universitaria, Henny entra en ella para supervisar la salida de los presos. Al mismo tiempo, consigue hacerse con las listas de los presos que según sus informaciones fueron trasladados los días 6, 7 y 8. Para ello se hace acompañar de Vizcaya y de dos dactilógrafas para copiar las listas mientras caen las bombas de los franquistas, que matan y hieren a algunos presos. Circunstancia que no le arredra, pues regresará esa misma tarde a continuar, bajo el fuego de los atacantes, la recopilación de nombres de presos trasladados.

Estas listas acompañarán el informe que el día 24 envía Henny a Ginebra, entre las cuales figuran las de los presos de la Modelo conducidos el día 16 a otras cárceles madrileñas, pero también otras con los detenidos, un total de 970, que nunca llegaron a sus destinos en las sacas del 7 y 8 de noviembre.

El día 18 cuando, después del cese de Melchor Rodríguez el día 14, ya se han reemprendido las sacas y matanzas de presos, Henny y Schlayer se presentan en la prisión habilitada para mujeres en el convento de Conde Toreno por una llamada del director, que les comunica que las 1.400 presas se niegan a ser evacuadas de la zona de guerra por temor a ser asesinadas. Finalmente, gracias a las seguridades ofrecidas por Henny y Schlayer, aceptan salir y son realojadas sin percance alguno en el asilo de San Rafael, en Chamartín. (10) Quince días atrás, según cuenta Schlayer en sus memorias, Henny y él habían evitado la saca y el asesinato de aquellas mujeres.

Las sacas frentepopulistas, un escándalo internacional

Las masacres se sucederán hasta el 4 de diciembre, víspera del nuevo nombramiento de Melchor Rodríguez al frente de las prisiones madrileñas, ahora como delegado especial. Su nombramiento supondrá su definitiva paralización por la imposibilidad de seguir ocultándolas ante el escándalo internacional promovido por denuncias como las de Henny y Schlayer.

Vizcaya y Henny ante la sede de CICR I CDCRE, Archivo CICR

En este tiempo, Henny se ocupa también de persuadir a las autoridades republicanas para que acepten la propuesta del CICR de crear una zona neutral, reservada para población no combatiente, desde Paseo de Ronda (hoy Raimundo Fernández Villaverde) a Génova y Goya, y desde Zurbano a Velázquez. Largo Caballero se opondrá frontalmente, pese a ser vista con buenos ojos por el general Miaja.

Para las autoridades republicanas supondría legitimar los bombardeos de los sublevados sobre el resto de Madrid, además de ser similar al llamamiento que la propaganda franquista hizo para que la población civil se concentrara en el barrio de Salamanca. "Lamento la negativa del Gobierno a crear una zona neutral, que a pesar de la dificultad de su realización sería muy necesaria", escribe Henny a Ginebra. (11)

"La situación en Madrid es cada vez más triste", relata en ese informe, en el que expresa su desolación ante los efectos de los bombardeos, que alcanzan incluso el hospital de la Cruz Roja en la actual avenida de Reina Victoria. "También vemos deambular bajo la lluvia convoyes de personas cargando de cualquiera manera sus muebles, o lo que han considerado más necesario llevar", escribe.

Sobre su ánimo pesan también las contrariedades y dificultades de su misión. "El trabajo en estas condiciones es muy desagradable, se obtiene muy poca satisfacción, cada vez menos, de gente que está furiosa por los bombardeos", reconoce. (12)

El alcalde de Madrid informa a Henny de las víctimas de los bombardeos franquistas I CDCRE, Archivo CICR

Al mismo tiempo siente impotencia ante la incapacidad del CICR para frenar los ataques de la aviación franquista. Así, el 18 de noviembre, un día después del bombardeo que sufre Madrid con bombas incendiarias, se pregunta en su comunicación telefónica con Ginebra: "La delegación del CICR recibe numerosas quejas sobre este tema. ¿Cree el CIRC que es posible tomar medidas para poner fin a este bombardeo?". (13)

Le descorazona también que su labor sea sospechosa de simpatía por el bando contrario, cuando no directamente tachada de espionaje. "Es difícil admitir aquí que uno puede estar interesado en los presos sin ser un fascista o un espía", asegura Henny. (14)

En su propia sede, Henny sabe que puede estar vigilado por el personal. "Tengo a mi disposición una gran cantidad de personal voluntario controlado por el Gobierno del Frente Popular", escribe. (15) También revela que un antiguo representante de la Cruz Roja Española, el doctor Jacinto Segovia, había declarado que "todo el Comité Internacional [de Cruz Roja] está compuesto de personas de extrema derecha y de generales". "Es inútil dar demasiada importancia a estos hechos, pero quería que lo supieran", añade a sus compañeros de Ginebra. (16)

El informe que escalofría a Cruz Roja Internacional

El 2 de diciembre, Henny envía a Ginebra un nuevo informe con nuevas listas de presos sacados de las cárceles. Son expediciones realizadas entre el 16 al 30 de noviembre con destino a Alcalá de Henares. Las de los días 27 y 30, según comunica, son de presos "presuntamente liberados", aunque anota después: "Probablemente ejecutados". (17)

Los datos que Henny revela en este informe debieron de escalofriar al CICR. Al referirse a la evacuación de prisioneros y a la falta de transportes para ello, asegura que "se deja a muchos en libertad".

