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El Sevilla noquea a un Real Madrid sin defensa (3-2)

Los goles de Inmobile, Banega y Llorente dejaron en nada el golazo de chilena de Ramos, que acabó lesionado. James marcó el segundo del Madrid.

Los goles de Inmobile, Banega y Llorente dejaron en nada el golazo de chilena de Ramos, que acabó lesionado. James marcó el segundo del Madrid.
Inmobile empezó la remontada. | EFE

Como la historia del Doctor Jekyll y Señor Hyde, el Real Madrid mostró en Sevilla sus dos caras más extremas para terminar dejándose el liderato en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde, tras media hora espléndida de los madrileños, el Sevilla fue una auténtica trituradora que pasó por encima del hasta entonces líder de la Liga BBVA y que sacó a relucir de una tacada todos los problemas del equipo entrenado por Rafa Benítez en una esperpéntica segunda parte.

Dispuso de inicio Benítez al regresado Gareth Bale como delantero centro, en ausencia de Benzema tras su delicada semana judicial. Cristiano Ronaldo se ubicaba a la izquierda, y la derecha era para Isco. Por detrás, acorazando a Modric y Kroos, se volvía a demostrar que Casemiro será imprescindible para el entrenador blanco en los partidos de tronío. Enfrente, los de Emery sí mostraban muchos cambios respecto a su decepcionante actuación ante el Manchester City, llamando la atención la ausencia de Fernando Llorente, que, con Gameiro lesionado, perdía la partida por la titularidad ante Inmobile.

El resultado de tanto mejunje táctico fue un Real Madrid extraordinariamente superior durante media hora. Bale, cómodo en la punta, buscaba disparos desde la frontal, con escasa fortuna, y asociarse a un Cristiano que sigue lejísimos de su mejor punto físico y de puntería, en un problema recurrente y que ya parece que puede empezar a inquietar seriamente en Concha Espina. Apenas sólo un balón de Pepe a la espalda de la zaga hispalense permitió crear peligro al luso, al que finalmente Mariano Ferreira ganó la partida en velocidad para llegar a despejar el chutazo del Balón de Oro cuando ya se plantaba ante Sergio Rico. Un minuto después, a la salida del córner consecuente, una volea sensacional de Nacho acabaría muriendo en el poste derecho de Sergio Rico, en lo que era el primer aviso serio de un Madrid muy superior ya, y que hacía que N´Zonzi y Krychowiak estuvieran totalmente superados en el centro, con Banega absolutamente desaparecido. El Sevilla ni aparecía por las inmediaciones de Casilla. El Doctor Jekyll mostraba su mejor hacer en el Pizjuán.

Llegaría a balón parado la merecida ventaja blanca. De nuevo en un saque de esquina, Sergio Ramos, en su vuelta a casa, se inventaría una fantástica chilena que batiría a Rico pero que le saldría al de Camas demasiado cara, pues la caída posterior haría incidencia en su ya maltrecho hombro, obligándole a dejar el partido poco después. Un gol que hacía justicia más que sobrada a lo que se veía sobre el césped, y que bien pudo ampliar Bale apenas cuatro minutos más tarde con un nuevo chut que obligó a trabajar a Rico. El Sevilla vagaba en esos momentos por el terreno de juego, y no aparecería hasta la media hora, cuando Trèmoulinas y Konoplyanka encontraron la vía de escape en la defensa blanca en un Danilo demasiado inseguro, y a partir de ese momento casi todos los ataques de los de Emery llegaron por la izquierda. Algo que viene siendo demasiado habitual. Como ocurriría en Vigo ante el Celta con Nolito, el brasileño atrás es un auténtico flan ahora mismo.

Ya había avisado Inmobile, cuando rozó el tanto del empate justo a la media hora en un centro desde la zona por donde el Madrid comenzaba a desangrarse. Además, por arriba, Casilla mostraba alguna duda. Y a los 36 de juego, un saque de esquina se paseó por toda el área blanca hasta que, en el segundo palo, Inmobile agradeció que nadie lo remachase ni despejase, para hacer un empate increíble por lo visto hasta ese momento. Poco más tarde, y de nuevo empezando el peligro en Trèmoulinas, pudo el italiano hacer el segundo, con Casilla ya superado, pero su remate en semifallo se marchó fuera.

