Cuando Lamborghini presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra por primera vez su Countach, pocos podían intuir que estaban ante un modelo que iba a ser tan especial e importante para la compañía, pues medio siglo después sigue siendo admirado e inspirador a partes iguales.
Y es que a día de hoy, con el paso de los años y a fuerza de verlo una y otra vez en revistas, películas y series, el Countach ha pasado a formar parte de la cultura general, y sus formas parecen haber calado tanto en nuestro subconsciente que no admiramos o no le damos el valor que tuvieron en su tiempo, puesto que cuando se presentó era tan novedoso, moderno y afilado, como el que más. Gracias a su silueta de cuña, dejó boquiabiertos a todos los presentes en su debut, y tal fue el nivel de detalle de que se empleó en él que, reconocido por ellos mismos, Lamborghini sigue tomando inspiración del Countach para sus nuevos vehículos, entre los que se encuentran el Aventador, Huracan, Sian y Urus.
El encargado de diseñar semejante obra de arte atemporal, fue Marcello Gandini, que trabajó en Bertone. Para hacer el Countach, Gandini siguió los pasos del Alfa Romeo Carabo y del Lancia Stratos Zero, ambos con forma de cuña pero que no llegaron a ser modelos de producción, cosa que el Lamborghini si logró.
Ahora, tras medio siglo de avances, mejoras, nuevos materiales y métodos de construcción, Lamborghini tiene muy presente su glorioso pasado, en el que el Countach ocupa un lugar tan importante como el de un maestro, pues parece haber enseñado todo cuanto podía y más a sus hermanos más jóvenes.
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