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Los años españoles de Clint Eastwood

El periodista Francisco Reyero rastrea en Eastwood, desde que mi nombre me defiende algunos de sus primeros pasos en la industria del cine.

El periodista Francisco Reyero rastrea en Eastwood, desde que mi nombre me defiende algunos de sus primeros pasos en la industria del cine.
Clint Eastwood. | Fotograma

El periodista Francisco Reyero rastrea los orígenes cinematográficos de Clint Eastwood y algunos sus primeros pasos en la industria del cine con películas como La muerte tenía un precio, Por un puñado de dólares o El bueno, el feo y el malo, todas ellas rodadas en España bajo la dirección del italiano Sergio Leone.

Reyero recoge en el libro Eastwood, desde que mi nombre me defiende (Fundación José Manuel Lara), anécdotas, fotografías y documentos de los tres años que el actor y director estadounidense, que ahora vive en California y no ha regresado a España desde entonces, pasó en Almería, Burgos, Madrid y otras regiones de la Península grabando las películas que le llevarían a la fama y popularizarían los westerns de producción europea bajo la dirección de Leone.

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"Cuando Eastwood llega a España llega rechazado por la Universal. Es un ejemplo de cómo, por accidente, uno acaba tomando decisiones que luego resultan ser muy acertadas", explica Reyero. "Por aquel entonces Eastwood tenía una relación extramatrimonial con una actriz y esta estaba a punto de dar a luz cuando llegó la oferta de Leone. Él se vio forzado a aceptarla, en parte, por la situación complicada en la que se encontraba".

El propio actor confesaría más tarde, en una entrevista en 1985, que cuando llegó a España se sintió en un ambiente "enigmático y extraño" con "todos aquellos españoles, caras gitanas". El actor estadounidense llegaba entonces al país como un actor desconocido, cuyo mayor éxito hasta entonces había sido participar en una serie de televisión, Rawhide. Según explica el autor del libro, ni siquiera había sido el artista elegido por el director, que se vio obligado a aceptarle por no disponer de presupuesto para contratar a Henry Fonda, Charles Bronson o James Coburn, artistas que había barajado para los papeles de Eastwood.

Las condiciones económicas eran precarias y el propio Eastwood se negó un día a acudir al set de rodaje hasta que le pagaran lo que se le debía. "Llega un punto en que cuando están en Hoyo de Manzanares (Madrid) en el poblado del oeste, los diseñadores del decorado se enfadan porque tampoco les pagan y llegan una noche y se llevan todas las puertas y las ventanas. Y Leone es tan testarudo que dice: 'vamos a intentar grabar igualmente'", relata Reyero.

Las películas lograrían un gran éxito, primero en Italia y otros países europeos y llegarían más tarde a en EEUU. Reyero recuerda cómo, cuando a Sofía Loren le preguntaron cuál era su estrella de cine americana favorita, en una visita a Norteamérica, ella contestó que Clint Eastwood, los periodistas estadounidenses no sabían todavía quién era, pese a que en Italia era ya célebre.

Además de las anécdotas sobre la estancia de Eastwood en España y las de otros artistas estadounidenses que pasaron por España como parte de esas producciones, el escritor y periodista español rastrea también los testimonios de los españoles que participaron en ellas y el ambiente y la situación de la industria cinematográfica de entonces, sobre todo en el área de Almería, donde se han rodado muchas grandes producciones.

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