Menú
50 años de pop en España

Aparecen nuevas canciones de Cecilia

Cuando se cumplen 36 años de su muerte surgen nuevas canciones de Cecilia. Y otras como Mi querida España ahora con las letras que tachó la censura.

Cuando se cumplen 36 años de su muerte surgen nuevas canciones de Cecilia. Y otras como Mi querida España ahora con las letras que tachó la censura.
Nuevo album de Cecilia

Este 18 de noviembre se cumplen cincuenta años del nacimiento del pop en España, efeméride que ya, anticipadamente, comentamos y a la que volveremos próximamente con otros argumentos. En la primera mitad de la década de aquellos años florecieron los conjuntos pioneros: Los Estudiantes, Los Pekenikes, Los Relámpagos, Micky y los Tonys, Los Sonor, Los Diablos Negros... Cuando aparecieron Los Brincos y Los Bravos, ya en la segunda mitad, se iban abriendo paso los primeros cantautores: Joan Manuel Serrat, Raimon, y de ellas, María Ostiz, Ana María Drack, Mari Trini, entre otras, a las que se sumó, ya al principio de los 70 una singular intérprete de sus propias composiciones, que nada tenían que ver con las de sus antes citadas colegas: Cecilia.

Si aquellas tenían propuestas de melodías medievales o de inspiración francesa (Brel, Brassens, Ferré) la nueva voz nos traía ecos de Bob Dylan, de Simon and Garfunkel, con acentos folk, con letras que mezclaban la crítica y la ironía, pero, ¡ojo!, sin caer en el panfleto propagandista de otros intérpretes de procedencia izquierdista, empeñados en mezclar música y política con mediocres resultados artísticos. Y como lo que a nosotros nos atañe es el comentario puramente musical, resumamos diciendo que Cecilia se labró un brillante porvenir en una meteórica carrera que sólo duró cinco años, desde 1971, rota por su trágica muerte en 1976. Nos emocionamos todavía, lo que tuvimos la suerte de tratarla, al recordar que su cráneo quedó seccionado aquella madrugada agosteña en una carretera de Zamora.

Se acaba de presentar un meritísimo, valioso disco conteniendo trece títulos de Cecilia. Nueve ya eran conocidos. La particularidad es que ahora aparecen tal y como las grabó la madrileña en sus originales maquetas. Y con arreglos nuevos, desde luego. Y una novedad asimismo: sin los cortes ni cambios que impuso la censura, todavía en aquellos primeros años 70, en los estertores del franquismo. Por ejemplo: en Dama, dama,  se escucha ahora "Puntual cumplidora del tercer mandamiento, algún desliz en el sexto" en vez de "algún desliz inconexo". Y otro tanto ocurre en Mi querida España y Fauna, cuyos textos no permitieron aquellos celosos salvaguardas de una moral trasnochada y un código ideológico imperturbable desde hacía treinta y cinco años. El CD que nos ocupa, titulado Mi muñeca, contiene ésta y otras tres canciones inéditas. La portada lleva un dibujo "naif" de la cantautora, quien conservaba en su habitación toda suerte de objetos y fetiches de su infancia.

Tratamos a Cecilia, de la que nos viene a la memoria su obsesión permanente por la muerte. Y un intento de suicidio, que no se divulgó en los medios de comunicación. En ocasiones, se sometió a las consultas de algunos psiquiatras. Y también el bello momento de una tarde madrileña cuando presentamos a Cecilia y a Mari Trini (los dos máximos exponentes femeninos, entonces, de la canción de autor), que se admiraban mutuamente... pero no se conocían. Este disco que recupera la memoria de Cecilia ha sido posible por el afán de José Ramón Pardo, uno de los indispensables historiadores del pop español, que mantiene la ilusión de tantos coleccionistas de joyas como ésta al frente de su sello discográfico Rama Lama.

En la presentación de Mi muñeca tomó parte el periodista José María de Juana, quien recordó los años de adolescencia y juventud que Cecilia vivió en Ammán, donde compartió amistad y confidencias con la joven y desgraciada Alia, Reina de Jordania, también tempranamente fallecida. Entre los asistentes al acto que nos ocupa se hallaba José Madrid, brillante autor de Equilibrista, una excelente, rigurosa, amena biografía de Cecilia, cuya lectura les recomiendo, editada por Ocho y Medio. Descubre, entre otras cosas, la especial relación que tuvo la protagonista con Luis García Escolar, también conocido por el sobrenombre de Simone. Por lo contado, queda muy explícito que aquella infortunada compositora y cantante, dotada de una portentosa y original creatividad, no ha sido olvidada. De lo que me congratulo y espero también que muchos de los que nos siguen.

En Cultura

    0
    comentarios