
La inversión en Defensa continúa siendo protagonista de las sesiones del Consejo de Ministros. Las Fuerzas Armadas tienen una necesidad constante de modernización y el Gobierno parece haberse tomado en serio el límite mínimo del 2 por ciento para la inversión en Defensa. En las últimas horas se han aprobado dos nuevos movimientos relativos al futuro de las FAS que suman en conjunto más de 1.278 millones de euros.
La mayor cuantía económica va destinada a autorizar la Orden de Ejecución para el diseño y la construcción de dos Buques de Acción Marítima (BAM) para la Armada española. Asciende a un total de 716,3 millones de euros y el plazo para la citada ejecución será hasta el 30 de noviembre de 2029. Se trata de dos nuevos BAM que Navantia va a construir en los astilleros que tiene en la Bahía de Cádiz.
El Ejecutivo explica que "el objetivo que se persigue es mantener la capacidad de contribución de la Armada al Núcleo de Fuerza Conjunta (NFC) y la eficacia de las operaciones de Vigilancia y Seguridad Marítima, así como la capacidad de respuesta ante otras situaciones operativas que puedan surgir".
El segundo movimiento es la aprobación de una transferencia de crédito por importación de 562,3 millones de euros al Ministerio de Industria y Turismo con objeto de financiar la realización de actuaciones previstas en el Plan Industrial y Tecnológico de la Seguridad y la Defensa, el denominado Plan Sánchez para la Defensa. Se trata, ni más ni menos, de dinero destinado a ser adelantado a la industria de Defensa.
Hay que recordar que es habitual que se realice un adelanto económico a las empresas que están implicadas en el desarrollo de nuevos y novedosos sistemas de Defensa, a las que se adelanta dinero que luego deben devolver para que no inicien los proyectos con fondos propios. Una vez que ese programa entra en los presupuestos de Defensa y se empiezan a recibir pagos y obtener rentabilidad, las empresas deben devolver el dinero a Industria.

