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Carlos Sainz, el primero en sustituir a Red Bull

Sainz vuelve a sonreír
Sainz vuelve a sonreír | EFE

La noche de Singapore nos ha dejado una carrera lenta, táctica y como tal aburrida. Sólo en las últimas vueltas se han apretado algo las cosas y han puesto algo de emoción a un gran premio que nos ha enseñado qué pasaría si no estuviera Red Bull en la parrilla. Y lo que pasaría es que hasta tres escuderías, posiblemente serían cuatro si Fernando Alonso hubiera tenido su día, lucharían cada fin de semana por la victoria. Y lo demuestra el podio, Carlos con Ferrari primero, seguido el MacLaren de Norris y el Mercedes de Lewis Hamilton.

Después de casi un año, Red Bull no ha ganado una carrera y en su lugar lo ha hecho un piloto español Carlos Sainz, un hombre táctico que con una conducción fría y lenta ha llevado la carrera a donde le convenía a Ferrari y a él mismo. Gestión, gestión y más gestión en lugar de velocidad y pie a fondo ha sido la clave para la segunda victoria de Carlos Sainz en la Fórmula 1 que ha llegado antes que la esperada treinta y tres de Alonso. El piloto de Ferrari parece haber cambiado su suerte y su lugar en Ferrari, ahora es Leclerc el que tiene que sufrir con estrategias arriesgadas o paradas fallidas que siguen pesando demasiado a la escudería del cavallino rampante.

Las salidas de pista, primero de Sargeant en la vuelta veinte y de Ocon en la cuarenta y tres, permitieron a los coches gestionar las paradas y dejar las cosas sin mucho variación. Sólo Red Bull en la primera parada alargándola y Mercedes después, haciendo dos paradas en lugar de una como Ferrari, desafiaron el guion de una carrera estática, excesivamente estratégica y sin demasiadas batallas.

Y si Carlos ha sido la cara de una moneda brillante, la cruz este domingo ha sido para Alonso. El coche no era todo lo competitivo que se esperaba pero la sanción de cinco segundos, el fallo en la parada durante el virtual safety car y hasta un pasada de frenada dejaron a Alonso muy lejos de los puntos y con un sabor amargo en un circuito en el que ha perdido una oportunidad de oro para cumplir sus objetivos teniendo en cuenta que Red Bull estaba desaparecido.

El equipo del Toro pese a todo, con Verstappen en la quinta posición, pudieron aguantar, sumar puntos y esperar a que las limitaciones que la FIA ha impuesto en la flexibilidad de los alerones no comprometan un Mundial que tienen más que asegurado.

Quedémonos con que ha sido un español el que ha conseguido romper la racha de diez victorias consecutivas de Max Verstappen, y aunque nadie apostaba por ellos, ha sido un Ferrari quien terminó aprovechando la debilidad puntual de Red Bull para conseguir una victoria que compensa bastante una temporada de luces y sombras.

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