"Sin embargo, hay dos clases de libertad, una libertad efectiva y real y otra libertad que libera definitivamente y para siempre de toda preocupación a los que son objeto de ella. De hecho, todos los prisioneros que son ejecutados (es más justo decir asesinados) son declarados como liberados en las listas que he obtenido y anunciados como tales en las declaraciones oficiales", afirma.

Sus informaciones sobre lo ocurrido son cada vez más precisas, y no tiene reparos en exponerlas ante sus superiores del CICR:

"Sé que últimamente -escribe Henny- han sido fusilados unos 470 prisioneros cerca del aeródromo de Barajas, donde ya estaba prevista una fosa. Según me han contado, los prisioneros habrían sido conducidos en autobús hasta esta tumba preparada con antelación, les habrían hecho bajar con las manos atadas en grupos de diez y fusilado delante de los que después iban a sufrir la misma suerte. Esos 470 prisioneros venían de San Antón y deben de ser los que figuran en las listas como puestos en libertad. No tengo más datos sobre lo que ha sucedido en otras cárceles, pero sé que en una de ellas (General Porlier) ocurren otros tantos hechos deplorables".

"Con frecuencia, prisioneros liberados por la mañana son vueltos a detener esa misma tarde y a veces asesinados", afirma Henny, quien resalta que los liberados solo tengan el deseo de refugiarse en una embajada con su familia. "Las embajadas están llenas y ya no pueden aceptar a más gente. Sin embargo, no pueden poner en la calle a gente que está en peligro de muerte", subraya.

Al hablar del empeoramiento de las condiciones de los prisioneros por la falta de alimentación, el frío y el hacinamiento, Henny cita a un director de una cárcel que le confiesa su desesperación por no poder hacer nada para mejorar la situación. Entre los detenidos tenía a tres chicos de entre 14 y 15 años y a un hombre de 60 años que había sido profesor de Azaña. "Él, que trataba con la mayor bondad y como un caballero a los granujas que le eran confiados, se ve obligado a comportarse como un granuja con personas que son unos caballeros (son sus propias palabras)", escribe el delegado de Cruz Roja.

Henny ante la expulsión de Félix Schlayer I CDCRE, Archivo CICR

El informe del 2 de diciembre denuncia también el propósito del gobierno de Largo Caballero de expulsar de España a Félix Schlayer, declarado "persona non grata". Henny achaca la decisión al ministro de Estado, Álvarez del Vayo, "a quien no le gusta que examinemos muy de cerca lo que ocurre en las cárceles y en los alrededores de Madrid". (18) Evitará la expulsión de su amigo movilizando al CRIC y al gobierno noruego. Para ello apela al apoyo que le ha brindado en sus gestiones, la suerte de las personas refugiadas en la legación noruega y, sobre todo, al "temor por la seguridad de Schlayer". (19)

Apenas dos meses después de su llegada a la capital, el joven médico suizo sabe muy bien cuál puede ser el precio final de su misión humanitaria en aquella España en llamas. Ya tiene la absoluta certeza de que la vida en aquel Madrid en guerra no vale nada. Tampoco la suya.

Notas bibliográficas

(1) Informes diarios de los bombardeos sobre Madrid, CDCRE, ACICR, C ESCI-161. Bordes, Enrique, y Sobrón, Luis de. "Madrid bombardeado. Cartografía de la destrucción 1936-1939". Ediciones Cátedra, Madrid, 2021.

(2) Félix Schlayer, "Diplomático en el Madrid rojo", prólogo de Javier Cervera, Espuela de Plata, Sevilla, 2021. Hay una edición anterior bajo el título "Matanzas en el Madrid republicano", prólogo de José Manuel de Ezpeleta, Áltera, Barcelona, 2005.

(3) Carta de G. Henny a Melchor Rodríguez, 10 de noviembre de 1936, CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-58.

(4) Comunicación telefónica de A. de Vizcaya, 12 de noviembre de 1936, CDCRE, ACICR, C ESCI-149.

(5) Informe de F. Schlayer, 17 de noviembre de 1936, CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-58.

(6) Julius Ruiz, "Paracuellos, una verdad incómoda", Espasa, Madrid, 2015, p. 334-335.

(7) Comunicación telefónica de A. de Vizcaya, 13 de noviembre de 1936, CDCRE, ACICR, C ESCI-149.

(8) Informe de G. Henny, 24 de noviembre de 1936, ibídem.

(9) Jesús Galíndez. "Los vascos en el Madrid sitiado", Ekin-Txalaparta, Tafalla, 2005, págs. 90-91.

(10) Ibídem.

(11) Informe de G. Henny, 26 de noviembre de 1936. CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-58.

(12) Ibídem.

(13) Comunicación telefónica de G. Henny, 18 de noviembre de 1936, CDCRE, ACICR, C ESCI-149

(14) Informe de G. Henny, 26 de noviembre de 1936. CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-58.

(15) Informe de G. Henny, 15 de octubre de 1936, CDCRE, ACICR, C ESCI-015.

(16) Ibídem.

(17) Informe de G. Henny, 2 de diciembre de 1936. CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-58.

(18) Ibídem.

(19) Expulsión del diplomático noruego Félix Schlayer, CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-06.

Pedro Corral es autor, entre otros libros sobre la Guerra Civil española, de Vecinos de Sangre (La esfera de los Libros, 2022).

En la tercera entrega de mañana lunes de Georges Henny, un héroe humanitario en la Guerra Civil (III): Una amenaza sobre Henny: "De todos modos en ese avión hay uno que no llegará".

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