El Gran Premio de San Marino ha sido, sobre todo, un gran premio de saldar cuentas. Jorge Martín con la general, donde se posiciona como el candidato más serio a plantar cara al líder y vigente campeón, Pecco Bagnaia, de cara a la consecución del campeonato, después de imponerse el domingo y hacerlo también en la carrera corta del sábado.

El otro protagonista es Dani Pedrosa, que ha firmado un fin de semana espectacular demostrando su magnífico estado de forma. Sendas cuartas posiciones, el sábado y el domingo, siendo la mejor KTM en carrera, dicen mucho del piloto español, que ha estado al nivel de los hombres de cabeza que corren cada fin de semana y se mantienen activos en la competición.

Si bien es cierto que el de Castellar del Vallés no para de trabajar en el desarrollo de la KTM, y a la vista están los resultados, una cosa es rodar para probar y otra muy distinta salir a carrera a disputar posición. Pedrosa ha demostrado en San Marino el talento que más de uno puso en duda cuando Marc Márquez le desplazó como segundo piloto de Honda, cuando, quizás por falta de cuerpo, le costaba ganar posición. Pero este fin de semana y el avance que ha tenido la moto austriaca en estos dos últimos años son motivos suficientes para poder dar su justo valor a un piloto que, no olvidemos, es campeón de 125cc y bicampeón de dos y medio.

Ha sido un placer poder volver a ver a Pedrosa competir en carrera, con su técnica, casi su dulzura a la hora de pilotar la moto, llevarla por el sitio, dibujar la trazada perfecta. Para muchos es volver a un tiempo pasado de luchas con el gran Jorge Lorenzo, con un Casey Stoner que sonreía y un Valentino Rossi que se llevaba bien con todo el mundo. Era un tiempo en que el piloto tenía mucho que decir sobre la máquina, su resultados eran suyos y no de la tecnología o la aerodinámica que tanto han enrarecido la parrilla.

No por ello desmerezco la tercera posición lograda por Pecco Bagnaia, que ha aguantado el tirón pese a los dolores en la pierna todavía dolorida del impacto que sufrió en Montmeló cuando Brad Binder le pasó por encima. Pero, entre tanta Ducati, sólo KTM y Aprilia han conseguido hacerse un hueco. Y eso que Marc Márquez logró una meritoria séptima posición, posiblemente ayudado por varias caídas de los de arriba.

Ni Honda ni Yamaha se han adaptado bien a estos nuevos tiempos de alerones y aerodinámica. Ya veremos qué pasa este lunes cuando Honda le presente a Marc su última baza para enmendar el desastre del ala dorada, una moto que debe devolver al ocho veces campeón del mundo al lugar que esperan todos.