Audi se ha convertido, con el e-tron, en la primera marca prémium en fabricar un modelo 100% eléctrico. También es el primer fabricante en plantar cara a Tesla, la empresa que ha revolucionado la movilidad eléctrica de lujo. El e-tron, cuyas primeras unidades llegan al mercado antes de que acabe el año, es un SUV que por tamaño se sitúa entre el Q5 y Q7. Con 4,9 metros de longitud y 600 litros de maletero –puede crecer hasta los 1.725 litros si abatimos los respaldos traseros–, el e-tron es una perfecta alternativa por espacio y habitabilidad como coche familiar.
Cuenta con dos motores asíncronos que suman 408 caballos de potencia, cada uno de los cuales envía la fuerza a uno de los ejes, con lo que la configuración es la de un tracción total, una característica clásica de Audi. Esa configuración mecánica le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos o alcanzar los 200 km/h de velocidad máxima. Además, dispone de un selector con siete modos de conducción, desde una posición off road a una Eco, pasando por una alternativa más dinámica. En función del modo elegido, la altura de la carrocería puede variar 76 milímetros.
El e-tron destaca además por su sistema de gestión de la energía, que le permite regenerar en marcha para conseguir la máxima autonomía posible. Cuenta con frenado inteligente que, con solo levantar el pie del acelerador, comienza a retener el coche y a recargar las baterías; una capacidad de regeneración que se puede regular. Eso permite que el e-tron haya homologado hasta 417 kilómetros de autonomía ya con la nueva normativa WLTP. Además, ofrece un planificador de rutas e-tron que incluye puntos de recarga y selecciona los más recomendables en función del estado de la batería del coche, de las circunstancias del tráfico, etc. Y se puede recargar en un enchufe normal, en una toma trifásica de 400 voltios (en 8,5 horas) o incluso en una toma de 150 kW.
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