Atípico clásico en el Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid, con un equipo plagado de suplentes, ha ganado a un Barcelona en su peor momento de la temporada. Otra bofetada del conjunto blanco a los culés cuatro días después de eliminarlos de la Copa del Rey con su gran triunfo en el Camp Nou (1-3).
La cercanía del duelo del próximo martes en Old Trafford, donde el Madrid espera ganar al Manchester United –o empatar a dos o más goles– para seguir vivo en la Copa de Europa, así como la amplia ventaja de los azulgranas en la Liga (16 puntos), invitaban a barruntar que el de esta tarde en el Bernabéu iba a ser un clásico descafeinado. Y, efectivamente, así fue.
José Mourinho echó mano de las rotaciones y reservó a muchas de sus estrellas, entre ellas Cristiano Ronaldo, Özil, Khedira y Xabi Alonso. El centrocampista guipuzcoano, fundamental en los esquemas del técnico portugués, ni siquiera se vistió de corto. Como tampoco un Marcelo que apuntaba a titular y al final se quedó en la grada. Ahora mismo el brasileño, fuera de forma, no es ni la sombra del grandísimo jugador que fue. También Jordi Roura hizo algunos cambios, dando entrada en el once a Villa, Mascherano y Thiago. Este último por un Xavi que estará entre diez y quince días de baja, con lo que peligra su concurso en el decisivo duelo frente al Milan.
Tediosa primera parte
Y eso que resultó bastante prometedor el inicio de este nuevo choque entre los dos grandes del fútbol español en apenas cuatro días. Sólo habían transcurrido cinco minutos cuando Sergio Ramos robó un balón en el centro del campo y se lo pasó a Álvaro Morata. El canterano, que actuó por la banda izquierda, ocupando el lugar habitual de Cristiano Ronaldo, sirvió un medido centro al área, donde apareció Benzema para fusilar a Valdés. Una buena forma de aparcar, al menos momentáneamente, sus problemas con la justicia.
Con el 1-0 a favor, el Madrid se echó hacia atrás y entregó la pelota al Barça, que no tardó en empatar el partido. Superado el primer cuarto de hora, Dani Alves dio un gran pase a Messi, que controló dentro del área, hizo lo que quiso con Ramos y batió a Diego López con un remate raso. Fue de lo poco que ofreció el argentino, que apenas volvería a aparecer en el resto del choque salvo con un disparo centrado desde la frontal, a la media hora, que pudo atrapar sin problemas el meta gallego del Madrid.
Poquito más se vio en una primera mitad para el olvido, en una tarde soleada que invitaba a siesta. El equipo de Mourinho daba casi por bueno el empate, aunque Morata, de lo mejorcito de los blancos en los primeros 45 minutos junto a un Pepe que jugó como mediocentro, tuvo una buena ocasión al borde del descanso. Sin embargo, el joven delantero madrileño se llenó de balón a la hora de rematar de cabeza un medido centro de Modric y envió la pelota fuera.
Cristiano anima el cotarro
Afortunadamente para el aficionado, el espectáculo mejoró en la segunda mitad con la entrada de Cristiano Ronaldo al campo. Y es que el portugués, ese fenómeno de la naturaleza, es otra cosa. Dio al Madrid la velocidad que necesitaba. Junto a él entró Khedira, otro de los intocables de Mou, y salieron Benzema y Kaká, que estuvieron grises y, por lo visto en los 57 minutos que jugaron, no se han ganado la titularidad para Manchester.
Sólo llevaba unos segundos Cristiano en el campo cuando le buscó las cosquillas a Piqué, haciendo que viera una amarilla, y unos minutos después dio un serio aviso con un misil en un lanzamiento de falta ante el que se lució Valdés. Volvió a avisar el crack de Madeira con un remate desviado tras marcharse de tres jugadores culés, aunque más clara fue la ocasión que tuvo Morata en un mano a mano que el portero barcelonista resolvió a la perfección.
Los anfitriones gozaban de buenas oportunidades ante el equipo de Roura, desaparecido en combate, con los plomos fundidos, y acabaron encontrando el premio al gol de la victoria en la recta final. Fue a los 82 minutos, cuando Sergio Ramos cabeceó un córner botado por Modric, ganándole la partida por alto a Piqué, para establecer el definitivo 2-1 en el marcador.
Pero aún quedaba más: los blancos pudieron aumentar su ventaja con un lanzamiento de falta de Cristiano que se estrelló en la cruceta, mientras que Pepe, tras el rechace, mandó la pelota fuera con todo a favor. El Barça estaba grogui, aunque Adriano, que había entrado por Pedro, protagonizó una peligrosa internada en el área y Ramos se jugó un penalti que Pérez Lasa no señaló. La jugada encendió los ánimos de Valdés, que acabó siendo expulsado por doble amarilla cuando el colegiado vasco ya había pitado el final del clásico menos clásico, también por su inusual horario.
Ficha técnica
Real Madrid, 2: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Arbeloa, m.68); Pepe, Modric; Callejón, Kaká (Khedira, m.57), Morata; y Benzema (Cristiano Ronaldo, m.57)
FC Barcelona, 1: Valdés; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets, Thiago (Tello, m.85), Iniesta; Pedro (Adriano, m.76), Messi y Villa (Alexis, m.67)
Goles: 1-0, m.5: Benzema; 1-1, m.17: Messi; 2-1, m.82: Sergio Ramos
Árbitro: Pérez Lasa (Comité vasco). Mostró tarjeta amarilla a Sergio Ramos (m.51), Coentrao (m.61), Morata (m.67) y Arbeloa (m.92), del Real Madrid; y a Jordi Alba (m.55), Piqué (m.57), Thiago (m.64), Dani Alves (m.90) e Iniesta (m.93), del Barcelona. Expulsó a Valdés por doble amarilla, con el partido ya finalizado, debido a sus reiteradas protestas
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 82.000 espectadores. Lleno. Estuvieron en el palco de honor el exfutbolista Diego Armando Maradona y el seleccionador francés, Didier Deschamps, entre otras personalidades