Entiendo que la excelencia nunca debe ser sancionada, que el trabajo bien hecho debe ser recompensado y que quien acierta y destaca debe ser una referencia, pero la distancia de Red Bull con el resto mata las carreras.

Ni la sanción a Pérez, ni el safety car evitó que Verstappen y su compañero volvieran a firmar un doblete, el segundo de la temporada. Dos de dos y con una distancia respecto al resto que, una vez más, ha sido insultante. Destacan y son superiores en todo, en la salida, en ritmo, en degradación de neumáticos y en las paradas, nada parece salir mal, ni siquiera la fiabilidad del coche da un respiro al resto de monoplazas, que un año más, se pelean por las migajas.

Pero es demasiado pronto para que las cosas estén tan decididas y claras. Nos pasaba lo mismo cuando Mercedes dominaba este deporte, pero entonces al menos, Hamilton y Rosberg se peleaban entre ellos para ver quien se llevaba la corona. En Red Bull, y pese a la guerra interna entre familias, no hay duda del liderazgo de Verstappen que lo hace tan fácil que hasta la cámara se olvida de él y busca emoción televisiva en otra parte, y eso que con esta victoria el neerlandés ya atesora cien podios en su carrera en la fórmula1.

Estática y predecible, así es como podríamos definir la carrera de Arabia Saudí y no es bueno. Pese a todo, los verdaderos amantes de la Fórmula 1 habrán visto detalles merecedores de ser mencionados. Desde la meritoria batalla de Hamilton con Norris, pese a que el heptacampeón tiene un coche todavía más lento que el Mclaren, hasta el increíble trabajo en la sombra hecho por Fernando Alonso.

La gestión de los espacios, los neumáticos y el ritmo que conjuga Alonso está al alcance solo de los elegidos. Las simulaciones, por ritmo de carrera y degradación de neumáticos le volvían a dar a Alonso noveno, pese a la cuarta plaza lograda tras la clasificación. Por eso es que la quinta plaza, si bien no es un podio, es una genialidad de Fernando y un paso adelante para Aston Martín. Es urgente que solventen el problema de extrema degradación de neumáticos para que los domingos no se les atraganten. Es verdad que en clasificación poder calentar tan rápido la goma les hace muy competitivos a una vuelta, pero las carreras son largas y la escudería depende y mucho del talento de Fernando que sigue siendo una inspiración para el resto de pilotos de la parrilla.

Descanso de quince días para pilotos y equipos antes de llegar a Australia. Quince días para que Carlos Sainz se pueda recuperar del todo, hoy seguro hubiera peleado por el podio y plantado cara a Leclerc que se ha estrenado en el cajón. Así las cosas, mucha superioridad arriba e igualdad a mitad de tabla que será donde pilotos y afición busquen la diversión esta temporada.