
El 2026 no comenzará como esperaba Kylian Mbappé. Después de cerrar el año igualando el récord de Cristiano Ronaldo como máximo goleador del Real Madrid en un año natural, el delantero francés se ha visto obligado a frenar en seco. Una resonancia magnética realizada este miércoles confirmó que sufre un esguince en el ligamento externo de la rodilla izquierda, una lesión que le mantendrá alejado de los terrenos de juego durante, al menos, tres semanas.
Mbappé llevaba varias semanas arrastrando molestias en la rodilla, aunque en un primer momento tanto el jugador como el cuerpo técnico pensaron que se trataba de un problema pasajero. El francés continuó jugando y acumulando minutos, participando prácticamente en todos los encuentros del Real Madrid desde el inicio de la temporada. Sin embargo, en los últimos partidos empezó a notar una clara pérdida de explosividad y dificultad para acelerar, una señal inequívoca de que algo no iba bien.
Las pruebas médicas despejaron cualquier duda. La resonancia confirmó el esguince, una lesión que no requiere intervención quirúrgica, pero sí reposo y un plan específico de recuperación. Los servicios médicos del club optaron por parar al futbolista para evitar una recaída o una dolencia más grave a largo plazo. El propio Real Madrid lo confirmó con un breve parte médico en el que señalaba que Mbappé queda "pendiente de evolución".
Parte médico de Mbappé.
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) December 31, 2025
Adiós a la Supercopa de España
La consecuencia más inmediata es su ausencia en la Supercopa de España, que se disputará entre el 7 y el 11 de enero en Arabia Saudí. Mbappé no llegará a tiempo para esa cita, un golpe importante para el equipo dirigido por Xabi Alonso, que afrontará el torneo sin su principal referencia ofensiva. La baja obliga al técnico a replantear el ataque y repartir responsabilidades entre el resto de la plantilla en un tramo exigente del calendario.
El Real Madrid pierde a un jugador clave en un momento delicado de la temporada. Mbappé no solo aporta goles, sino también desborde, velocidad y capacidad para desequilibrar partidos cerrados. Su ausencia supone un desafío para el vestuario y el cuerpo técnico, que deberán gestionar la carga de minutos de otros atacantes y mantener el nivel competitivo sin su estrella.
Parar para proteger el futuro
Para Mbappé, este periodo de reposo supone un alto obligatorio en una carrera marcada por la regularidad y la exigencia constante. Acostumbrado a jugarlo todo, el delantero deberá ahora centrarse en cuidar su rodilla y respetar los plazos de recuperación. La prioridad es clara: volver en plenas condiciones físicas y mantener el nivel que le ha convertido en una pieza fundamental tanto para el Real Madrid como para la selección francesa.
Aunque la lesión frena momentáneamente su espectacular inicio de temporada, en el club confían en que la baja quede en un simple contratiempo. Si la evolución es positiva, Mbappé podría incluso acortar ligeramente los plazos. Por ahora, el mensaje es prudencia: parar a tiempo para volver más fuerte y seguir marcando diferencias cuando regrese al césped.

