(Libertad Digital) Los de Manolo Jiménez, cuestionado desde su derrota ante el Getafe, no hicieron un gran partido, aunque sí estuvieron a la altura en momentos puntuales de la segunda mitad, cuando llegaron los dos goles obra de Luis Fabiano y el artista Kanouté, ambos en la segunda mitad. El maliense fabricó el primero tras un quiebro y posterior asistencia con el exterior a Luis Fabiano -que batió por bajo a Diego López-, mientras que el segundo fue de su propia cosecha. El delantero africano sacó un disparo seco al palo largo cuando el partido moría para dejar sin historia el encuentro.
El Villarreal, por su parte, mereció algo más en los primeros 45 minutos, sobre todo gracias a un voluntarioso Ibagaza, que no dejó de buscar ese pase acertado, el hueco imposible. Sin embargo, el Sevilla pudo frenar con confianza cualquier intentona amarilla. Y eso que el equipo de Jiménez jugó con uno menos desde el minuto 72 por la rigurosa expulsión de Konko, algo que no impidió que el cuadro del Nervión dispusiese de alguna ocasión más para ampliar la renta, como por ejemplo la que rubricó Kanoute, que significó un balón de oxígeno para el Sevilla.
El Numancia ha acabado con su negativa racha de cinco encuentros sin conocer la victoria, y se ha impuesto al Málaga, uno de los conjuntos revelación de la presente temporada. Los de Pacheta, que preparó una importante revolución en el once, se agarran así a la salvación, que ahora no está tan lejos.
Sólo tres puntos les separan de los puestos de permanencia a falta de que Sporting, Getafe y Espanyol jueguen este domingo. Los sorianos, con un importante lavado de cara, se adelantaron merced a un tanto de Moreno, al minuto de partido. Con Barkero y Nagore en el banquillo, el Numancia recurrió a Del Pino para estampar la sentencia a la hora de partido, a la vez que despejar su camino hacia la salvación, la cual es difícil pero no imposible.