Quizá te suene su nombre o tal vez no, pero Gordon Murray es toda una institución en el mundo del automovilísmo y, sí, es también el creador del famoso McLaren F1. Ahora, 30 años después llega con su nueva criatura y promete ser incluso mejor.
Y es que este T.50 seguro que te suena en cuanto a diseño, ya que encontrarás multitud de similitudes con el F1, pero también lo harás con el Ford GT o el Porsche 918 Spyder. Lo que sí que son inconfundibles son sus puertas diédricas, la tapa del motor o la toma de aire del techo, claras referencias a su admirado McLaren F1 original.
Murray ha puesto especial empeño en construir un superdeportivo que sea pequeño y en donde el peso, en este caso el menor posible, sea el protagonista. Esto ha hecho que todo el coche esté fabricado en fibra de carbono ligera y que, al final de todo, el peso que de en la báscula sea de tan solo 986 kg. Esto quizá no sea significativo sin compararse con otros coches pero es que un pequeño Mazda MX-5 de 132 CV con capota de lona pesa 1.076, por lo que este T.50 con un V12 tras la espalda, no hace más que impresionar con su ratio potencia-peso.
Ahora bien, como ya habrás podido observar en las fotografías, el ventilador posterior es la pieza que más llama la atención de este coche. Dicho ventilador no solo es una pieza fundamental en la aerodinámica, haciendo que reduzca su resistencia al avance hasta en un 12,5%, sino que también le suma al motor 50 caballos más y acorta las distancias de frenado al duplicar la carga aerodinámica en las apuradas. Y es que la aerodinámica ha sido otro de los pilares fundamentales sobre los que se ha sustentado semejante máquina. De todo ello han nacido sus alerones traseros y paneles bajo la carrocería, todos ellos activos, que hacen que el coche goce de hasta seis programas distintos de conducción que solo afectan a la citada aerodinámica: Auto, High Downforce, Stramline, Braking, Test y V-Max Boost, este último encargado de exprimir toda la potencia de su V12.
Una vez echamos un vistazo al interior es cuando nos percatamos de otro de los aspectos más destacados y característicos del T.50: su posición de conducción. Esta es central, como ya ocurriera en el McLaren F1, y se respalda por un asiento en cada uno de sus laterales, como sucedía con el F1 también. Delante del volante nos encontraremos con un cuentavueltas y dos pantallas, que nos mostrarán información relativa al coche y el sistema de infoentretenimiento. En los laterales del salpicadero encontramos otras dos pequeñas pantallas más, estas pertenecientes a los espejos retrovisores, que han sido sustituidos por cámaras.
Tras las cabezas de los tres afortunados que vayan dentro del T.50, encontramos un motor V12 atmosférico que ha sido construido por el legendario fabricante Cosworth, el cual proporciona al modelo 663 CV de potencia, que nos dejará subirlo hasta las 12.100 rpm para darnos ese característico sonido agudo, además de ser el V12 de calle más ligero que jamás se haya fabricado. A todo esto se suma que su caja de cambios es manual y de seis relaciones, por lo que tenemos un superdeportivo moderno pero que cuenta con muchos detalles clásicos de la conducción.
Se espera que llegue al mercado en enero de 2022 con un precio que para nada será barato, ya que Gordon Murray planea pedir por cada uno de los 100 ejemplares que se harán nada menos que 2.625.000 euros.
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