
Isco Alarcón ha vuelto a sentirse futbolista en el Real Betis. Su temporada está siendo espectacular. Fino físicamente, la confianza de Manuel Pellegrini ha hecho que recupere su mejor fútbol. Cada fin de semana reparte lecciones de clase con la elástica verdiblanca. Su equipo juega a otra cosa -se le enciende la luz- cuando el malagueño recibe en tres cuartos. A sus 31 años vive una segunda juventud tras pasar momentos muy complicados, en gran parte, como el mismo reconoce, por su mala cabeza.
En su última etapa en el Real Madrid reconoce que le falto autocrítica. Lejos de su mejor peso, se sentía una víctima por el escaso protagonismo que tenia en el once y en vez de trabajar más duro se dejó ir. Luego llegó la tóxica etapa del Sánchez Pizjuán con el Sevilla, donde salió tarifando enfrentado con el por entonces director deportivo hispalense Mochi. En el pasado mercado invernal tuvo una oferta del Unión Berlín, pero a última hora le cambiaron las condiciones pactadas y decidió darse media vuelta sin firmar. Las malas lenguas aseguran que en Berlín aún están asustados de la imagen de un Isco que por entonces estaba muy por encima de su peso -caso curioso el de un vegano pasado de kilos-.
Isco, que pasó por ‘Universo Valdano’ de Movistar+, reconoció que el último día del pasado mercado invernal recibió una curiosa propuesta. Le llamo directamente Iago Aspas para pasarle una oferta del Celta. Su estado mental le hizo rechazar la propuesta del Príncipe de las Bateas: "El cambio y la necesidad de parar viene del viaje de vuelta de Berlín. A la vuelta recibo una oferta del Celta. Me llamó Iago Aspas y dije: "Es que no puedo. Necesito descansar. Necesito reciclar ideas, la mente... No puedo aceptar una oferta porque no considero que esté preparado para rendir sobre todo mentalmente porque físicamente estaba bien. Ahí lo tuve claro".
Isco reconoce que mentalmente estaba superado. Sus últimos meses en el Madrid, donde lo ganó todo, no fueron sencillos y su actitud no fue la correcta, algo de lo que se arrepiente: "Cuando estás en una situación en la que no juegas nada es culpa tuya. Éste es un tal... Echas balones fueras constantemente. El tiempo te da la perspectiva de qué hiciste tú para cambiar, por qué no diste un paso más, por qué no luchaste más... Y ahora reconozco que en ese momento perdí un poco la ilusión por demostrar, por jugar y por quitarle el puesto a un compañero. Y eso es algo que hice anteriormente... Me vine un poco abajo y no tuve la fuerza mental para revertir la situación que sí había tenido otras veces. El que más se arrepiente soy yo, y lo digo ahora que ha pasado mucho tiempo y que vuelvo a disfrutar del fútbol como un niño pequeño. Pero en ese momento estaba peleado con todo el mundo. Me sentía una víctima y no lo era".
Reconoce que fracasó en el Sevilla: "Pasó lo que pasó (su discusión con Monchi en el Sevilla). Fue un momento complicado, pero lo que pasó no lo podía permitir y decidí salir de ahí. Es muy difícil saber gestionar este tipo de cosas, este tipo de fracasos, porque mi paso por el Sevilla (dejo el club el 21 de diciembre de 2022) fue un fracaso y tenía que seguir remando. Quería seguir disfrutando del fútbol. Tuve ofertas para irme a Arabia, ofertas del Unión Berlín. El equipo en el que menos he estado de la historia".
Isco, que vivió la cara más amarga del fútbol, trabajo muy duro tanto física como mentalmente desde el mes de febrero del año pasado hasta el verano pasado: "Era final de enero. Último día de mercado y tras rechazar la oferta del Celta, tenía claro que necesitaba parar y recuperarme. Me dije: voy a tratarme bien mentalmente y voy a volver más fuerte que nunca. Ahí es donde empecé (terapia). Me ayudó mucho. A darme cuenta de muchas cosas. Fui honesto conmigo. Honesto con posibles equipos donde pudiera ir y decidí parar porque no estaba preparado. También tuve que trabajar físicamente por mi cuenta. Fueron cinco meses muy duros entrenando solo en el gimnasio".
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— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) January 24, 2024
En verano recibe la llamada de Pellegrini, el técnico chileno es el que le pide a Ramón Planes, por entonces director deportivo del conjunto verdiblanco su fichaje, e Isco decide rechazar ofertas económicas muy superiores y aceptar la propuesta. Todo un acierto. En el Betis ha recuperado la ilusión y su mejor fútbol: "Estoy como un niño chico en Disney", sentencia el jugón de Arroyo de la Miel.
