Sorpresón en el gran circo de la Fórmula1. Cambio de cromos en el seno de Red Bull y su filial Toro Rosso.
Daniil Kvyat es señalado por sus últimas actuaciones -su desastroso fin de semana en el Gran Premio de Rusia donde chocó dos veces contra Sebastian Vettel fue la gota que colmó la paciencia de los altos mandos- y desciende de monoplaza. A partir del Gran Premio de España será el compañero de Carlos Sainz en Toro Rosso.
El hueco al volante del Red Bull lo ocupará Max Verstappen. Christian Horner, director de Red Bull Racing, ha querido defender esa decisión, afirmando que tienen "flexibilidad para mover a los pilotos entre los dos equipos". Este movimiento encaja con la política de Red Bull porque Verstappen, con 17 años, se convirtió la temporada pasada en el piloto más joven en competir en la Fórmula 1 y la escudería siempre ha utilizado a Toro Rosso para que sus promesas se fogueen durante unos años, para después subirles a Red Bull o despedirles si no están a la altura.
Verstappen tuvo un debut espectacular el pasado año, y muchas escuderías grandes iban tras él de cara a 2017, que termina contrato. No obstante, este ascenso puede hacer que renueve por varios años con la escudería.
Las primeras reacciones a este sorprendente movimiento no se han hecho esperar. EL primero en criticar duramente la decisión ha sido Jenson Button, compañero de Fernando Alonso en McLaren.
Really? one bad race and Kyvat's dropped, what about the podium in the previous race? #Shortmemories https://t.co/8YDBZPDP3v
— Jenson Button (@JensonButton) 5 de mayo de 2016