
La cumbre de la OTAN en Varsovia (Polonia) de 2016 actualizó una parte de las doctrinas de la organización. Entre ellas, dejó negro sobre blanco que el futuro de la seguridad nacional de los países aliados debía sustentarse en cinco dominios diferenciados, aunque estrechamente enlazados. A los históricos de tierra, mar y aire debían unirse desde ese momento el dominio espacial y el ciberespacio.
El Gobierno español había seguido desde años antes la evolución de la situación y en 2013 había creado en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) el denominado Mando Conjunto de Ciberdefensa (MCCD), que unos años después derivó en el actual Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE). En el mismo trabajo un personal especializado que no resultó fácil de reclutar y cuyo número siempre está por debajo de lo óptimo porque no existe una cifra óptima definida.
De manera paralela, una de las principales empresas tecnológicas del país, Indra, empezó a trabajar en el año 2014 en sus primeros proyectos sobre I+D+i en esta materia porque vieron que eso de la Ciberdefensa era un mundo mucho más extenso que la Ciberseguridad de la que tanto se hablaba en aquel momento. Llegaron incluso a comunicarse con la OTAN para conocer qué previsiones tenían sobre sus posibles necesidades futuras.
Al contrario que lo diseñado por otras empresas privadas en España y Europa, su proyecto no era sólo crear tecnología que permitiese entrenar técnicas como el hacking o las técnicas forenses, entre otras, sino que iba más allá y trataba de crear un entorno sintético donde los ciberguerreros españoles pudiesen entrenar operaciones multidominio, entrelazando el mundo cibernético con el campo de batalla físico.
Es el modo en el que surgió HyCoB (Hybrid Cyber Operations BattleLab), el Cyber Range de Indra, que la empresa define como "un espacio de simulación y wargaming para entrenamiento y experimentación en el ciberespacio", en palabras de Luis García de la Iglesia, director del mercado de Ciberdefensa de la compañía, y que consideran uno de los sistemas más punteros que hay ahora mismo en Europa.
La información para crear los escenarios de simulación viene de la propia realidad, según detalla el responsable de producto de Cyber Range Clasificado en Indra, Santiago Urbano: "Para nosotros, el modelado de los grupos criminales nos sirve de base para poder plasmar estas operaciones y cómo sería una operación militar contra ellos. Hay que tomar los datos de la inteligencia disponible".
Como el presente alcanza al futuro, la OTAN y España buscan ahora un Cyber Range capaz de fusionar el adiestramiento del mundo cibernético con el físico. La organización internacional quiere que sus países miembros tengan la capacidad de dirigir operaciones en el ciberespacio para el año 2030. España, siguiendo esta línea, busca hacerse con un sistema que le permita alcanzar este objetivo marcado por la coalición de países.
Es por ello que, entre los Programas Especiales de Armamento (PEM) nuevos que surgieron al calor del Plan Industrial Tecnológico para la Seguridad y la Defensa que anunció Pedro Sánchez el pasado mes de abril, también se encontró un proyecto de Cyber Range para las Fuerzas Armadas españolas dotado inicialmente con un presupuesto de 57,8 millones de euros, para un periodo inicial de tres años.
Según ha explicado el propio Ejecutivo, el objetivo del programa "Entorno Virtual Aislado de Enseñanza en Ciberseguridad - Cyber Range entorno clasificado (CYBER-RANGE)" es desarrollar herramientas de simulación para formación en operaciones en el ciberespacio, abarcando todos los niveles desde el técnico hasta el estratégico, y que permitan capacitar tanto al personal operativo como a los responsables de la toma de decisiones.
En este contexto, Indra cree que su HyCoB puede ser una pieza de inicio fundamental. "La solución será completamente nueva, pero el amplio expertise de Indra en simulación, entornos sintéticos, plataforma de ciber range y el haber sido pionero en OTAN proponiendo soluciones en estos ámbitos, nos posiciona para crear algo que no existe para la conducción de operaciones en el ciberespacio en un entorno multidominio", explica García de la Iglesia.
"Este tipo de programas estratégicos tienen un componente tractor o de desarrollo de la industria nacional, de evolución tecnológica, de autonomía estratégica y de soberanía tecnológica. Nos estamos preparando y estamos trabajando con un grupo numeroso de empresas que podrían participar. El plan industrial asociado es muy relevante y se extiende a todas las regiones de España", añade el director del mercado de Ciberdefensa de Indra.

