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Fernando Savater presenta en Libertad Digital su nuevo libro '¡No te prives!'

"Las personas libres nunca preguntan qué va a pasar sino qué vamos a hacer".

Empieza el libro de Fernando Savater con cine. Con la escena de la película Esta tierra es mía de Jean Renoir en la que el maestro Arthur (Charles Laughton) se despide de sus alumnos sentenciando: "¡Adiós ciudadanos!" cuando los nazis le arrancan de su aula.

Que le llamen a uno "ciudadano" además de carca y pedante, se presta a mofa fácil y sinceramente supone una carga difícil de soportar. Bastante tenemos con lo que tenemos. Con todo lo que nos toca bregar cada día, para que te caiga este muerto encima. Por ahí no pasamos, faltaría más. Es para indignarse… Y así nos ha pasado, nos pasa y lo que vendrá…

La plaza de la ciudadanía está tomada en este momento por los que se interesan en que pasemos de todo y por los seductores vendedores de carromato del Lejano Oeste, manipuladores de la "flamante ignorancia de la mayoría". Es el diagnóstico de ¡No te prives! (Ariel, 2014).

Portada del libro

El filósofo Fernando Savater (San Sebastián, 1947) habla como maestro ante retoños, al que no le importa repetirse hasta que le entiendan. Dada la "indigencia ideológica y política, con el pretexto de señuelos ideológicos, los ciudadanos pierden de vista lo que están a punto de perder. Alertarles de que esta mutilación ya en marcha es el principal objetivo de este libro". Indignémonos como individuos, no como pueblo.

Savater reconoce la desconfianza reinante hacia el Estado y etiqueta tres reacciones: la de los ciudadanos anti-políticos, los apolíticos y…, una en desuso, la de los ciudadanos políticos. A la orden de ¡no te prives!, el escritor recuerda que "en un sistema democrático todos somos políticos en ejercicio y por eso en vez de culpar a uno de fuera, quizá "tampoco los que les hemos elegido nos hemos lucido como políticos".

Cataluña: ¿ciudadanos o nativo-creyentes?

Y por encima de los tuertos, la casta (término que no se usa en el libro) de los ciegos. "Quienes más se llenan la boca proclamando la importancia de los ciudadanos y exaltando su derecho a decidir, que no se le cae de la boca a bastantes bobos de nuestro entorno, son los que más activamente desconocen sus libertades para supeditarles a entidades tan fabulosas como "pueblos", "identidades" y otras "restricciones colectivistas". Seres atávicos. "Si hay una postura políticamente tiránica es la de quienes pretenden saltarse leyes poniendo a todos sus compatriotas ante la brutalidad del hecho consumado".

Y de fondo siempre la misma reflexión, "no confiar en que las cosas se arreglan solas". "El separatismo de los no separatistas es el más extendido y, por tanto, el más dañino. Esa buena gente que solo se siente unida al resto de sus compatriotas cuando hay un accidente trágico o un triunfo deportivo, nunca en la gestión política".

¿Qué se puede hacer para reparar el desaguisado? "Defender argumentalmente sin remilgos ni circunloquios a España como Estado de derecho que sirve de anclaje institucional a nuestra ciudadanía". Reforma frente a revancha.

La dimisión del auténtico progresismo

Si unos hemos reciclado la brújula de la ciudadanía otros, según el filósofo, le han puesto un imán cerca y giran y giran "desnortados". Son los que han buscado "caras guapas" para que salgan mucho en televisión. De este "malabaratamiento de la ciudadanía frente a los nacionalismos disgregadores yo no puedo por menos que culpar especialmente a los partidos de izquierda". "El papel del Partido Socialista tanto en Cataluña como en el País Vasco ha sido muy decepcionante".

Pero podemos girar más el cuello… "Si miramos más a la izquierda el panorama es aun peor, con talentos radicales para los que la democracia está por encima de la ley, que es como decir que la salud está por encima del buen funcionamiento del corazón". La definición de populismo: "Democracia para perezosos mentales".

El libro también se va a ese 19 de junio en el que fue proclamado Rey Felipe VI y se atizaba el debate entre República y Monarquía. Ese día "se cumplían 27 años del atentado de Hipercor en Barcelona. Hoy bastantes republicanos del País Vasco y de otras regiones profesan las mismas ideas políticas que aquellos asesinos de ETA".

Empieza el libro de Savater con una anécdota del pensador de cabecera de Abraham Lincoln, llamado Ralph Waldo Emerson. Este buen señor observó, conmovido, que una verdulera acudía siempre a sus discursos públicos. Un día decidió bajar del escenario para hablar con este símbolo humano y la mujer le explicó que realmente no se enteraba de mucho, pero que le gustaba oírle porque "nos habla como si todos fuésemos inteligentes".

¿Y usted que va a hacer? Savater propone el voto obligatorio.

¡No te prives! (Ariel) Compendio de textos publicados en varios medios de comunicación por Fernando Savater. El libro se estructura en tres partes, la primera, Ciudadanos sin remedio; la segunda, Los otros apellidos vascos; y la tercera, Secuestro a la catalana. Hay dos artículos finales (Epílogo y Agenda) reflexionando sobre los resultados de las pasadas elecciones europeas.

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