L D (EFE) McCartney, un hawaiano semidesconocido de 34 años con nueve de experiencia profesional, ha sido el más fuerte y decidido dentro de un grupo de once escapados que han hecho buena la aventura del día en un terreno tortuoso de 207 kilómetros entre Puerto Lumbreras y Villacarrillo, a las puertas del Parque Natural de Cazorla.
El corredor del Discovery arriesgó a tope a 9 kilómetros de meta, sus compañeros de fuga se quedaron mirando y pagaron caro el exceso de confianza. Ya no hubo forma de alcanzarle. Se presentó en meta con un tiempo de cinco horas, 21 minutos y 21 segundos, con tiempo para disfrutar la primera etapa del equipo en la presente edición. La segunda plaza ha sido para el sueco Thomas Lövkvist (Francaise), a 28 segundos, y a continuación pasaban el resto de fugados con el alemán Schumacher al frente, a 50 segundos, donde viajaban los españoles Juan Manuel Gárate, Xavier Zandio, David García, Chente García Acosta y Haimar Zubeldia, en una mayoría absoluta que de nada sirvió.
El pelotón, en un día de desgaste físico, no tiró por el barranco las energías que a estas alturas no tiene y llegaba a meta con un retraso de poco más de diez minutos. Con el líder Denis Menchov a buen recaudo, en víspera de la etapa de Granada, una esperanza para ver espectáculo de calidad. El líder del Rabobank se presentará a la cita con 2:01 sobre su compatriota Vladimir Efimkin (Caisse d'Epargne) y 2:27 respecto al australiano Cadel Evans (Predictor-Lotto). El español Carlos Sastre (Team CSC), que anunció su intención de quemar las naves en Monachil, donde Valverde perdió la Vuelta 2006 ante Vinokourov, se mantiene cuarto a 3:02.
Una etapa temible por su perfil serrucho, con permanentes subidas y bajadas, con 100 kilómetros por encima de los 1.000 metros de altitud, en la que el espectáculo se vio favorecido por el interés de los últimos kilómetros, cuando el minipelotón de once empezó a sacudirse con constantes intentos de despegue. Un día nervioso y "pestoso", como dicen los ciclistas. El pelotón salió disparado de Puerto Lumbreras (Murcia), territorio Valverde, el hombre noticia permanente por su duelo con la UCI. En el kilómetro 12 ya había escapada, multitudinaria con una docena de nombres destacados en la nómina de gregarios. Ahí se metieron entre otros Chente García (Caisse d'Eparbne), Vandevelde (CSC), Haimar Zubeldia (Euskaltel), David García (Karpin Galicia) y Juanma Gárate (Quick Step)
La fuga inicial caducó en el kilómetro 66, pero unos cuantos se rebelaron ante el empuje de la mayoría y arrancaron de nuevo. Aguantaron Chente, David García y Zubeldia, junto al estadounidense Vandevelde y el sueco Lovquist y se añadieron Juanma Gárate y el alemán Stefan Schumacher. Era el proyecto auténtico, el que tenía futuro. A 40 kilómetros de meta el pelotón tiró la toalla y dejó hacer a los escapados, que volaban en comandita entre los mares de olivos jienenses. Estos empezaron sus gestiones de victoria en la subida al Alto de Villanueva del Arzobispo (tercera categoría), donde arrancó Vandevelde. Objetivo: descolgar a Schumacher, que al esprint no tendría problemas para llevarse la etapa.
Después de un intento de Chente y Gárate, surgió como un cohete McCartney, a nueve kilómetros de meta. Nadie se inmutó, tal vez en un exceso de confianza. Y les salió caro, pues el estadounidense se despidió para siempre. Un gran rodador este hombre con apellido de 'beatle', que sin mirar atrás fue abriendo diferencia, implacable. Y en Villacarrillo que se presentó para firmar una escapada de casi 140 kilómetros. A lo grande, en su presentación en Europa. Añadió a su palmarés la victoria más importante de su carrera, donde apenas destaca una etapa en la Vuelta a Georgia.
La decimoquinta etapa entre Villacarrillo y Granada, de 201 kilómetros, es de las más esperadas de la presente edición, con terreno favorable para las emboscadas. En el camino el Alto de Torrecandela (tercera categoría), el Puerto de los Blancares (tercera) y el Alto de Monachil (primera), con la cima a 20 kilómetros de meta y punto clave de la jornada.