Víctor Lenore presenta su libro Espectros de la Movida. Por qué odiar los años 80 (Akal). Un interesante ejercicio histórico a través de lo que en su día escribieron y dijeron los protagonista de la llamada Movida madrileña. En nuestros días aquella época se suele analizar con cierta nostalgia y con alguna que otra traición inconsciente de la memoria de los que aun viven para contarlo.
La Movida se ha convertido en una época sacralizada. Lenore además de respetar todo lo que aportó aquella corriente lúdico-festiva se pregunta por su legado cultural. La califica como un movimiento "elitista", de "cultura de la distinción".
El autor reflexiona sobre lo bien que le vino al PSOE de los 80 que los jóvenes españoles estuvieran absortos en la Movida, "militando en la frivolidad". Sobre las famosas palabras que el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván dirigió a la juventud en un concierto ("El que no esté colocado, que se coloque... y al loro!") dice que "fue desastrosa, glamurizó el consumo de drogas". De la izquierda española cree que "está muy cómoda con cuatro fetichismos culturales". Una interesante charla en la que el periodista suelta perlas como que "la que mejor ha comprendido al filósofo marxista Antonio Gramsci ha sido Margaret Thatcher o que "Frank Capra ahora es más revolucionario".
Dice la editorial:
En los años ochenta, la mayoría de los españoles aspiraban a ser modernos. El vértigo de las mutaciones sociales –del catolicismo a la posmodernidad– no dejaban tiempo para preguntarse qué tipo de modernidad necesitábamos. De manera creciente, fue cuajando un paradigma cultural narcisista que hoy sigue vivo y que es compartido por la izquierda y la derecha. Definidos como «una explosión de libertad», fueron también tiempos de censura, competición extrema y amnesia política.
Tres décadas después, se pueden valorar mejor las películas de Almodóvar, los tabúes de una revolución sexual con veinte años de retraso y la carga política de palabras como «creatividad», «meritocracia» y «transgresión». Los ochenta impusieron un consumismo pop, una anglofilia con sabor a cena descongelada y una mirada condescendiente sobre cualquier cuestionamiento del mercado. En este sentido, no faltaron casos de apartheids culturales que marginaban los contenidos preferidos por las clases bajas (casi siempre más vivos que los que promocionaba el sistema).
En gran medida, las derrotas discursivas y materiales de los ochenta impiden imaginar un futuro mejor. Es hora de pasar revista a los espectros de la Movida.
El autor
Víctor Lenore (Soria, 1972) es periodista musical. Ha publicado artículos en El Confidencial, El País, La Razón, Rolling Stone, Playground, Minerva y Ladinamo, entre otras cabeceras. También ha trabajado como guionista en el programa de televisión Mapa Sonoro (TVE-2), comisario en la exposición La herencia inmaterial (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, 2014) y director de la colección de libros Cara B, dedicada a analizar álbumes clásicos de la música popular española. Se encargó de la parte musical del libro colectivo CT o la Cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española (2012).