Preocupación en el cuerpo técnico de la selección española con Vicente del Bosque a la cabeza, por la aparente mala relación entre los jugadores del Barcelona y el Real Madrid. Los cuatro clásicos disputados en el mes de abril, han traído consecuencias negativas, al margen de los resultados, que pueden afectar al combinado nacional. Ejemplos de selecciones prestigiosas venidas a menos por problemas en el vestuario, son cada vez más habituales.
Las desavenencias en la selección española empezaron en el primer Clásico disputado el 29 de noviembre. Con los cinco goles que le endosó el equipo de Pep Guardiola al de José Mourinho, muchos jugadores blancos perdieron los nervios. Este fue el caso del internacional Sergio Ramos, que acabó expulsado tras una dura entrada a Leo Messi y después de soltar un manotazo a su compañero en la defensa de la Selección, Carles Puyol. La sangre no llegó al río y pareció que, bajo la excusa del calentón del partido, nadie le había dado más importancia al hecho, ni los jugadores del Barcelona ni los del Real Madrid.
La maratón de clásicos en dieciocho días durante el pasado mes de abril, sí pareció reabrir viejas heridas y malas acciones entre compañeros de la selección. Durante el primer partido correspondiente al encuentro de Liga, varios diarios deportivos se hicieron eco de unas declaraciones de Gerad Piqué en el túnel de vestuarios. Según publicó el diario Marca, el central del Barcelona y de la selección dijo frases como estas: "¡A ocho puntos, a ocho puntos Españolitos, ya os hemos ganado vuestra Liga española, que os den Españolitos, ahora os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey!". Aunque Piqué negó al día siguiente las declaraciones que se le atribuían, el capitán del Real Madrid y de la selección, Iker Casillas, no negó las palabras del defensa. "Piqué y mis compañeros saben lo que dijo".
Con los partidos de cuartos de final de la Champions, la mala relación entre ambos equipos se hizo patente. Los jugadores del Real Madrid acusaron al Barcelona de teatreros y los del Barcelona al Madrid de entrar demasiado fuerte. Ambos equipos se intercambiaron duras entradas como la de Sergio Busquets a Xabi Alonso, muy similar a la que le costó la roja directa a Pepe frente a Dani Alves. En el primer caso, Busquets no vio ni siquiera tarjeta amarilla.
De los cuatro partidos disputados, dos se saldaron con empates y una victoria para cada equipo. El Real Madrid se llevó la Copa del Rey y el Barcelona el pase a la final de Champions en Wembley, aunque para los jugadores de José Mourinho, los arbitrajes fueron los que decantaron del lado azulgrana el pase a la final.
Otros ejemplos de división en el vestuario
Francia tampoco escapa de las polémicas. A principios del mes de mayo, unas declaraciones del seleccionador Laurent Blanc en las que aseguraba que en la selección de Francia "había muchos negros", ha disparado las quejas de todo el mundo que le acusan de racista y exigen que deje su cargo. Al momento actual de crispación por sus declaraciones, hay que añadir el ridículo que hizo Francia el pasado Mundial en Sudáfrica en el que no pasó de la ronda de grupos frente a equipos sin mucha complicación.
En Inglaterra el problema en el vestuario lo desencadenó un romance entre John Terry, jugador del Chelsea, y la mujer de Wayne Bridge, jugador del Manchester City, ambos compañeros en la selección. Durante un encuentro entre los dos equipos, Bridge negó el saludo a Terry. Más adelante renunciaría a ir convocado con su selección para evitar compartir vestuario con Terry. El seleccionador de Inglaterra, Fabio Capello, también tomó cartas en el asunto y le retiró el brazalete de capitán a John Terry. Inglaterra fue eliminada en octavos de final del Mundial de Sudáfrica por Alemania con un contundente 4-1.
La selección Argentina entrenada por Diego Armando Maradona, también estuvo en el centro del huracán cuando Juan Román Riquelme se negó a ir convocado. Aunque el jugador alegó motivos familiares, surgieron un cruce de declaraciones en las que se evidenciaba la mala relación entre ambos. El Pelusa dijo del centrocampista: "Así como está jugando no me sirve". Riquelme no tardó en responder: "Maradona y yo no podemos jugar juntos". Argentina hizo un buen Mundial hasta que se topó con Alemania en cuartos de final y cayó por 4-0. Maradona dimitiría poco después de su cargo como seleccionador.