El Real Madrid se escapa en la Liga. Juega como nunca y tiene la satisfacción añadida de que mira por el retrovisor al eterno rival. El Barcelona está por primera vez a tres puntos de los blancos (25 frente a 28) desde que Pep Guardiola se sienta en el banquillo del Camp Nou, desde el verano de 2008. Hasta ahora la máxima ventaja madridista había sido de dos.
Lejos aún de verse inmerso en una crisis, el equipo azulgrana sí ha acusado un bajón físico en su juego que le ha hecho perder un buen ramillete de puntos, hasta ocho de 33 posibles, tras los empates en Anoeta, Mestalla y San Mamés, así como frente al Sevilla en el Camp Nou.
Mucho se ha hablado en las últimas semanas de la llamada maldición del bíceps femoral después de que hasta siete jugadores –Ibrahim Affelay, Cesc Fábregas, Alexis Sánchez, Andrés Iniesta, Adriano, Eric Abidal y Gerard Piqué– hayan visitado la enfermería del Barça desde el inicio de la temporada hasta la fecha.
Pero puede que la clave de este bajón con respecto a temporadas anteriores no esté sólo en el aspecto físico. En el cuerpo técnico del Barcelona, con Guardiola a la cabeza, preocupa, y mucho, cómo se comportan algunos futbolistas fuera de los terrenos de juego. Mientras David Villa, Xavi Hernández, Iniesta o Dani Alves –por citar algunos nombres– llevan una vida muy familiar y prefieren apartarse de los focos y los flashes, otros como Cesc, Gerard Piqué y Carles Puyol, por ejemplo, se dejan fotografiar por los implacables reporteros gráficos y, semana tras semana, aparecen en revistas del corazón.
Así, esta semana vemos en las páginas Lecturas a Cesc junto Daniella Semaan, una llamativa británica de ascendencia libia de 36 años –doce mayor que él–, en una pose muy cariñosa. Ambos se conocieron hace un año en Londres y llevan saliendo juntos desde junio pasado, un mes después de que el entonces jugador del Arsenal rompiera su relación con Carla Dona, con quien llevaba siete años de noviazgo. La prensa amarillista inglesa les tenía por una de las parejas más estables del fútbol inglés, pero la realidad era otra bien distinta.
Cesc parece haber seguido los pasos de su íntimo y querido Gerard Piqué, de 24 años, en lo de echarse una novia varios años mayor, una figura que en la prensa inglesa se denomina como cougars por buscarse novios menores que ellas. Así, el central lleva un año de relación con Shakira, de 34. La prensa española y latinoamericana alimentó hace un mes los rumores sobre una posible ruptura y, aunque tanto el central como la cantante colombiana se encargaron de desmentirlos rápidamente, lo cierto es que últimamente ya no aparecen juntos. Atrás quedan esos tiempos en los que aparecían de la mano por el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén o se les veía semidesnudos, tapándose con la cortina de la habitación del hotel de la región de Como (Italia), en la que se alojaban. Dándose amor, mucho amor.
Ya no es Shakira la única reina de las WAG's (esposas y novias de futbolistas, por sus siglas en inglés) del circo futbolístico español. Aparece ahora en escena Daniella Semaan mientras seguimos llorando la ausencia de Malena Costa del escenario farandulero. La exnovia de Carles Puyol dice pasar momentos duros tras su ruptura con el central, hace ya tres semanas, pero parece que no ha perdido y el disgusto le ha durado poco porque ya ha sido cazada por los paparazzi con el empresario Javier Hidalgo, con quien ya había tenido una relación anteriormente.
El último que se ha apuntado a la moda de salir en las revistas del corazón es Víctor Valdés, que recientemete ha lucido palmito junto a su pareja, la modelo colombiana Yolanda Cardona, para la revista DT.
¿Y qué pasa con la estrella del equipo? Leo Messi también tiene novia. Se llama Antonella Rocuzzo y llevan tres años juntos, aunque a principios de este año la pareja tuvo una fuerte crisis y permanecieron un tiempo separados. La causa pudo ser las supuestas infidelidades protagonizadas por la Pulga en septiembre de 2010, cuando el jugador habría mantenido un affaire con una botinera –mujer que se dedica a perseguir a los futbolistas- en un apartamento de un lujoso barrio de Buenos Aires, según la prensa sensacionalista argentino. Meses después, a principios de agosto pasado –justo antes del doble duelo contra el Real Madrid en la Supercopa de España-, se pudo ver a ambos dándose un chapuzón en las playas de Ibiza junto a Dani Alves y su esposa, Dinora.
Mientras, en el Madrid todo parece ir viento en popa. Además de la buena marcha del equipo, José Mourinho, que lo controla absolutamente todo, parece calmado viendo cómo sus jugadores llevan una vida tranquila. Cristiano Ronaldo e Irina Shayk, Xabi Alonso y Nagore Aramburu, Sergio Ramos y Lara Álvarez.. Son ejemplos de la estabilidad en las relaciones entre los futbolistas blancos y sus parejas, aunque también habrán tenido algún que otro lunar. Como todo el mundo, por otra parte. Pero el paradigma de que el amor triunfa es el vínculo sentimental entre Iker Casillas y Sara Carbonero, que ya viven "dos años de amor", con beso tras la final del Mundial de por medio.
Puede que algún trapo sucio haya en la casa blanca, aunque al menos de momento no ha salido a la luz...