Nada cambiaría al paso por vestuarios, pues el viento ya había virado, y el Señor Hyde ya no dejaría el césped del recinto sevillano. Lejos, lejísimos de controlar el juego, el partido entró en un pim pam pum que en nada parecía favorecer al pez gordo. Bale insistía con sus disparos lejanos, Cristiano seguía con su particular apocalipsis, mientras Vitolo y, muy especialmente Konoplyanka, comenzaban a ser un tremendo dolor de cabeza en un área donde la ausencia de Keylor Navas convertiría a los de Benítez en un equipo ramplón.

Al cuarto de hora de la segunda mitad, una genialidad de Konoplyanka volvió a incidir en los problemas de Danilo. El ucranio encontró socio en Inmobile para romper la zaga madrileña y dejarle el gol regalado a Banega, que no desaprovechó la opción. Un 2-1 imposible en la primera parte, pero demasiado real en la segunda. Se esperaba ahí la reacción de Benítez, por primera vez en la temporada por detrás en el marcador, y el técnico demostró que el libreto estaba por encima de todo. El partido pedía a gritos a James, pero el entrenador no se volvió loco, siendo Isco el sacrificado, para sorpresa y desazón del malagueño. Justo después llegó un tremendo error de Sergio Rico, que regaló un balón a Modric para que el croata le dejara en la frontal a Cristiano una de esas pelotas que el de Madeira no suele perdonar. Pero la mandó fuera, en lo que fue su última aparición seria del partido, en el minuto 68. El propio Modric obligaría a Rico a lucirse en el 74, un minuto antes de que de nuevo el meta hispalense evitara el empate, en un cabezazo de Casemiro ante el que Rico estuvo extraordinario. El Madrid, que en esos diez minutos tras el gol amenazó con volver a Jekyll, quedaría como Hyde hasta el final desde ese testarazo del ex del Oporto.

Y es que no tardaría ni un minuto en sentenciar Llorente. De nuevo la vía de escape por la derecha, de nuevo Trèmoulinas hasta la línea de fondo, por malo que fuera su centro. Allí aparecería Ferreira para colgarle medio gol a un imponente Fernando Llorente, tan colosal por arriba como inseguro de nuevo Casilla. Restaban quince minutos y el Madrid, inexplicablemente, hincó la rodilla. Apenas el espíritu de Modric, James y Bale mostró algo de peligro arriba. Banega pudo hacer el cuarto, en una buena parada de Casilla. Durante casi veinte minutos, el Real Madrid pareció un cadáver en el Pizjuán, entre los olés de una grada que ni imaginaba ese panorama apenas una hora antes. El gol de James, justo al límite del partido, sólo sirvió para maquillar el resultado, pero no desde luego la paupérrima imagen que durante 60 minutos dejó el Madrid en Sevilla. No parece desde luego la mejor forma de llegar al parón previo al Clásico ante el Barcelona, en el que mucho tendrá que hacer Benítez para que su equipo vuelva a ser el Jekyll de la primera media hora. Las dudas ya han llegado al Santiago Bernabéu. Y con razones.

Ficha técnica:

Sevilla (3): Rico; Ferreira, Andreolli (Kolodziejczak, m. 83), Rami, Trèmoulinas; N`Zonzi, Krychowiak, Vitolo, Banega (Krohn-Dehli, m.80), Konoplyanka; e Inmobile (Llorente, m. 70).

Real Madrid (2): Casilla; Danilo, Pepe, Ramos (Varane, m. 33), Nacho; Casemiro, Kroos (Jesé, m. 81), Modric; Isco (m. 63), Bale y Cristiano.

Goles: (0-1): Sergio Ramos (m. 23); (1-1): Inmobile (m. 36); (2-1): Banega (m. 61); (3-1): Llorente (m. 75).

Árbitro: González González (castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla al local Inmobile y al visitante Nacho.

Incidencias: partido disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán, perteneciente a la 11ª jornada de la Liga BBVA.

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