
Red Bull ha decidido poner fin a la etapa de Helmut Marko como asesor del equipo a partir de la próxima temporada, un movimiento que aún no es oficial pero que ya se da por hecho en el paddock. Las reuniones celebradas tras la finalización de la temporada en Abu Dhabi apuntaron a que el dirigente, de 82 años, no continuará pese a mantener contrato en vigor hasta 2026. La decisión se suma al proceso de reconfiguración interna iniciado en la escudería durante los últimos meses y marca el final de un ciclo para una de las figuras más influyentes desde la llegada de la marca a la Fórmula 1 en 2005.
Por su parte, el entorno de Max Verstappen, que había respaldado a Marko en su pulso con Christian Horner, también está al tanto de los cambios. Aunque la salida del asesor coincide con un momento de transición en el equipo, no afecta al futuro del tricampeón, que mantiene contrato hasta 2028 y sólo podría marcharse al final del próximo año si el coche no resultase competitivo.
Los detonantes: decisiones no consultadas y tensiones recientes
Al parecer, entre los factores que han acelerado el final de la etapa de Marko figura el fichaje no consensuado del joven piloto irlandés Alex Dunne como parte del programa de desarrollo de Red Bull. El motivo es que la cúpula deportiva no estaba al tanto del acuerdo, que obligó al equipo a indemnizar al piloto tras resolverlo pocas horas después. Este episodio se sumó a otras recientes controversias, como las acusaciones del dirigente sobre las acciones de Andrea Kimi Antonelli en Qatar, donde sugirió que el piloto se había dejado adelantar por Lando Norris antes de disculparse.
Por su parte, el responsable deportivo del grupo Red Bull, Oliver Mintzlaff, se ha involucrado cada vez más en las decisiones estratégicas y aspira a tener un vínculo directo con la estructura operativa del equipo. En ese contexto, Marko, con un estilo autónomo y voz propia dentro del conjunto, encajaba cada vez menos en el perfil discreto que la escudería ha adoptado en los últimos meses.
Una trayectoria marcada por influencia directa en la parrilla
Ex piloto de Fórmula 1 y amigo personal del fundador Dietrich Mateschitz, Marko se integró en el proyecto desde sus inicios, cuando Red Bull adquirió Jaguar para crear su propia estructura en el campeonato mundial. De hecho, desde 2005 ha sido el principal arquitecto del programa de jóvenes pilotos de la marca, un semillero que llevó a la F1 a talentos como Sebastian Vettel, Max Verstappen, Daniel Ricciardo, Carlos Sainz, Daniil Kvyat o Pierre Gasly.
Su figura ha estado asociada durante dos décadas a decisiones deportivas, estratégicas y contractuales de alto impacto. Conocido por su estilo directo y por ejercer un liderazgo exigente, ha sido también uno de los personajes más reconocibles del paddock. Su influencia se mantuvo incluso en 2024 y 2025, temporadas marcadas por turbulencias internas y reorganizaciones de personal.
Ahora, tras el GP de Abu Dhabi, el propio Marko alimentó los rumores al describir su situación como "compleja" y afirmar que debía "consultarlo con la almohada". La reunión posterior con Mintzlaff, celebrada el lunes en el hospitality del equipo, habría sido el escenario en el que se le comunicó la decisión final.
Laurent Mekies, que tomó el relevo de Christian Horner al frente del equipo, habló en tono de despedida al referirse al trabajo del asesor. "Helmut nos ha ayudado increíblemente este año a dar la vuelta a la situación. Pero la Fórmula 1 no es un entorno estático. Hay que adaptar constantemente la organización, tanto a nivel técnico como deportivo", dijo el francés, subrayando que la escudería está en un proceso de permanente revisión interna.
Un vacío significativo tras un año de salidas
De confirmarse la marcha de Marko, Red Bull cerraría un año marcado por la salida de tres figuras simbólicas: Christian Horner, Adrian Newey y ahora el propio asesor. Su ausencia pone fin a la estructura que acompañó a la escudería en su salto competitivo y en la consolidación de su etapa más exitosa.
La eventual salida del asesor se suma a un contexto en el que el equipo busca una nueva configuración directiva para afrontar el ciclo reglamentario que se abrirá en 2026. En un año de cambios profundos, Red Bull ajusta sus cimientos mientras intenta preservar la estabilidad competitiva que ha sido clave para su dominio reciente.

