Jornada de motor la de este domingo que nos ha dejado dos escenarios, la Fórmula 1 y el Mundial de motociclismo, totalmente distintos, aunque ambos nocturnos.

En el primero, y a los pies de los casinos más prestigiosos del mundo, Max Verstappen ha vuelto a imponerse pese a no ser el favorito en Las Vegas. Los distintos safety car, la falta de grip en el asfalto y la gran importancia de los rebufos en la recta principal han sido cruciales en una carrera que más parecía una ruleta donde el rojo era el favorito, pero al final la bola se quedó en el negro.

De nuevo Red Bull, y de nuevo Max Verstappen, se sacaron un as de la manga para seguir batiendo récords de puntos y victorias, dejando las migajas al resto. Si bien las opciones de los españoles terminaron pronto, en los primeros metros, debido a la falta de agarre en el primera curva que pilló de sorpresa a casi todos los pilotos. Sobre todo a Fernando Alonso y Carlos Sainz, que trompeaban y se quedaban a la cola del pelotón. Pese a todo, ambos pilotos consiguieron remontar y entrar en los puntos, noveno y sexto respectivamente, salvando los muebles, pero ambos quedaron por detrás de sus compañeros de equipo, que siempre son los primeros enemigos a batir.

La falta de éxitos en la F1 lo compensaron unas horas después los pilotos españoles en el GP de Qatar, donde no sólo hemos disfrutado de un triplete en Moto2, con el triunfo de Aldeguer, el segundo puesto de González y cerrando el podio Aarón Canet, sino que de nuevo un español se ha proclamado campeón del mundo, en este caso en Moto3.

Jaume Masiá se ha coronado en la categoría pequeña gracias a la victoria en Losail y lo ha hecho una carrera antes de poner punto y final al Mundial de motociclismo. Después de que Pedro Acosta lo consiguiera el pasado fin de semana en Malasia, de nuevo un español —y pese a que no son los más queridos del paddock— se ha hecho con un título demostrando que España sigue siendo referencia mundial en este deporte. La jugada sería perfecta si Jorge Martín consiguiera el título en la categoría reina en el próximo y último gran premio que se celebrará en Valencia.

El objetivo es complicado porque, pese a que el de Alcobendas conseguía recortar siete puntos al líder, Pecco Bagnaia, después de la sprint del sábado, un neumático defectuoso en la carrera larga del domingo le ha hecho perder un gran puñado de puntos y ya son de nuevo 21 los que le separan del piloto italiano. Una carrera definitiva para los intereses del Mundial, donde sólo una caída del vigente campeón podría hacer que España volviera a conseguir el triplete de títulos tras los que ya tienen Masiá y Acosta.