Después de escuchar durante la presentación del Gran Premio de Madrid a todos los actores que han estado implicados en el diseño del proyecto para que la F1 llegue a la capital, asoman algunas dudas razonables sobre la certeza del proyecto. Si bien la propuesta, la brillante propuesta, cuenta con el beneplácito de Liberty Media, la empresa que actualmente explota los derechos de esta competición, ésta todavía no tiene el sí definitivo de la autoridad máxima del automovilismo, la FIA (Federación Internacional de Automovilismo).

Un extremo que los organizadores, Ifema, han dejado claro desde el primero momento. De hecho el director ejecutivo de este organismo, José Vicente de los Mozos, que ha sido el primero en subir al escenario en el acto de presentación, ha asegurado por ejemplo, que espera que "su propuesta sea una propuesta ganadora" o que gracias al esfuerzo en crear un proyecto único e innovador, Madrid "ha conseguido entrar en la carrera tan competitiva de formar parte del calendario internacional de la F1", para terminar su defensa del proyecto con una más que elocuente expresión, "¡Qué Dios reparta suerte!".

Cuando se usan verbos como esperar, o se remite a conceptos como, entrar a formar de una carrera, sin dar vencedores y vencidos y se habla de suerte divina, todo apunta a que todavía hay muchos kilómetros que recorrer para que en 2026 Ifema vea apagarse los semáforos en rojo.

De hecho, De los Mozos no ha sido el único en advertir que queda camino por recorrer. El Jarno Zaffelli, CEO de Dromo, la empresa italiana encargada del anteproyecto técnico del trazado, ha reconocido que el proyecto no es definitivo todavía ya que necesita el visto bueno de la FIA, una vez se desarrolle la nueva normativa técnica y deportiva de la F1 que deberá entrar en vigor en 2026.

Sin duda el proyecto es único. Se trata del primer gran premio que se celebraría en una capital europea, la sostenibilidad y accesibilidad a las instalaciones en el ferial, a quince minutos del aeropuerto, es inigualable; y además, cuenta con rasgos únicos como el primer paddock bajo techo y una oferta de ocio y gastronomía que como ha asegurado el CEO de Liberty Media, Stefano Dominicali haría de Madrid un hito para la historia de la propia F1.