Después de ganarlo todo en la temporada 2014/15, el Real Madrid afrontará en el próximo curso un año de máxima presión, en el que se le exigirá como poco acercarse a los hitos de la campaña finalizada hace algunas semanas. Y además, deberá, como campeón de la Euroliga, afrontar la Copa Intercontinental, torneo que, tras varios años de ausencia (se celebró entre 1966 y 1987, con cuatro títulos en las vitrinas del Real Madrid, el último en 1981), fue refundado en 2013.
En dicho evento, el rival de los de Pablo Laso será el vencedor de la Liga de las Américas, el Bauru brasileño, actual equipo del ex jugador blanco, Rafael Hettsheimeir, con la curiosidad de que el ganador se decidirá a doble encuentro (25 y 27 de septiembre), y ambos se disputarán en Sao Paulo, concretamente en el Gimnasio Iberapuera, con capacidad para 11.000 espectadores. Los madrileños buscarán suceder al Flamengo, campeón en 2014 ante el Maccabi de Tel Aviv, y al Olympiacos, que se alzara con el triunfo ante el Pinheiros, también brasileño, en 2013.
Será una parte más de un inicio de curso cargadísimo para los blancos. El 20 de septiembre acabará el Eurobasket, en el que habrá una buena parte de la plantilla merengue, entre el 25 y el 27 se celebrará, largo viaje mediante, la Copa Intercontinental, y el fin de semana del 2 y 3 de octubre, la SuperCopa Endesa, antes de recibir, el 8 de octubre, a los Boston Celtics. Sin duda, una forma bastante intensa de iniciar la actividad para un equipo obligado a ganar desde el primer día.