Veinte años no es nada, que cantaba Carlos Gardel. Es el tiempo que ha transcurrido desde que Fernando Alonso lograra su primera victoria en el Mundial de Fórmula Uno, como piloto de Renault, al imponerse en la carrera el Gran Premio de Hungría, disputada el 24 de agosto de 2003. Ahora, veinte años después, el ovetense busca repetir triunfo en un circuito, el de Hungaroring, en el que el asturiano no ha vuelto a subir a lo más alto del cajón desde entonces.
Ansía el ovetense su victoria número 33 en el Mundial de Fórmula 1. Se le resiste desde hace diez años, cuando logró el triunfo en el GP de España en Montmeló en 2013, con Ferrari. Hungaroring puede ser escenario este fin de semana de ‘la 33’, viendo que este año sí parece haber recuperado las buenas sensaciones con Aston Martin, tras un período de dos años en Alpine con bastantes más sombras que luces.
Dice Alonso en vísperas del gran premio de este fin de semana en Hungría que sigue teniendo "el mismo ADN competitivo de hace veinte años", pero ahora con "más experiencia, más conocimientos y menos estrés".
"Probablemente cuando bajas la visera (del casco) el domingo, la motivación es la misma", apuntó Alonso en la conferencia de prensa oficial de la FIA. El asturiano, que el próximo 29 de julio cumplirá 42 años, sigue causando sensación y, con seis podios en las primeras diez carreras, es tercero en un Mundial que lidera de forma incontestable el holandés Max Verstappen por delante de su compañero en Red Bull, el mexicano Sergio Checo Pérez.
"La alegría de la carrera, esa vuelta de formación, la salida, la adrenalina... competir contra los mejores pilotos y los mejores equipos del mundo; y buscar el éxito frente a ellos. Eso sigue siendo exactamente igual que hace veinte años", indicó el doble campeón mundial. "Lo que cambia es que ahora tengo más experiencia; fuera de la pista, también, a la hora de preparar las carreras con tus ingenieros, las estrategias... Asimismo el conocimiento que tienes sobre el tratamiento de los neumáticos y acerca de todos los escenarios que te puedes encontrar durante la carrera. Y que no hay grandes sorpresas en mi cabeza", explicó.
"Pero sin duda alguna el ADN competitivo sigue siendo el mismo. Ésta es la parte más divertida de nuestro trabajo. Y eso no ha cambiado desde hace veinte años hasta hoy", aseguró Alonso.
"Fue un momento mágico, para mi carrera y para mi vida", recordó el piloto del Principal sobre aquel día en el que deslumbró al mundo entero, al convertirse, en ese momento, en el más joven ganador de la historia —ahora lo es Verstappen— y en el único español en ganar en la Fórmula Uno; algo que fue así hasta el año pasado, cuando el madrileño Carlos Sainz (Ferrari) se anotó, en Silverstone (Inglaterra), el Gran Premio de Gran Bretaña.
Lo que Fernando Alonso deja claro es que le gusta el circuito de Hungaroring: "Este fin de semana esperemos que la cosa vaya mejor que en Austria y Silverstone. Este circuito, su trazado y sus características, van más acordes a las pistas en las que hemos ido bien en lo que va de año. En pistas con curvas rápidas y largas rectas no vamos tan bien; y Austria y Silverstone fueron un ejemplo claro de esto", señalaba. "Así que ojalá que aquí podamos volver a tener una puesta en escena mejor, aunque nuestros principales competidores han mejorado sus paquetes y van a estar de nuevo muy fuertes aquí. Será difícil, pero esperemos divertirnos", afirmaba.
"Me da igual los cambios en los neumáticos previstos aquí (en la calificación). Hay que usar obligatoriamente un tipo de compuesto en cada ronda de la crono, pero será lo mismo para todos. Hay una razón para ello, guardar lotes de neumáticos y ahorrar, supongo. Así que habrá que apoyar la idea, al menos intentar a ver cómo va todo y si pueden mejorar las cosas de aquí en adelante", opinaba Alonso.