Ariel Burrito Ortega, juega actualmente en el Club Atlético All Boys, cedido por River Plate. El delantero vistió la elástica argentina en los mundiales de EEUU, Francia y Corea y Japón. A los 15 años fue fichado para las categorías inferiores de River Plate. Debutó en 1991 con River frente a Platense con Daniel Passarella como entrenador. A partir de ese momento se consolidó como uno de los jugadores más determinantes del equipo.
Su primer título le llegó en 1996 en la Copa Libertadores de América y al año siguiente viajó a Europa donde recaló en el Valencia. Su relación con Claudio Ranieri, entrenador del club ché no fue buena y el Valencia no tuvo más remedio que venderlo a la Sampdoria, donde no tuvo mucho éxito. En el año 2000 fichó por otro equipo italiano, el Parma, donde logró la Supercopa de Italia.
Regresó a River Plate, donde volvió su mejor fútbol y volvió a destacar, formando un potente cuarteto atacante junto a Juan Pablo Ángel, y antiguos jugadores de la Liga española como Javier Saviola o Pablo Aimar. En esta segunda etapa el delantero logra el clausura. Su peor año llegó cuando al año siguiente se marchó al Fenerbahce, club con que no llegó a finalizar su contrato, volviéndose a Argentina de improvisto. Esto motivó el reclamo de los turcos ante la FIFA, que lo inhabilitó para jugar profesionalmente.
En Agosto fichó por Newell's Old Boys después de que el club negociara con el club turco para desatascar la operación Burrito. Con los rosarinos ganó el Apertura de ese mismo año y en 2008 ganó el Clausura con River. Actualmente no juega todo lo quisiera, pero su forma físca ya no le permite jugar todos los partidos. Aún así, y a sus 37 años, sigue asombrando a todo el mundo cuando sale al terreno de juego. Los aficionados de All Boys ya se han pronunciado varias veces y han pedido al jugador que no se retire asistiendo al estadio en varias ocasiones con pancartas gigantes para darle su apoyo.
"Almeyda, quédate"
Matías Jesús Almeyda en el inicio de su trayectoria futbolística en la Liga argentina, fue suplente en River Plate, aunque pronto se ganó un lugar en el once inicial y su importancia paso a ser decisiva en la obtención de la Copa Libertadores, al marcar el primer gol en el partido de vuelta ante el Universidad de Chile, que colocó al equipo en la final.
Tras ser titular indiscutible con River Plate, en 1997 fue transferido al Sevilla en un traspaso que costó a los de Nervión poco más de 10 millones de euros, una cifra que fue récord en ese momento para el fútbol argentino. Sólo jugó una temporada pero dejó su sello en el Sánchez Pizjuán. Su paso al año siguiente por la Lazio fue uno de sus mejores años como futbolista, donde cosechó varios títulos. De allí pasó al Parma, Inter, Brescia para acabar volviendo al fútbol argentino para vestir la camiseta de Quilmes.
En 2008, y tras haberse retirado, asume el cargo de Director técnico con el equipo de la ciudad donde vive. En 2009 deja el cargo por su vuelta al fútbol profesional y ficha por el Atlético Fénix, que militaba en la cuarta división, anuncia la contratación del centrocampista. Batió un récord de tarjetas, jugando cuatro partidos y siendo expulsado en dos ocasiones. A los 35 años de edad, volvió a la élite del fútbol al fichar de nuevo por River en 2009, debido a que el club buscaba un centrocampista por la lesión de Ahumada.
Actualmente, y a sus 37 años, Matías Almeyda demuestra partido sí y partido también que la edad en el fútbol no importa y sigue ofreciendo un rendimiento espectacular. Recientemente, ha sido nombrado mejor jugador del equipo.